Capítulo 29

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Capítulo 29:

—No es verdad, –Captó Blake mi atención. Deteniéndose a medio camino a mi anterior habitación dentro del centro de salud. —lo que él dijo. No fue tu culpa, y si hay que buscar a uno, en todo caso, es él. Él bloqueó tus poderes desde el inicio.

—Kayden... –Fue todo lo que salió de mí, antes de soltarme a llorar. No quería que mi niño muriera. No él. No nadie.

—Él estará bien... Ha pasado por esto antes. No es novedad. Casi que es invencible. –Rio abrazándome, cosa que me indignó. ¿Cómo reía en situaciones serias? ¿Acaso le hacía feliz que Kayden estuviera mal?

Siendo brusca, me solté de él y lo enfrenté.

—Kayden está en ésa camilla luchando para sobrevivir. No despierta. ¿Y tú te ríes? –Sí, me molesté. Gracias al cielo él se puso más serio.

—Lunita dueña de mi corazón, –Intenté no enfrascarme en la forma en que me llamó. —déjame explicarte algo, necesito que me prestes atención. –Eso hice. —Para que Ian aceptara atenderte... Tuvimos que hacer un trato...

—¿Qué clase de trato?

—Si tú querías irte con él "no los detendríamos", –Abrí la boca, más no dije nada, porque seguro había más. —pero, si tú querías quedarte, él se quedaría aquí. Nos pidió un momento para hablar contigo, y aún en contra, se lo dimos. El bastardo sabía que te quedarías, entonces recurrió a la manipulación. Kayden no morirá, –Marcó en alto. —eso le hicimos creer para ver de lo que era capaz, lamento haberte asustado, perdóname, nunca te dejaríamos completamente sola con él, estuvimos tras la puerta en todo momento. Kalen tuvo el magnífico plan, de que tal vez, así Ian te soltaría información importante. Perdóname.

—Kay no morirá. –Quise asegurarme de sus palabras, las únicas que me importaron más en ése instante.

—No, –Quise golpearlo por reír. —las balas con las que le dispararon las usaban para torturarnos antes, otras para paralizarnos. No es la primera vez que pasa. Sólo lo dejaron muy adolorido, incluso recibió un paralizante que en el camino se le pasó.

—¿Por eso está pálido? ¿Cómo explicas que esté en ésa cama conectado y no despierte? ¿Y sus ojeras? –Apretó los dientes, aguantándose una carcajada. Maldito, ¿Quise golpearlo? Ganas no me faltaron. —Deja de reírte y explícame.

—Lunita preciosa... Quedó así porque no durmió, algo le calló mal en la cena, se la pasó en el baño todo el día. Finalmente, vino aquí porque no quiso dejarte sola cuando te trasladamos a la habitación. Tú sabes que él es muy inquieto, –Asentí, analizando sus palabras. —se puso a jugar con los cables hasta que calló tan rendido que ni siquiera le importó quedar conectado, luego Ian entró para hablar contigo. Y al ver la escena de Kayden, seguramente nos creyó que su vida estaba en peligro, quiso hacerte sentir culpable, cuando no es así, tú no eres culpable de nada.

» Si alguien hubiera muerto, en todo caso... –Su voz flaqueó al pronunciar lo último. Ya no había rastro de broma en su semblante. Sus tibias manos me tomaron desde la nuca para acercarme, acción por la que no protesté. Nuestras frentes chocaron. —Pudiste ser tu. Kayden despertará en unos minutos, tal vez incluso finja más para ése imbécil, pero tú... Iam, tú si estabas muy mal. Pudiste... –No pudo continuar.

—¿Te asuste? –Fui consciente de que mi pregunta era estúpida hasta que él respondió.

—Estuve aterrado... No soportaría perderte de nuevo Iam, no a menos que supiera...

—No Blake, no me perderás. No de nuevo. No me rendiría tan fácil. –Prometí mirándolo a ésas esferas platinadas. Sintiendo la cercanía de su rostro, no pude esperar para besarlo, el contacto fue dulce, sonreí entre el beso escuchando su suspiro de alivio. Luego, le di una suave palmada, simulando estar enojada. —Eres un maldito.

—Uno que te gusta.

—Awww, si ya terminaron ¿Podemos ir a ver a Imma ya? Muero por saber de ella. –Dijo una voz bastante conocida detrás de nosotros. Volteé enseguida, encontrando a...

—Kayden. –Grité y corrí hacia mi amigo retrancado de la pared, con una enorme sonrisa, con su brillo a toda potencia. En un impacto lo abracé con todas mis fuerzas. —No vuelvas a espantarme de ésa manera. –Sin avisarle, le golpeé el hombro para después volver a abrazarlo. Creo que estaba muy sensible. —Me espantaste, dolió pensar...

—Oye, no se librarían tan fácil de mí. Y en todo caso, tú deberías dejar de asustarnos. Estaba aterrado con que te pasara algo... –Repentinamente, su gesto preocupado, pasó a ser uno pícaro, moviendo sus cejas de arriba hacia abajo. —Así que más de un poder ehh.

—¿De qué hablas? –No pude evitar fruncir el ceño.

—Oh, que tienes más de un poder. ¿Blake no te lo dijo ya? Es por eso que te pusiste tan mal. No tienes sólo uno. Tienes tres. –¿Qué?

—Ya hablaremos de eso después. Ahora es momento de que compruebes lo que te dije... Que conozcas a tu hermana. –Mierda, lo había olvidado. ¿Sería posible éso? Con tantos descubrimientos y secretos, no sé por qué me seguía sorprendiendo, sólo faltaba que de pronto un poni bailarín saliera volando de la puerta, casual.

Asentí y nos dirigimos a la habitación no tan lejana. Justo a punto de que B abriera, hice una pregunta.

—¿Hace cuándo que llegaron?

—Casi una noche. –¿Una noche? Notando mi desconcierto, Kay continuó. —Las horas de viaje. Luego negociaron con Ian, que te atendió como por ocho horas. Te dejamos descansar, fuimos a cenar, dormiste mucho, yo no dormí porque algo me enfermó, te fui a cuidar, y finalmente: Jake, Tamara e Ian me despertaron discutiendo, y tú ya no estabas. Ya es hora de desayunar, así que sí, hace casi una noche.

—Iam, sé lo que intentas, y déjame decirte que no puedes evitar esto haciendo preguntas. Si no es ahora, ¿Cuándo? –Me descubrió Blake. A veces odiaba que me conociera tan bien, otras, adoraba que lo hiciera.

—Bien. –Exasperé. —Lo sé, sólo estoy nerviosa, déjame prepararme mentalmente para esto.

—¿Lista? –Asentí luego de unos segundos.

—Muy lista.

—Bien. –Y abrió la puerta de par en par con un leve empujón.

La habitación en la que me quedaba antes se encontraba con las luces encendidas, en la cama una pequeña pelirroja/rosa descansaba jugando con Mei y Ekain, dándome la espalda.

Una corriente recorrió mi espina dorsal, porque nunca creí ver a alguien más con el color de mi cabello.

Mi amiga, percatándose de nosotros, sonrió tan grande y corrió para recibirme en un fuerte abrazo que casi me dejó sin aire.

—Iam, estás bien. No sabes cuando me espantaste. ¿Te sientes mejor? ¿Necesitas algo? ¿Por qué no estás acos...? –Abrió en una O gigantesca la boca para después, susurrarme confidencialmente con voz chillona. —Vienes a conocerla.

—Sí, a eso vengo. –Le regresé el susurro. Asintió con una sonrisa grande y carraspeó la garganta ganándose la atención de los dos pequeños. Mi corazón volvió a detenerse ante la sorpresa, ésa pequeña realmente tenía mis facciones, de no ser por sus obscuros ojos, fácilmente podría ser mi vivo reflejo de pequeña.

—Imma, quiero presentarte a una amiga. –Le dijo dulcemente Blake que, desde atrás, me instó a acercarme. Se agachó hasta estar a su altura, le extendió su mano y dudosamente Imma la tomó, bajando de la cama.

—Ella es Iam. –Habló Blake dejándome a la vista. —La persona de quien tu mami te habló. 




*****

Kayden, Kayden, Kayden... Los rezos por él funcionaron, ya vieron que está bien jiji. :D

¿Se imaginaron que fuera así? ¿Creyeron en algún punto que la luna se lo llevaría? Cuéntenme, ¿Qué piensan? 

En fin, espero el capítulo les haya encantado... Yo estoy muy feliz de ver que siguen acompañándonos en ésta aventura tan particular. Muchísimas gracias, de parte mía y de los personajes... <3

Blake | Solo en mi cabeza. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora