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Había pensado arrojarlo en algún cuerpo de agua, pero lamentablemente no había encontrado ninguno. Aun así lo soltó en un par de arbusto que había cerca. Poco después de escuchar sus quejidos descendió a su lado, estiro sus brazos.  Había sido un largo camino, pero si  contratiempos felizmente. No hubiera sigo agradable toparse con alguna fuerza aérea, odiaría tener que dar explicaciones, o peor aún, que lo confundieran y que le empezaran a disparar. Froto su cien en forma de cansancio, tuvo que volar bajo para evitar ser detectado por los radares. Estaba exhausto, sin duda dormiría un par de días, hizo crujir su cuello, no volvería a cruzar medio mundo cargando a alguien a cuesta. Si ya solo era difícil, tener a alguien era peor, suspiro agotado por todo. Eso era todo, pensó finalmente. Dirigió su mirada por última vez a Berlín, quien se acomodaba sus ropas y se quitaban alguna que otra hoja que había quedado atrapada en su cuerpo. Era momento de despedirse. Camino hacia él y extendió su mano - Diría que fue un placer estar contigo, pero mentiría - dijo en un tono serio. 

El germano pareció comprender sus palabras - Aun así, es fue un placer conocerte un poco más - trato de alabarlo de alguna manera. De todas formas era el padre de su pareja. 

- Somos familia - menciono frío como no queriendo admitir eso último - Nos cuidamos entre nosotros - expreso vagamente - No sé que depara el futuro para ti - formulo mirando hacia los alrededores, estaba seguro de que había llegado lo más cerca de la ciudad principal. Aún no han llegado a la capital, reflexionó. - Solo no mueras - aconsejó.

- Tengo algo importante por el cual vivir - dijo el germano firme. Pues tenia a dos personas que esperaban por él.

-  Tal vez - expreso mientas reflexionaba - Algún día, ya nada de esto será un secreto - le dijo - Pero por el momento es mejor mantenernos alejados - afirmo - Espero no tener que buscarte. 

El berlinés asintió con la cabeza - Solo si es sumamente crucial - pidió. 

- Claro - menciono Perú mientras volvía a alzar vuelo - Una cosa más - menciono esta poco antes de desprender sus pies del suelo - Alemania - susurro - Cuídalo si puedes - solicito.

El alemán lo miro sorprendido - Veré que esté lo mejor posible - prometió recibiendo un asentimiento de cabeza del contrario - Adiós - concluyo mientras se inclinaba mostrándole respeto al country que empezaba a desaparecer entre las nubes. Se quedó parado un momento en aquel lugar, todo había sido tan irreal, pensó, tan extraño y extraordinario a la vez. Apretó los puños y volteo para dirigirse a la ciudad que aún se reusaba a rendirse. 

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Abrió sus dorados ojos poco antes de que los rayos del sol ingresaran por la ventana. ¿Cuanto había dormido? Se preguntó mientras se recomponía sobre la cama. El cálido color anaranjado del amanecer lo recibió, un par de días concluyo. Se levantó para lavarse el rostro, aun tenia algo de tiempo antes de la reunión. Se vistió lo mejor posible para salir hacia las frías calles de Londres. Tenia esperanzas de comer algo antes de tener ir a su encontró, pero esas ilusiones se vieron arruinadas cuando diviso un auto negro aparcado enfrente del pórtico. Chasqueo la lengua molesto, realmente lo tenia vigilado, eso no era bueno reflexiono. Miro por última vez la casa que le había costado tanto obtener como residencia temporal en aquella ciudad. Lástima tenia una buena vista, se lamentó. Tendría que buscar otra, pues no era conveniente que supieran donde podía esconderse si lo necesitaba. No le gustaba estar en la mira de ningún country.

Tomo aire antes de ingresar en el auto, por suerte estaba solo y no tendría que entablar alguna conversación innecesaria con algún State. El recorrido fue tranquilo y la llegada también, de nuevo en aquel palacio, tal vez un poco de consideración supuso. No espero a que alguien lo guiara, conocía bien aquel lugar, aquel castillo que en su infancia recorrió, el Castillo de Windsor. Se dirigió hacia donde se suponía que estaría esperándolo, el gran comedor, seguro esperaba que desayunaran juntos. 

Abrió la enorme puerta sin ser anunciado claramente, como lo suponía a la cabeza de la gran mesa se encontraba Reino Unido con diversos aperitivos enfrente. Este sonrió ante su presencia, pero esta se borró poco después de verlo bien. 

- Esperaba que llevaras un vestido - menciono mientras dejaba la copa que tenia en la mano sobre la mesa.

- Saludos a su majestad - expreso Perú en una leve inclinación - Lamento decepcionarlo - se disculpó finalmente - Pero esta es una mejor apariencia.

- Es una lástima - murmuro para sí mismo poco antes de señalar un asiento a su costado  - Toma asiento - El pelirrojo asintió y se dirigió hacia la posición que habían preparado para él. Leves vestigios de su pasado aparecieron ante sus ojos, leve leves recuerdos de su infancia, la de una pequeña que fue llevada ahí para su educación. Sacudió disimuladamente la cabeza para quitar esos pensamientos y se sentó en silencio - Me alegra que hayas tomado mi consejo - menciono para continuar consumiendo sus alimentos.

- No podría desaprovechar tal oportunidad - afirmo el peruano para luego beber del vino de su copa - Si me permite preguntar - Continuo - ¿Por qué me cito a este encuentro?

U.K. precio levantar su vista por un momento - Has realizado una gran contribución - Expreso mientras ordena a los asistentes dejarlos solos - Aunque nadie este enterado, quería retribuírtelo de alguna manera.

- Comprendo, pero la información que me dio es suficiente - Le era incómodo compartir la mesa con el europeo, pero no desperdiciaría la comida así. Suspiro para luego llevarse un pedazo de pan a su boca.

- No soy alguien que le guste quedar en deuda - expreso este.

- No me gustaría beneficiarme por la muerte de tantos combatientes - dijo el pelirrojo - No sería justo.

- Aun así, recupere a mi esposa - volvió a intentar convencerlo. 

Perú miro su plato por un momento, conocía bien a U.K. no daría su brazo a torcer fácilmente. Que se sintiera en deuda con él, sería un dolor de cabeza por mucho tiempo. Era mejor zanjar con ese problema ahora. Respiro pesadamente ante de hablar - El niño - murmuro - El heredero de Nazi - El peli azul lo miro serio, no le agradaba escuchar aquel nombre - Necesitará de alguien que lo guie de ahora en adelante - formulo con firmeza. Tal vez con aquello podría disminuir el dolor de haberlo dejado, pensó. 

- No dejas de sorprenderme - Cogió la servilleta que estaba a su costado y se limpió cuidadosamente para luego levantarse - Tendré en consideración tu petición, disfruta de la comida - Menciono antes de salir de la habitación y dejarlo solo. 

El sonido de la puerta al cerrarse se inundó el lugar - Alemania - murmuro el sudamericano. El niño algún día podría perdonarlo, se cuestionó. Solamente quería que estuviera sano y bien.

Nota 1: Perú tiene varias propiedades en diferentes ciudades, esto es porque no le gusta quedarse en hoteles

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Nota 1: Perú tiene varias propiedades en diferentes ciudades, esto es porque no le gusta quedarse en hoteles. Además de que las suele usar cuando quiere darse una escapada. 

Nota 2: El castillo de Windsor es un palacio y residencia real situado en Windsor, en el condado de Berkshire, Reino Unido, notable por su antigua relación con la familia real británica y porque encarna casi un milenio de historia arquitectónica. El castillo original se construyó en el siglo XI, tras la conquista normanda de Inglaterra por Guillermo I el Conquistador. Desde tiempos de Enrique I de Inglaterra (r. 1100-1135) ha sido habitado por todos los monarcas británicos.

Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora