Capítulo 44

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Capítulo 44:

—¿Por qué todo es oscuro? ¿Hemos llegado? ¿Dónde estamos?

—Kayden, cálmate, no entres en pánico, espantarás a los demás. –Le susurré mientras yo también buscaba el modo de ver algo y calmaba a los que se asustaban.

Luego de entrar al portal, sentí una brisa recorrer mi cuerpo y, de un parpadeo, todo estaba oscuro, se suponía que nosotros veíamos en la oscuridad. ¿Qué nos estaba pasando?

Si no entraba en pánico como Kayden, era porque apenas llevábamos un minuto en éste oscuro lugar.

—Estamos encerrados, por el eco de nuestras voces y pasos. –Analicé en voz alta.

—Seguro llegamos a una cueva de oscuridad, por eso no podemos ver nada. Mamá me habló de ellas, es el único lugar que bloquea nuestra visión. –Susurró Imma detrás de mí.

No mucho después de que dijo eso, alguien chocó contra algo, causando un estridente sonido por toda la cueva.

—Ay, mi cabeza. –Se quejó Kay.

—¿Iam está bien? –Nos apresuramos Jake y yo a preguntar.

—Ella sí, pero mi cabeza no.

Suspiré con alivio y dejé que Tamara lo ayudara.

—¿Imma, qué luces funcionan en ésta cueva? –Consulté.

—Sólo las que creamos. –Respondió, al tiempo en que creó su propia lucecita.

Enseguida pude ver su rostro, ordené a todos hacer lo mismo y que nadie se separara.

Con la gran cueva iluminada, nos apresuramos a buscar una salida.

—B, debemos regresar a cerrar el portal. No hay problema con dejarlo aquí, ya que podemos cerrar la cueva y regresar después, pero si alguien de allá encuentra la biblioteca con el portal abierto y entra a nuestro mundo, tendremos un gran problema.

—Lo sé, no te preocupes por eso pequeña. Cerraré el portal apenas saquemos a todos de aquí. –Le sonreí tranquilizándola un poco.

—¿Lo prometes?

—Prometo protegerlas de todo y de todos, no permitiré que otro, además de Bill, cruce por ahí a hacerles daño. –Imma me sonrió y seguimos nuestro camino.

Hablando de Bill, Trevor se encargaba de él, seguía dormido por los últimos tranquilizantes que Kayden le disparó, así que venía como muñeco de trapo en el hombro del rastreador.

—Blake, mira. –Salí del mundo en mi cabeza y dirigí mi mirada hacia donde Kalen señalaba desde atrás.

Ahí, no muy a lo lejos, se vislumbraba el cielo nocturno. Estábamos llegando al final de la cueva.

Gracias a la luna. Apresuramos el paso hasta llegar, y al tan solo poner un paso fuera de la cueva, lo vimos...

Por la luna...

Mil veces por la luna...

Era hermoso...

Cuesta abajo, iluminado por la majestuosa luna y las estrellas resplandecientes en el cielo, rodeado de las montañas verdes más cuidadas que había visto jamás, se encontraba un... Un gran poblado...

Luces blancas y amarillas iluminaban las casas y calles. Y si eso ya era enorme, no muy a lo lejos... Un imponente castillo gris como de película custodiaba el lugar...

Mierda...

Era...

—Éste es el centro, del reino de tus padres... –Miré a Imma con incredulidad.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora