Capítulo 22

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Capítulo 22:

—Eso es todo. –Dijo Tamara metiendo la larga aguja en mi brazo, para sacar de mi sangre. Me regaló una sonrisa que correspondí, la verdad es que no dolía.

Seguía en la habitación de antes. Todos ya se habían retirado luego de mi sentencia sobre aceptar el AL1, Kayden estuvo renuente a irse, sin embargo, tenía trabajo qué hacer, según mi tío. Blake tampoco quiso irse, pero claro que tenía responsabilidades. Era el segundo al mando después de todo.

—¿Cómo es que los encontraste? –Curioseé para romper el incómodo silencio con Tamara.

—¿A Bill? –Asentí. Tarde reaccioné y creí estar siendo entrometida, ella al percatarse, sólo me sonrió tranquilizándome. —Bueno cariño. A veces tú llegas a él, otras, él te encuentra. No sabía que él era el jefe, creí que era como yo, uno más. Me encontraron, me hablaron del "Proyecto" y acepté pensando que ayudaríamos a los chicos.

—¿Ayudarlos? –Fue su turno de asentir.

—Cuando ellos quieren reclutar a alguien, encuentran la manera de convencerte si no quieres. Ya sea, por amenazas, soborno... Tarde comprendí que, en mi caso, me hicieron creer que ayudaríamos. Que ellos estaban enfermos y nosotros los ayudaríamos. No sabía que en realidad todo era algo peor.

—¿Cómo? ¿No hablabas con los chicos?

—Nunca tuve contacto con ellos, sólo con el profesor que me enseñó todo para curarlos, una vez que estuve lista me hicieron firmar un contrato. Fue cuando me di cuenta de todo. Odié cada segundo de su maltrato hacia ellos. Di todo de mí para protegerlos de alguna manera.

—¿Y a mi tío? –Me miró de manera brillante.

—De echo tienes mucho parecido a él. –Suspiró, como si recordara algo fantástico. —Me uní a Jake, un día que lo encontré entrando a escondidas para ver a los chicos. Yo también entraba a escondidas, para darle a Nieve a Kayden. Me asusté al principio, pensando que me habían descubierto, él pensó lo mismo de mí. Luego hablamos y nos dimos cuenta de que nuestros propósitos eran los mismos, protegerlos. Fue que me contó sobre su plan. Cuando Jake sacó a los primeros, estuve a punto de renunciar, pero dejé pasar tiempo, para no levantar sospechas. Enseguida armaron éste lugar, vine aquí. Bill jamás lo supo.

—¿Entonces estás bien con ayudarnos?

—Créeme. Jamás me arrepentiría. De alguna manera me siento responsable de todos ellos. Son... La familia que nunca tuve. –Ni siquiera dudé de ella, la manera en que los veía, en que me recibió y trató, fue suficiente. —Son como mis hijos. –Admitió. —Y listo. Hemos terminado.

Parpadeé varias veces saliendo de mis pensamientos, sin creerme que ya estaba todo listo, ni en cuenta de que mi brazo ya hasta tenía un algodón. Qué rápido.

—Ahora debes comer bien e hidratarte. Mandaré a llamar para que te traigan cosas saludables. Alguien más vigilará la puerta, por si ocurre un arranque de tu poder. –Afirmé con la cabeza. Ella de nuevo era la mujer sonriente de antes.

—Gracias Tamara.

—No hay de qué. Cuenta conmigo para lo que sea Iam. Eres parte de la familia, y ésta familia siempre se apoya, en todo. –No tuve palabras, gracias al cielo, Tamara pareció notarlo, porque dudosamente me regaló un abrazo, el cual correspondí tímidamente.

Definitivamente aquí tenía una familia.

**

Inhalé profundo y me dejé caer de espaldas, finalmente había secado mi cabello. Rayos, extrañaba estar en casa, y apenas había pasado dos noches fuera. Lamentablemente me quedaría en el centro de salud, hasta estar seguros de que la medicación funcionaría. Porque era peligroso que me diera un arranque fuera.

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora