Capítulo 11

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Capítulo 11:

—¿Por qué no me dejan pasar? – Reproché, ya estaba comenzando a sonar desesperada.

—Sí, son sus padres. –Reclamó Kay, nuevamente tratando pasar en medio de los chicos, sin conseguirlo.

Kayden y yo intentábamos entrar al edificio, en donde tenían a los nuevos, porque los rastreadores estaban en el área de salud. El problema que teníamos, es que Kalen y sus amigos no nos permitían entrar.

Estaba ansiosa de ir y ver a mis papás dentro, pero justo en el momento en que llegamos, ellos se interpusieron.

Ya llevábamos mucho rato discutiendo. Simplemente yo no entendía. ¿Por qué no nos dejaban entrar? ¿Qué estaban haciendo ahí dentro? ¿Mis papás estaban bien? 

Mierda, ¿Al menos ellos sí habían llegado?

Gruñí como forma de protesta y miré mal a Kalen, él me miró apenado, negó con la cabeza, y con los labios gesticuló un "Lo siento".

—Vamos Kay. Esperemos aquí. –Jalé a mi amigo, que retaba con su cuerpo a Kevin, y nos sentamos enfrente del muro que habían impuesto los chicos con sus cuerpos.

—¿Estás segura? Sé que no debo usar mis poderes aquí, ni contra ellos, pero puedo hacerlo. –Propuso susurrándome cuidadosamente para que no lo escucharan. Lo dijo con tan enseria disposición, seguro que lo haría si yo le decía que sí.

Sin embargo, no quería meterlo en problemas.

—No, en cualquier momento tienen que dejarnos pasar. –Sentencié.

—Iam no creo que... –Volvió Kalen a hablar, queriendo quitarnos del lugar.

—¿Qué? ¿Ahora no podemos ni sentarnos aquí? ¿Qué es lo que...? –Quise decir muchas cosas más, sólo que la voz de Kel me interrumpió.

—Kalen. Déjalos pasar.

—Pero Jake dijo...

—Déjalos pasar Kalen. Es una orden. –Sentenció.

Tomé mucho aire y con Kayden tras de mí, sin perder tiempo, seguí a Kel que ya iba avanzando.

No caminamos hasta la sala de siempre. 

Giramos en el pasillo de la derecha, giramos a otro pasillo a la izquierda, entramos a una última puerta, y bajamos unas escaleras que nos llevaron a un pasillo oscuro. Donde finalmente, paramos en, lo que parecían ser, celdas. Incluso Kay gimió sorprendido al llegar al lugar en el que estábamos.

—Están al fondo, en la izquierda. –Dijo Kelsie, señalando el fondo. Lo que me erizó la piel, y me llenó de preocupación, es que en ningún momento me dirigió la mirada, incluso la esquivó

Intentando no centrarme en ello, con Kayden siguiendo mis pasos, caminé apresuradamente a donde Kel me dijo. Con forme iba llegando, mi respiración se aceleraba, cada paso por el oscuro lugar era como si kilómetros aumentaran.

Entonces, por fin la vi.

Sus hermosos ojos verdes, llenos de luz. Estaban opacados por ojeras, irritados y llorosos. Pero lo que más me impactó, fue que estaba atada a una silla.

—¿Mamá? ¿Por qué estás amarrada? –Me acerqué a ella apresuradamente, a la vez que todos notaban mi presencia. —Kay, ayúdame. –Pedí, no obstante, él no lo hizo.

—Iam. Mi niña. Estás bien. –Su llanto ahogó la voz ronca con la que me habló, ella no podía controlar sus sollozos, sus palabras apenas y se entendían. —Perdóname, perdóname.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora