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Ella mira con desagrado su muñeca, el dolor era signo de que habría una marca luego, será difícil cubrirlo luego pensó hasta que tuvo que sostenerse para no caer. El avance rápido del soviético hacía que tropezara cada tanto, lo que la obligaba a agarrarse con la otra mano el brazo del contrario. Levanto la vista hacia quien la llevaba, el ancho pecho del comunista evitaba que viera el panorama así que no estaba segura hacia donde la llevaba. Se resignó, se había acabado su farsa, ella estaba acabada. Lo sabía, no había forma de escapar. Fue descuidada, nunca imagino que el pelirrojo la descubriría. ¿Por qué había ido a buscar a los pequeños? Se preguntó. Bufo frustrada, suponía que había sido cuestión de suerte y al aparecer ese día ella no la tenía. La jalo con mucha más fuerza, lo que provoco que soltara un leve quejido. Cuando llegaron a la base, los soldados abrieron paso al verlos. Ninguno dijo nada ni se interpuso, eso no la sorprendió. Nadie cuestionaría las acciones de URSS, incluso si cometiera alguna injusticia. Él les grito un par de órdenes que los saco de su ensueño por lo que estaban presenciando, principalmente que fueran a por los pequeños que se habían quedado en el bosque. 

Caminaron por mucho más tiempo del que se imaginó, no estaba segura, pero habían llegado a la oficina de este. Probablemente queriendo comprobar que cualquier cosa que dijera fuera verdadera, mejor dicho si tenía una identidad. La soltó de repente y se paró delante de ella, parecía querer asesinarla. Su aura la oprimía, dificultándole respirar - говорите сейчас / Habla - dijo frío. Eso calo en sus huesos, URSS no necesitaba de gritar para intimidar. Con solo pronunciar unas cuantas palabras era suficiente para amedrentar a cualquiera. Su actitud fría y siniestras evidencia del porqué era una gran nación, que nadie podía contra él. 

Trato de enfrentarlo, pero no salía palabra alguna de su boca. El ambiente era demasiado pesado, ¿Qué podía decir? Si sus labios se negaban a moverse. ¿Debería tratar de engañarlo? ¿Mencionar que pertenecía al escuadrón 588, las denominadas Brujas de la noche? Esa sería una buena cuartada, pero dudaba que URSS creyera en su palabra. ¿Que tenía que hacer? ¿Podía salir corriendo?, no eso sería empeorar las cosas. Su mente divagaba de un lado al otro, sin tener una solución clara. ¿Que hacer? ¿Que hacer? Esa pregunta se formulaba una y otra vez en su cabeza.

- Я приказал тебе говорить / Te ordene hablar - Dijo mucho más grave, empezaba a molestarse. Sin obtener una respuesta, se cansó, la cogió del cuello y la levanto del suelo - Крыса / Una rata - pronuncio con asco - немецкий шпион / Una espía alemana.

Sintió sus pies despegarse del suelo, realmente la iba a matar, cogió ambas manos su brazo en un intento de liberarse. Miro con desesperación aquellos ojos amarillos, se le dificultaba respirar poco a poco. La desesperación invadió su cuerpo, ¿Realmente así acabaría su vida? 

Su cabeza empezaba a divagar por la falta de oxígeno, no podía concentrarse. En esos momentos la imagen de Reich vino a su mente, había estado aliviada cuando pudo salir poco antes de la intervención en Francia. No se imaginaba que podría pensar Reich, cuando todo se llevara a cabo, incluso ahora no tenía idea de lo que él podría estar pensando. Técnicamente, nunca le mintió, nunca le dijo nada respecto a las acciones de los aliados, todo fue a través de documentos falsos. Así que no podía culparla, no lo había traicionado ¿No? Tal vez él la hubiera asesinado cuando volviera, así que la situación actual no era nada diferente a lo que tenía que suceder. Lentamente, sentía como perdía fuerza, empezaba a perder la conciencia. En esos últimos momentos la figura de otra persona llego como un rallo de luz. Eso la molesto, no se había despedido adecuadamente de Alemania, él aún esperaba que regresara. Ese niño se quedaría solo en algún momento, pero al menos quería permanecer un poco más a su lado. No quería abandonarlo, así que no podía desaparecer ahora. 

Con las pocas fuerzas que le quedaban logro apretar las manos que la tenían prisionera - U ... UR ... URSS - pronuncio con dificultad. Sus miradas se encontraron nuevamente.

 - No es posible - Él vio con asombro como progresivamente aquellos orbes avellanas empezaban a tornarse en un dorado brillante. Como los colores blanco y rojo comenzaban a aparecer en su piel, y como su extensa melena empezó a teñirse de rojo carmesí. El espectáculo fue maravilloso ante sus ojos, incluso haciéndole olvidar que ya lo había presenciado anteriormente. Una hermosa figura como nunca antes había visto se encontraba frente a él. Sonrió sombríamente, ahora podía entender el cómo había conseguido acercarse a Reich. 

Una belleza exótica, una adquisición singular, una mariposa roja esas había sido las palabras que una vez escucho de su amigo. Soltó una carcajada, a ella se refería, ella era a quien el germano recordaba con posesividad. ¿Que dijo esa vez? Es un secreto, que solo yo quiero tener. Soltó lentamente su agarre, haciendo que ella caiga al suelo. 

El frío suelo la recibió, el aire entro frenéticamente a sus pulmones, llevo su mano a su garganta. Estuvo a punto de morir, su cuerpo tembló ante ese hecho. Él realmente había intentado matarla, sintió miedo. Algunas veces, hace mucho, había estado al borde de la muerte, pero nunca lo había experimentado de esa manera. Nadia había intentado matarlo deliberadamente, a pesar de que había estado en guerra, la mayor parte con sus hermanos vecinos, no creía que ellos quisieran asesinarlo de verdad. 

URSS la miro por un momento, contemplando su figura, parecía hipnotizado. Era poco común ver un country femenino, tan escasas que podías contarlas con los dedos de las manos. Incluso él había visto a alguna, den entre ellas, podía recordar a Francia y la actual pareja de América. Nada parecido a lo que tenía delante, se acercó a ella y se inclinó. Tan rojo como la sangre, cogió uno de sus mechones y se lo acerco. Un aroma frutal lo invadió, sus labios se curvaron inconscientemente. Una idea cruzó por su mente, si no llegaba a capturar a Reich tendría lo que tanto guardaba con recelo. Tendría su premio de consolación ...

 Tendría su premio de consolación

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Nota 1: El 588.º Regimiento de Bombardeo Nocturno, conocido por las tropas alemanas con el apodo de «Brujas de la Noche» fue una unidad de bombardeo de la Unión Soviética que estuvo activa desde 1942 hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial,​ y estaba formada exclusivamente por aviadoras militares.

Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora