Capítulo 43

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Capítulo 43:

Jake:

—No puedes rendirte, aún queda una forma de ayudarla. –Decía Tamara, preocupada, intentando transmitirme seguridad, una que ya escaseaba en mí. —Jake, si no... –Ella misma detuvo sus palabras. Inhaló y volvió a comenzar. —¿Qué te inquieta? Por favor, no está bien que te guardes esto, te estás lastimando, déjame ayudarte, por favor Jake.

Por unos segundos no dije nada, pero mis pensamientos y el saber que mi niña pendía de un hilo, me consumía, me ahogaba...

—Tal vez, ella deba descansar, tal vez quiere descansar y no la dejamos hacerlo... –No podía creer que esas palabras salieran de mí. —Sé que es un pensamiento horrible, qué clase de tío soy... Soy un monstruo. -Miré al techo y, frustrado, pasé mis manos por mi cabello.

—No Jake, escúchame, –Dijo suave y firme a la vez. Me tomó de la quijada delicadamente y nuestros ojos se conectaron. Dejé escapar un suspiro, sintiendo su seguridad. —sólo estás asustado, y es completamente entendible. Sólo que, Iam va a estar bien...

—Pero tu dijiste... –Intenté recordarle sus propias palabras.

—Dije que no podría salvarla, jamás mencioné que vaya a morir enseguida, además, estaba asustada pensando que ya no había opción. Y aún queda una, hay tiempo. Ella vivirá porque está luchando por hacerlo. Si quisiera descansar, lo habría hecho desde hace rato, pero tu sobrina todavía lucha como una guerrera por vivir. No te rindas aún Jake, te necesitamos, Iam te necesita. Por favor, lucha tú también.

—N-no quiero tener esperanzas y que al final...

Tamara soltó mi rostro e, inesperadamente, me abrazó. Me tomó unos segundos reaccionar y regresarle el gesto.

—Si la mamá de Iam supo cómo ayudarla, –Continuó, susurrando y llenándome de ánimo de una manera increíble. —ahí también sabrán cómo. Por favor, no te pido que nos ayudes y hagas todo, te pido que no te aferres a lo negativo, que estés con nosotros.

Después de unos minutos, aferrándome al anhelo de que Iam estaría bien, Tamara se soltó de mí.

—Debo ir a prepararlos para nuestra partida. No es necesario que nos ayudes, sólo por favor, no te rindas, gana ésta guerra. ¿Está bien? –Asentí con un poco más de seguridad.

Antes de que ella saliera, le pregunté.

—Tamara.

—¿Sí? –Dijo, volteando sobre su hombro.

—¿Cuál guerra?

—La de tu mente, no porque no esté frente a nosotros deja de ser una guerra.

—Gracias. –Ella, enseguida supo que no era un agradecimiento solo por su respuesta.

—Para eso estamos los amigos. –Asintió. —Además, yo también quiero mucho a Iam.

Apenas pasaron unos minutos de que salió, me dirigí al cuarto en el que Iam descansaba.

Ahí, en medio de una habitación iluminada con aquellas estrellas que la maravillaron...

Verla en ésa cama, pálida y apagada, me hizo entender algo...

Quería verla brillar de nuevo, y no iba a dejar que el poco brillo que le quedaba fuera opacado por completo. Tenía que dejar a un lado mi negatividad, por todos mis chicos.

—Lucha pequeña guerrera, aguanta. –Besé su frente con delicadeza y salí a buscar a Tamara, que seguro necesitaría ayuda para organizar a todos.

Blake:

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora