Capítulo 8

641 115 67
                                    

Capítulo 8:

—Tú puedes. Anda, ve.

—Sólo lo escucharás, todo irá bien. –Me instaron Mei y Kayden a caminar hacia la mesa de Blake. Él estaba a dos mesas de nosotros, dándonos la espalda. Nos encontrábamos en el comedor. Ya era la hora del desayuno.

Asentí más para mí que para ellos, y armándome de valor, tomé mi desayuno y caminé hasta él.

Tomé un suspiro profundo, antes de dejar caer mi charola de golpe enfrente suyo. Sí, como que el resentimiento me dirigía un poco. Él ni siquiera levantó la mirada.

—Habla. Tengo que ir a ver a Kalen para que me dé mi horario. –Dije tajantemente tomando asiento.

—No te preocupes por eso. Tu horario te lo daré yo. –Soltó con la voz neutra, sin un ápice de tacto, dándole indiferentemente un trago a su café.

—¿Tú? ¿Tú por qué? –Pregunté, sintiéndome confundida y un tanto a la defensiva.

—Soy el segundo al mando. Es mi deber hacer que todo en éste lugar esté organizado. –Su respuesta sonó tan vaga, que sólo pude darle un "ᵃ" como respuesta. —¿Dormiste bien? –Continuó insípidamente, como si sólo lo hubiese buscado para hablar de la estación climática.

—Sí. –Murmuré de mala gana.

—¿Ya sabes las reglas?

—Ser amable. Respetar a los demás. No usar mis poderes contra otros, aunque ni siquiera tengo... –Comencé a enlistar, él levantó la mano, indicándome que entendía.

—¿Sabes más o menos la ubicación de los lugares impor...?

—¿No se supone que hablaríamos de lo que pasó? –Chillé, cansándome de la plática tan sosa que establecíamos. Estábamos divagando. Y él lo sabía.

—Sólo quiero hacer las cosas más ligeras entre nosotros, Iam. –Él también perdió la paciencia, lo noté por el ceño arrugado y el extraño brillo de cansancio en sus ojos, toda la manera en la que me miraba lo delataba, había perdido la paciencia, o yo lo hice perderla. —De verdad, no me gusta que te comportes de esta manera tan tajante conmigo. Es... Raro. Y no me estás ayudando mucho. Así no podemos hablar.

—Oh, pues perdón por no recibirte con flores y chocolates. –Ironicé con una risa que no tenía ni un rastro de gracia. —Es obvio que te recibiría así después de haberte ido sin siquiera despedirte.

—Había huido, no podía volver a verte. –Me dijo con exasperación.

—No me mientas Blake. Mi tío fue a verme más de mil veces. Tú podías hacerlo. ¿No usabas tus poderes para salvar a los tuyos? ¿No los usaste para escapar con Kelsie? ¿Cómo es que no los usaste para, aunque sea despedirte?

—¿Es que no me escuchas? No podíamos volver a vernos. –Renegó con más firmeza e irritación.

—Según tú, ¿Por qué?

—Porque si me quedaba más tiempo... –Y se detuvo, mirándome de una manera que no supe interpretar. Me di cuenta de que habíamos aumentado el tono. Gracias al cielo, era más el ruido de todos circulando por el comedor, que nuestras voces. Blake respiró profundamente, pasó las manos por su rostro, y prosiguió. —Sé que te dejé, que me fui de pronto dejándote así. Pero entiende. Ellos no saben que tengo más de un poder, se supone que sólo tengo fuerza sobrenatural.

¿Qué? Kayden dijo que sólo podían tener un poder.

» Si te contaba de mí, y ellos te hubieran encontrado, todos nosotros estaríamos ahí dentro. No perteneces a éste mundo, Iam. Mira lo que está pasando con tus padres por el simple hecho de ayudarnos. Tú ni siquiera deberías estar aquí. Espero éstas sean razones suficientes para que lo entiendas. Porque son todas las que tengo. Perdóname, siento mucho haberte dejado así.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora