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El sonido de la carne al ser golpeada se podía escuchar en aquella habitación, el carmesí de la sangre manchaba las paredes. El leve quejido y la respiración entre cortada de alguien se podía oír a través de la puerta. Lima apretó los puños, aunque no era una situación común. Aún tenían que mantener su dignidad de State y no perder los estribos. Suspiro, cansada, sabía que estaban molestos, pero eso no era una excusa para actuar de tal manera. La imagen de cierto Pasqueño le vino a la mente, él acariciaba tiernamente su vientre susurrándole como era su padre. Padre, esa era la palabra que había quedado en su mente en aquel momento. Berlín era el padre del bebe que ahora tenia en su vientre su hermano, y como tal tenia derechos. Tal como los humanos cuando tenían crías, una familia. Quisieran o no, ahora Berlín era parte de su familia.  Claro, solo si este se haría responsable de Pasco, sus ojos se oscurecieron, si no fuera así ella se encargaría de matarlo. Y no le importaría lo que dijera su padre. 

Respiro profundamente, ante de entrar, cubrió su nariz con un pañuelo perfumado. Odia el olor a la sangre, le traigan malos recuerdos. En medio de aquella habitación se encontraba un hombre de cabellos rojos amarrado a una silla, gotas gruesas de sangre recorrían su frente y su rostro. Sus ojos parecían muertos, vio como recibía un nuevo golpe por par de Piura. Ninguno de ellos hablaba, únicamente los puños volaban de un lado al otro. 

- ¡Paren de una vez! - les grito - ¿Que creen que hacen?

- Lima, no te metas - le respondió Junin, que estaba al costado del rehén. 

- Tiene que pagar cada lágrima que ha derramado - menciono Piura con voz sombría.

- Están dementes - menciono ella - ¿Acaso piensan que esto solucionara las cosas? - Ninguno de ellos le respondió - Lo único importante ahora es poder mantener esto en secreto - tanto de persuadirlos - Recuerden que en estos momentos hay una guerra a nivel mundial, los ojos de las potencias están sobre todos los países. Aunque permanezcamos neutrales, no quita que podamos ser señalados por el simple hecho de tener relaciones con los alemanes. - Había tanto que tomar en cuenta, los asuntos políticos a nivel global también eran cruciales. - En estos momentos no podemos llamar la atención internacional, no mientras, no sepamos si Pasco podría estar bien - Un silencio inundo la habitación - Podrían quitárnoslo, nosotros incluso podríamos ser separados. Todo para poder saber como es posible - Miro a cada uno - No sería agradable que experimentaran con cada uno de nosotros - Esperaba poder calmarlos - Él podría ayudarnos a resolver esa incógnita, así que déjenlo en paz.

El más alto frunció el ceño.- No se acercara a Pasco - menciono Junín mientras se dirigía a la salida y le daba una señal a Piura para que lo siguiera. - No he acabado aun, Lima- formulo amenazante - No hasta que este seguro que mi hermano estará a salvo.- Finalmente se escuchó el sonido de una puerta al cerrarse. 

- Eres un desastre completamente - Lima menciono poco después de que estuvieran completamente solo - No te preocupes, los médicos vendrán pronto - Menciono mientras limpiaba su rostro con el pañuelo - Me disculpo, por su comportamiento - Expreso, pues él aún era una capital extranjera. Tenia protocolos que seguir y uno de esos era mantener las relaciones en paz.

- Pasco - Susurro levemente - ¿Cómo está?

Ella lo miro detenidamente por un momento, sus ojos parecieron brillar al mencionar al menor. Realmente estaban enamorados, pues ese mismo brillo tenia el pequeño cuando menciono a aquella persona - Bien - fue lo que le respondió - Ahora está con nuestro, Padre - menciono con cuidado - ¿Quieres saber sobre el bebé? - preguntó sorprendiendo al más antiguo. 

Este no supo que responder - Si - susurro al final.

- Los doctores dicen que crece como un humano común - dijo con cautela - Está sano y fuerte, según el último chequeo que tuvo, se espera a que nazca en unos meses. - Espero un momento, para ver si tenia alguna respuesta, pero el contrario no volvió a hablar - Hay algo que quiero preguntarte - Interrogo - ¿Estuviste con Pasco solo en su forma masculina? 

Berlín abrió los ojos antes la pregunta y los recuerdos llegaron a su mente. Una noche, de las tantas en que estuvieron juntos, en la que sus cuerpos se juntaron. 

- ¿Puedes cambiar al igual que Perú? - esa pregunta siempre quiso hacerle desde que lo conoció. Si eso era posible, entonces él también podía. Le gustaría ver cuál sería la apariencia contraria del pequeño.

- Si - respondió tranquilamente - Mira - dijo inocentemente. Los cabellos amarillos crecieron y una figura femenina aprecio enfrente de él. Era hermoso ante sus ojos - Pero no te puedo decir como hacerlo - expreso con una pequeña risa. Una risa realmente dulce, no pudo controlarse y tomo sus labios al igual que su cuerpo.

 - Responde - expreso molesta la limeña, pues se había quedado callado - Estuviste con Pasco solo en su forma masculina.

- No - contesto al final - Una vez, estuve con él en su apariencia femenina.

- Bien - Eso era un progreso, anatómicamente, en ese caso era posible un embarazo. Pero, ese no lo único necesario para reproducirse. No era posible, ya que no había sucedió. Así que tenia que haber algo más - Gracias, no quería hacerle esta pregunta a Pasco - agradeció sinceramente - Sería vergonzoso - menciono más para sí misma.

- Déjame ver a Pasco - solicito decidido - Te dire lo que quieras, pero déjame ver a Pasco - Necesitaba verle, quería verlo.

- No, hasta que esté segura de que estará bien - murmuro.

- También es mi hijo, tengo derechos - expreso molesto.

Lima lo miro por un segundo. Había tratado de ocultar esa idea durante todo este tiempo, tratando de evitar que el problema sea más grande, más ya no era posible. Pues necesitaba su ayuda - Si es como cuando hay un sucesor de un country, después del parto - Apretó los labios - Pasco podría morir. 

Nota 1: A Pasco le gusta más su apariencia masculina

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Nota 1: A Pasco le gusta más su apariencia masculina. Por eso la mantiene aun cuando tiene su pancita. 

Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora