Capítulo 14

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Capítulo 14:

Sentía a Blake sacándome de las celdas, me abrazaba del hombro ayudándome a continuar, sin aprovecharse de mi momento vulnerable para hablar de lo nuestro, siempre dándome mi espacio.

Estaba agradecida, pero por el momento, me urgía tomar un poco de aire. Quería sentirme mejor para aclarar mi mente.

Estando al fin afuera, inhalé todo el aire que pude, logrando estar al menos un poco bien.

—Vamos, te llevaré a casa. –Murmuró Blake con su tono suave cuando ya estuve mejor. —Tienes que descansar.

Pero la cosa aquí era. ¿Quería ir a casa?

Y es que, sí estaba cansada, pero no físicamente. Lo estaba mentalmente, si dormía para "Descansar", todo lo de antes me golpearía en cuando despertara. Rayos. Sólo quería un lugar tranquilo, para despejarme, pensar y aceptarlo todo con calma.

—No quiero ir a casa. –Susurré con la voz apagada.

—No te regresaré ahí si eso planeas. –Sentenció suavemente refiriéndose a las celdas. —Tienes que descansar, Iam. Si quieres puedo llevarte más tarde. Pero no ahora. 

—¿Puedes llevarme a un lugar tranquilo? –Pedí aclarando.

—Eso sí puedo hacerlo.

Blake me guio hasta la salida de la carpa. En donde había dejado su camioneta. Una vez ambos estuvimos dentro, él comenzó a manejar.

El camino por el que íbamos lo reconocí enseguida, estábamos dirigiéndonos al ojo de agua. Nuestro recorrido fue en completo silencio, uno en el cual desapareció mínimamente la tensión entre nosotros.

Era como... Como volver al pasado. Uno en el que estaban dos niños apoyándose el uno al otro, siempre juntos. Tal pensamiento no causó algo malo en mí, sólo... Abracé el recuerdo con fuerza.

Llegando al ojo de agua, Blake bajó y con un movimiento con la cabeza, me hizo entender que quería que lo siguiera.

Caminamos alrededor del pequeño pozo en donde se acumulaba el líquido que caía de la tubería, de pronto, él entró a una especie de pasadizo oculto en la pared. Un tanto sorprendida, lo seguí.

Pese a que el espacio no era tan angosto, teníamos que pasar de costado.

Para cuando él salió, yo seguía dentro. Llegando mi turno de salir, Blake estaba esperándome muy de cerca, sin dejarme ver lo que había detrás suyo.

—Nadie más conoce éste lugar. Así que sólo espero discreción de tu parte. –Soltó con su tono habitual.

Asentí y él se apartó, dejándome ver todo un cañón.

¿Dónde se supone que estábamos ocultándonos? Había montañas abundantes de árboles entorno a nosotros, todo era de un verde muy vivo. Todo era... Hermoso.

Y estábamos en una especie de mini cueva. Por lo que el sol de la mañana no afectaba a Blake.

Vi cómo se sentó en la orilla, dejando colgar sus pies al vacío. Hizo un gesto, pidiéndome sentarme a su lado. Sin dudarlo acepté. Me senté a su costado, sólo que, a diferencia de él, abrazando mis piernas.

Así, en silencio, cada uno quedó enfrascado en sus pensamientos. Cada uno en un mundo distinto, haciéndonos compañía.

El lugar me transmitía la paz necesaria para pensar claramente, para asumir todo lo que estaba pasando sin aturdirme. Me relajé, olvidé todo por, lo que creo fueron minutos. Para ya con la mente descansada, aguantar todo el peso de la realidad golpearme tan fuerte, que me daban ganas de sacar todo lo que tenía guardado.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora