Capítulo 34

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Capítulo 34:

Los espasmos por mi llanto, todo estaba cesando.

Sentía la pequeña mano de Imma acariciar mi cabello, al tiempo que el hombro de Blake se sentía cálido y sus brazos apretaban mi cintura. Ambos en silencio, dejándome asimilar todo el remolino de sentimientos en mí, dejándome caer en cuenta de cada uno de ellos.

Al inicio fue, la impotencia de haber obtenido sólo un momento de mamá, de que no volvería a escucharla dirigiéndose a mí. De haberla conocido así, sabiendo que ya no estaba. No creí que fuera a dolerme y, sin embargo, lo hizo de una manera tan penetrante...

Luego, la furia dio paso en mí. El enojo hacia aquellos que acabaron con su vida, que nos arrebataron la oportunidad de estar unidas... Que hicieron tanto daño a inocentes.

Ese enojo, fue lo que dio puerta abierta a mejores sentimientos, porque de no ser por todo... Imma no existiría, no sé si habría conocido a los chicos, e incluso a mi tío, y aunque me calara un poco admitirlo, Anne seguía siendo alguien importante para mí.

Así que, pude entender las palabras de Kel, porque, aunque la creación de Inara había sido parte de los experimentos, ella no cambiaría nada si pudiera regresar el tiempo. Y algo así me dijeron los demás al tocar el tema con ellos.

Por una parte, me sentía mal por mamá al admitirlo, porque al final, yo tampoco hubiese cambiado nada. Después de todo, fue lo que nos llevó a todos a donde estábamos, y nuestro presente, pese a no ser el mejor por las circunstancias, era casi perfecto mientras estuviéramos todos juntos.

—Mamá no hubiera querido que cambiaras el pasado por ella. –Me sacó Imma de mis pensamientos. —Ella jamás pensó en cambiar las cosas. Moon era una mujer que aceptaba su pasado y aprovechaba su presente. Así que no te sientas mal, ella no te lo hubiera pedido, tampoco yo...

Despegándome un poco de Blake, levanté la mirada, encontrándome con sus oscuros orbes y murmuré un sincero "Gracias Imma". Sus palabras fueron como agua en medio del desierto para mí. Algo que necesitaba para continuar fuerte y sin sentirme mal por ella.

—Y sólo para no quedarme con las palabras, déjame decirte, que yo tampoco cambiaría el pasado. –Susurró Blake en mi hombro. —Eres fuerte mi bella Luna, sé que te levantarás pronto a seguir luchando.

Sonreí conmovida y me afiancé a él un rato más. Recuperando la fuerza de mi mente y corazón.

Definitivamente, a pesar de todo, no cambiaría absolutamente nada.

—Chicos... –La puerta siendo abierta y la voz de Kayden, fueron bien recibidas pese a su repentina llegada, incluso su llegada cortó la mínima aura melancólica que quedaba aún en el cuarto. Pude notar cómo su sonrisa decayó al tiempo en que nos vio abrazados en el suelo. —¿Qué tienes cariño? –Caminó hacia nosotros y se dejó caer a mi lado. Sentí su suave pulgar en mi pómulo.

—¿Te puedo contar después? –Él, siendo el chico tierno y comprensivo que era, asintió y me sonrió en grande, dejando a un lado su deseo por el contexto.

—Bien, estaré esperando... Ahora... –De nuevo, su típica energía llenó su rostro con rapidez. —Arriba los ánimos querida Iam. –Me separé de Blake, para escucharlo mejor.

¿Por qué ahora se veía tan exageradamente emocionado?

Pues con la voz, casi chillona por tanta emoción, respondió mi pregunta mental.

—Vamos a hacer un almuerzo ilegal, ya todo está planeado, lo haremos en el campo de entrenamiento, para pasarla bien y relajarnos un poco antes de partir. –Sonrió con suficiencia. Luego, tal vez recordando que Blake era el segundo al mando, se giró petrificado hacia él. —¡Por la Luna! Blake... Por favor, dime que no nos delatarás, sólo será uno pequeñito... Puedes venir, nosotros...

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora