Secretos de un pasado tormentoso

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La habitación blanca contrasta con todo el instrumental médico. En una camilla se encontraba un alemán descansando y a su costado un pasqueño pelando una manzana. Los médicos habían dicho que a pesar del incendio no sufrió quemaduras mayores, pero que permanecería en observaciones por el humo que pudo haber inhalado.

- El doctor dijo que dentro de unos días podrías irte - menciono Pasco - Toma - le extendió la manzana picada.

- Gracias - le dijo mientras cogía el plato que le extendía y rozaba su mano. El menor se sonrojó ante la acción de este - Al menos puedo estar más tiempo a tu lado - sonrió de forma coqueta. Adoraba ver las mejillas del menor tornarse carmesí - ¿Puedo saber quien me atenderá? - parecía incrédulo, pero esperaba que fuera el muchacho.

El joven empezó ponerse nervioso - Yo me quedaré contigo hasta que te recuperes - pronunció de forma baja. Él había decidido estar al lado del germano pues de alguna manera era su anfitrión, además no podía dejar a un herido solo. Dejarlo solo tampoco era una opción, de alguna manera tenía que mantenerlo vigilado por cualquier cosa que buscara hacer. Lima estaba demasiado ocupada y Callao había decidido quedarse a ver el buque que logro rescatar. Sus demás hermanos dijeron que no era su problema así que no pensaban ayudarlo. 

Los ojos azules del mayor parecieron iluminarse - Eso suena fantástico - hablo mientras tomaba su mano.

- Señor Berlín, espero... - intento disculparse, pese a que no fue su culpa.

- Solo Berlín - le interrumpió - Llame por mi nombre, por favor, deja las formalidades de lado - pidió.

- Está bien - Aunque no estaba seguro de las intenciones del mayor, hasta el momento no había hecho nada sospechoso. Así que estaría bien por ahora, decidió levantarse y traer un poco de agua, pero él lo detuvo.

- ¿Me permites llamarte por tu nombre? - Le pregunto.

¿Por qué su corazón late rápidamente cuando lo toca? - Claro, puedes hacerlo.

- Pasco - ¿Por qué su nombre sonaba tan lindo cuando salía de sus labios - Es un lindo nombre - ¿Qué tenía ese hombre, porque parecía tener efecto sobre él?

- Señor ... Digo Berlín iré a traerte un poco de agua - tenía que salir de esa habitación o sentiría que su corazón estallaría. 

- ¿Podrías traerme también un poco de comida? - solicito mientras acariciaba su mano y le depositaba un leve beso en esta - Por favor.

- Por supuesto - pronuncio a duras penas. Salió rápidamente del cuarto, mientras el alemán tenía una gran sonrisa en su rostro. Aquel pequeño había cautivado su corazón y  solo tenía un pensamiento en su cabeza, Pasco sería solo para él. Quería su corazón y su cuerpo, lo quería todo de él. ¿Alguien se podía enamorar a primera vista? Si ese era el caso, él quedó completamente hipnotizado por aquel peli amarillo de mirada verde. 

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Sintió su sangre hervir, era una opción que no pensaba estar dispuesto a aceptar. ¿Si no tenía alternativa? La quería, pero tenía una guerra que ganar. ¿Estaría dispuesto a sacrificarlo todo para obtener la victoria? Las personas son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir sus ambiciones, no importa dañar a quienes quieren. 

- Nein / No - dijo enojado - Sie wird nicht mit dem Feind gehen / Ella no ira con el enemigo - estaba frustrado, pero la petición de Imperio Japones no era descabellada - Sie wird an meiner Seite bleiben / Ella permanecerá a mi lado - pero era reacio a aceptarla con facilidad.

- ナチス、私たちが何かをしなければ私たちは死ぬでしょう / Nazi, si no hacemos algo moriremos - apretaba los puños con fuerzas. Desde que apareció su hijo y tuvo el desarrollo adecuado lo estuvo entrenando para que pueda dirigir su territorio de la mejor manera. Si bien no estaría vivo en el futuro, esperaba poder estar con su hijo más tiempo o al menos hasta antes de que se desarrolle completamente - 息子を一人にするつもりはない / No pienso dejar a mi hijo solo.

El oriental tenía razón, pero no quería dejarla ir. No despues de tanto tiempo que había esperado - Ich glaube nicht, dass sie es akzeptieren wird / No creo que ella lo acepte - trato de persuadirlo para que desista.

- 私は彼がそうするだろうとは思わないが、彼にはそうする理由があるだろう。 / No creo que lo haga, pero tendrá razón para hacerlo - dijo de una manera aterradora, algo estaba planeando.

- Was denkst du? / ¿Qué tiene en mente? - pregunto de manera calmada, aunque no esperaba algo bueno de su parte.

- どうやら彼はあなたの息子をとても愛しています / Al parecer quiere mucho a tu hijo - Estaba desquiciado, pretendía amenazar a Perú con Alemania. Si bien le había permitido a la pelirroja estar cerca del pequeño, no pensaba que eso traería consecuencias a futuro.

- Sie werden Deutschland nicht benutzen, oder? / No piensas utilizar a Alemania, o ¿si?

- 彼らの領土を攻撃することは、私たちが持っていない軍隊と兵器の浪費と同様に、より損害を与えるでしょう。/ Atacar su territorio sería más perjudicial, además de un desperdicio en tropas y armamentos que no tenemos - dijo serio - 彼女は子供が大丈夫であることを確認するために何でもします、私たちは彼女を怖がらせる必要があります / Seguro haría cualquier cosa para que el pequeño esté bien, solo tendríamos que asustarla.

- Sie ist nicht dumm und du weißt gut, dass ich meinem Sohn nichts antun kann / Ella no es tonta y sabes bien que yo no puedo dañar a mi hijo - mencionó.

- あなたはしません、私はします / Tú no, pero yo si - dijo serio - 彼女はどういうわけか私たちに協力しなければならないでしょう / Ella tendrá que cooperar con nosotros, de alguna manera - Estaba decidido, solo necesitaba que Nazi estuviera de acuerdo con él - 彼女を同盟国の側に置くことは、この戦争で私たちに戦術的な利点を与えるでしょう / Tenerla dentro del bando de los aliados nos dará ventajas tácticas en esta guerra - Insistió en convencerlo - 考えてみてください / Solo piénsalo - le dijo - それは絶好の機会であり、勝つ可能性が高くなります。彼女は私たちが武器や物資について必要な情報を私たちに与えることができました。/ Es una oportunidad de oro, tendremos más posibilidades de ganar. Ella podría darnos la información que necesitamos sobre el armamento y suministros - Fue lo último que dijo antes de levantarse de irse. Solo pudo escuchar el sonido de la puerta al cerrarse. Realmente era un buen plan, pero las consecuencias de llevarlo a cabo eran peligrosas. Dañar a su hijo y luego a ella, perderla después de recuperarla era una maldición. ¿Qué tendría que hacer ella para ganar su confianza? No quería pensar en eso, no cuando recordaba a cierto hombre con un parche de quien hace un tiempo estuvo enamorado y de quien no pensó que tendría un lado más oscuro. No podía mandarla con él, no mientras aun pensara que podía ganar de otra forma. 

Ese pequeño country era suyo, era un tesoro que había conseguido y no pensaba dejar. Se levantó y salió del despacho dirigiéndose a su habitación. Ella estaba sentado en el borde de la cama cepillando su amplio cabello rojo, su aroma lo embriagaba con ese toque de canela y miel - Solo vine a recoger unas cosa - dijo con su melodiosa voz - Dormiré con Alemania - tan terca y reacia a aceptar lo que le pedía. Eso era parte de su encanto, pequeña, pero fuerte y con una mirada que parecía calmarte con tan solo mirarla, pero que ocultaban secretos que él no podía ver. La tomo de su mano y la acerco a su cuerpo para besarla, y ella lo recibió sin oponerse. La recostó en la cama mientras desataba su camisón y dejaba ver ese hermoso cuerpo que lo volvía loco. Ella gimió al sentir su toque sobre sus dos montículos y no pudo contenerse más quería. Necesitaba estar dentro de ella, esa noche sería larga.