Capítulo 39

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Capítulo 39:

Me dejé caer a su costado y sostuve su rostro con delicadeza.

—Mamá, por favor, no me dejes. –Lloré, rogué que no me dejara. —No te vayas, quédate conmigo, por favor.

—Vive Iam... –Dejó salir en un hilo de voz apenas perceptible. Tosió con debilidad, aumentando mi miedo cuando vi un hilo de sangre salir de sus labios.

Sus ojos perdían brillo con cada segundo que pasaba, al igual que su piel perdía calidez y color.

—Por favor, p-por favor mamá, mantente despierta, pronto llegará la ayuda, por favor, no me dejes. –Mi pecho se oprimió al ver sus ojos cansados. No quería que se fuera, no quería dejarla ir.

—Te amo, bebé. –No. Me negaba a pensar que eso era una despedida. Pero mamá estaba perdiendo muchísima sangre.

—¡Dejen de pelear y ayúdenla! –Grité por sobre los balazos, obviamente nadie me hizo caso.

Los hombres de Bill disparaban a donde sea, Kayden se encargaba de desviar las balas; la bestia ya no hacía nada, sólo miraba el cuerpo inerte de Ian como una estatua.

Mis niños fueron los primeros en llegar conmigo, sentí cómo cada uno me abrazó de cada lado, sus cuerpecitos temblaban, estaban aterrados, y yo me estaba derrumbando.

—Mami, por favor, quédate conmigo. –Sentía las lágrimas hirviendo recorrer mis pómulos, mi corazón dolía por verla tan cansada, tan rendida.

Una mano se posó sobre mi hombro, mi tío me rodeó difícilmente para sentarse al otro lado de mamá.

—J-Jake, –Sonrió ella al verlo. —per-perdóname her-manito.

—Estás perdonada Anne, –Se sinceró él, antes de tragar en seco. Su voz sonaba, de alguna manera, rota. No me gustó el tono de despedida que estaba usando. —Te amo mucho, hermana. Te prometo que cuidaré de Iam con mi vida, t-tú también perdóname. –Miré congelada en mi lugar como gruesas lágrimas cayeron de sus ojos con dolor.

¿Qué estaba haciendo?

No podía rendirse así. No podía dejarla ir.

—Sigan luchando... por su... Libertad... –Tosió mamá más sangre.

—No mamá. Por favor... Lucha...

—Sácala d-de aquí, Jake. –Ordenó como últimas palabras.

—¡No! –Grité al tiempo en que mi tío comenzó a separarme de su lado. —Déjame, quiero estar con ella. –Me retorcí en sus brazos para soltarme y quedarme a su lado.

Mi tío luchó duramente para separarme de mamá, quien al salir de mis brazos me sonrió en un claro "Estaré bien" antes de cerrar los ojos... Para siempre.

Negué con la cabeza dispuesta a llegar con ella, sin embargo, dos pequeñas figuritas se cruzaron en mi camino, captando toda mi atención.

Inara y Ekain.

Ambos abrazados temblaban de miedo sin saber qué hacer.

Debía mantenerme cuerda por ellos. Por ahora debía dejar el dolor de mi perdida, por ellos. Debía cumplir con el deseo de mamá por mí, por ella, por todos.

Miré con dolor el rostro de mi tío, pese a que también le dolía, él pensaba lo mismo que yo. Debíamos sacarlos de aquí.

Así que, con todo el dolor de nuestros corazones, tomamos a mamá como una razón por la cual seguir, continuando juntos.

De un profundo respiro fui y me llevé a los niños conmigo, Inara ni siquiera protestó.

De camino, le grité a Kayden que nos siguiera, él ya había dejado fuera de combate a algunos soldados y peleaba contra otros.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora