Capítulo 10

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Capítulo 10:

Por supuesto que no dejaría mi orgullo a un lado.

Dios, por un momento creí estar perdida. No sabía ¿Por qué me había sentido de esa manera? Gracias al cielo, tenía un gran orgullo que me hizo reaccionar a tiempo.

Blake me estaba poniendo muy nerviosa. Y su mirada tan segura, decía muy bien que le agradaba tal efecto. Cosa que despertó algo en mí. Algún sentimiento de querer voltearle las cosas. Un malicioso sentimiento.

—Tienes razón. Sigo siendo la misma Iam de antes. –Susurré, fingiendo seguir hipnotizada en su mirada.

Claro que su mirada era hipnotizante, pero vamos, sabía cómo salir de su hechizo.

O eso quería creer.

Blake:

Mierda, en qué me había metido.

Estaba tan cerca de ella.

Creí que intimidándola me sentiría más seguro, pero resultaba ser su cercanía y el contraste del rojo enmarcando sus hermosos ojos azules, lo que me intimidaba aún más a mí. Sin embargo, supe ocultarlo muy bien, por lo que Iam resultaba ser el ratón y yo el gato.

—Lo eres. Sigues siendo mi Iam. –Respondí, no pude evitar acunar sus delicadas mejillas con mis manos, tampoco acariciar suavemente con mis pulgares sus pómulos. Sin poder reprimirlo sentí esa calidez en el pecho y ésa extraña emoción, al ver que se sonrojaba.

Por la Luna, es que era tan...

—¿M-me dirás ya, por qué no volviste? –Su voz era tan suave y dulce.

—Claro que... –Esperen ¿Qué?

Justo reaccioné a tiempo. 

Rayos.

¿Qué estaba haciendo?

Me separé de ella de golpe, como si su tacto me lastimara.

—No. ¿Qué estabas...? ¿Por qué tenías tu cara en mis manos? –Reproché imbécilmente.

Mierda, había perdido el control. O al menos, una parte de.

—¿Yo? Tú tenías las manos en mí cara. –Renegó con aire ofendido, alejándose hacia atrás.

—¿Me-me estabas intentando sacar información? –Cambié el tema a mi favor.

—Bueno, no es como si no estuvieras consciente de mi pregunta. Tú intentabas ponerme nerviosa. A propósito. –Remarcó acusatoriamente.

—Debes respetar mi decisión de cuándo te lo diré. –Gruñí. Joder, casi lo arruinaba todo. —No es tan fácil.

—Bien, pero entonces tú respeta la mía de no hablarme, a menos que sea para contarme la verdad. –Ok, creo que sí lo había arruinado, un poco.

Esa sentencia no me gustó, nada. Pero como últimamente lo hacía. Me dejó varado y se alejó de mí, otra vez, sin siquiera dejarme decir una última palabra, o siquiera pensarla.

Rayos. ¿En qué momento su terquedad había aumentado?

Puede que Iam no tuviera telepatía, super fuerza o cualquiera de esos poderes, pero sí que tenía el poder de dejarme sin palabras. Algo que nadie más hacía.

Gruñí y me levanté de golpe. ¿Cuándo tendría el maldito valor de decirle la verdad? ¿Cuándo? Maldita sea.

*

Me removí incómodo en mi lugar. Jake y yo estábamos en el Área Iluminada, esperando a que alguno de los desaparecidos, el rastreador o Jenni en todo caso, se comunicara, pero nada sucedía.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora