🙞 𝒳𝐿𝐼𝐼 🙝

131 22 0
                                    

El ambiente se había tornado tenso, todos los hermanos permanecían en silencio. Junín había detenido su paso al escuchar al menor. Lo miro serio, pero luego soltó una carcajada agridulce - ¿Amor? - pregunto incrédulo - Pasco, eres muy joven - le dijo - ¡¿Como puedes decir que amas a alguien a quien, seguro acabas de conocer?! - reclamo gritando - Ni siquiera has salido del país, no sabes como son los otros States. - expreso frustrado - Te has dejado engañar, estoy descep... 

No termino de hablar porque Lima lo interrumpió - No digas algo que no sientes, Junín - formulo seria - Te puedes arrepentir luego - lo desafío.

- Dime, Lima - el ojiverde camino en hacia ella - ¿Como ese alemán llego a Pasco, si primero tiene que pasar por tu territorio? 

- Sabes bien que no puedo estar al pendiente de todo lo que pasa a mi alrededor - Expreso molesta - ¿Donde estabas tú, en todo caso?

- ¡Ya basta, ustedes dos! - los detuvo La Libertad - No es momento de pelear - trato de tranquilizarlos - Estamos aquí por Pasco, así que dejen sus riñas de lado. 

Junín exaltó molesto - ¡Callao, los buques ahora! - volvió a llamar al chalaco - Y Lima es mejor que empiezas a redactar la declaración de guerra.

La limeña se interpuso en su camino - No podemos apresurarnos en este momento - trato de razonar con él - Esto no es nada fácil, y más sin mamá - Empezaba a cansarse.

- Hermanos, por favor - intento intervenir nuevamente La libertad - Esto es serio, no debemos pelear.

- ¡¿Alemán?! - se escuchó una voz seria detrás de los tres que discutían - Un maldito europeo se atrevió a tocar a Pasco - Piura que había seguido a su hermano mayor - Lima, ¡¿Quien?! - Exigió.

-  No es momento para esto, Piura - respondió Lima - ¡Ya! - Froto su frente frustrada - ¡Les pedí que nos reuniéramos para poder proteger a Pasco! - Alzó la voz. - ¡Acaso creen que esto es normal, hace poco pensábamos que era imposible reproducirnos! - Se dirigió a cada uno de ellos - ¡Saben que pararía si el mundo supiera de esto! - Había perdido la compostura. - ¡Podrían quitarnos a Pasco! ¡No solo eso, nosotros no estaríamos a salvo! ¿Cuan valioso sería un State fértil? 

- Esto es peor - dijo Arequipa seria - Si Pasco pudo quedar en cinta, ¿Que quita que mamá no pueda? Después de todo nosotros somos parte de ella.

La limeña sintió su cuerpo temblar - Mamá - susurro. Deberían hacer que vuelva lo antes posible, reflexionó.

- Protegeremos a Pasco - dijo Cuzco que había estado al lado de la limeña - Nadie saldrá y nadie entra al territorio.

- Como quieran - se resignó Junín - Pero si vuelvo a ver a ese alemán, no dudes que lo mataré - amenazó mientras salía dando un portazo a la puerta.

Cierto peliazul contemplaba con temor toda la discusión que sus hermanos y hermanas protagonizaban. Miro el suelo con un ánimo decaído, él había permitido entrar al germano a tierras peruanas. Chasqueo la lengua frustrado, ellos no habían visto lo que él sí. Como es que Pasco miraba a Berlín y como este lo miraba de vuelta. El chalaco creo que realmente estaban enamorados, aún lo creía, pero esto había tomado un rumbo peligroso. Saco un pedazo de papel que había llevado con él. No estaba seguro si se arrepentiría después, pero escribió un par de líneas y doblo la carta.

"Pasco geht es gut, keine Sorge. Bitte komm nie wieder "

"Pasco está bien, no te preocupes. Por favor, no vuelva nunca más"

Atte. Callao

╰⊱♥⊱╮ღ꧁꧂ღ╭⊱♥≺╯

Estaba ansioso, solo tendría que mirar hacia arriba. ¿Que clase de país seria? ¿De donde seria? Se removió inquieto en la cama, tratando de girarse. Lucho un momento, pues estaba fuertemente agarrado, necesitaba voltearse para poder verle el rostro. Aunque sea un poco, solamente un instante para poder apreciarla. Aquella que había llegado sin previo aviso y que  demostró una gran fuerza. Ella que lo había consolado cuando Filipinas partió, ella que se había enfrentado a su padre. Ella que le sonreía a pesar de que lo miraba con tristeza, quería saber quien era, necesitaba saberlo, quería saber más de ella y tal vez en el futuro ... 

Las puertas del dormitorio se abrieron de un golpe, varios soldados ingresaron y enfrente de ellos estaba su padre. Imperio Japones ingreso a la habitación y los examino con la mirada, especialmente a la mujer que aún dormía abrazada al pequeño. No dijo nada hasta sus ojos se cruzaron con los del menor - 日本 / Japón - lo llamo, eso sorprendió al pequeño. Pues pocas veces su progenitor le dirigía la palabra o simplemente le miraba - それはあなたのクラスの時間です / Es tiempo de tus clases - mencionó mientras se acercaba. Cogió al pequeño que estaba completamente absorto por lo que pasaba, el nipón mayor nunca se había comportado así con él - あなたは遅れます / Llegaras tarde - dijo mientras caminaba con él en brazos. Frunció el ceño, ¿acaso seguía durmiendo? ¿Esto era parte de un sueño? Miro a su padre con intriga, el país del sol naciente tenia una postura seria, pero aun así lo tomaba con delicadeza. 

- お父さん / Padre - trato de hablar.

- 教えて / Dime - le respondió. 

- これは夢ですか?/ ¿Esto es un sueño? - pregunto inocente.

- だったらいいのに /Sería bueno que lo fuera - contesto. El niño fue pasado a uno de los soldados que lo cogió con gentileza - 彼を先生に連れて行ってください / Llévenlo donde sus profesores - ordeno. Japón salió de su ensueño, trato de volver su mirada hasta la mujer que aún dormía en la cama, pero su visión fue obstruida por la imagen de su padre. Acaso, ¿le hará lo mismo que a Filipinas? 

- いいえ! / ¡No! - grito para intentar bajar de los brazos del soldado, pero fue sacado de ahí rápidamente. Solo pudo ver las puertas cerrarse con la silueta de un sol naciente, el rostro de su progenitor, ocultarse tras de esta. Sintió miedo ...

 Sintió miedo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora