🙞 ⅩⅩⅩⅥ 🙝

142 21 5
                                    

- Eres igual a ella - dijo inconscientemente. Ilaya asintió mientras extendía su mano tratando de limpiar las lágrimas que resbalaban por su mejilla.  Filipinas, quien alguna vez fue la arrogante y orgullosa capitanía de Nueva España, su primer encuentro no había sido agradable según recordaba. Al ser una de las principales colonias tenia una gran dignidad, tanto que no dejaba que cualquiera la llamara por su nombre, por lo que al haberla nombrado se había enojado. Claro que esto no duro mucho cuando se enteró de que él era un Virreinato. Capitanía General de Filipinas tan segura de sí misma y deslumbrante a su vez, había manejo con suma facilidad el comercio de plata con China cuando aún estaban bajo el yugo de su abuelo. Aunque el intercambio de este mineral con insumos y bienes chinos inicio con Nueva España, poco después él había entrado a ese negocio. Fue algo altamente lucrativo que los enriqueció cada vez más, así que era algo que no podía desaprovechar. Sonrió involuntariamente al recordarlo, gracias al poco control en los puertos centroamericanos de sus hermanos, mayormente con la ayuda de Capitanía General de Guatemala, había logrado enviar plata destinada en principio a Sevilla hacia China. Un movimiento audaz para quitarle riquezas al viejo avaro de su abuelo. Aunque este término descubriéndolo, nunca olvidaría lo rojo que se había puesto por la ira al enterarse. Ni como su padre se burló del viejo por dejarse engañar por unos niños, esa fue una de las pocas cenas amenas que tuvieron en familia a pesar de que los reprendió. Poco tiempo después,  Imperio Español limito el comercio solo entre Filipinas y Nueva España.  Monopolizando el mercado en un intento de poder seguir ganando recursos de sus territorios. Aunque estaba claro que ellos no estaban dispuestos a obedecer. Negociando ilegalmente con Filipinas, con quien había formado una buena relación. Fue la primera vez que registro su forma humana, fue la primera vez que tuvo un nombre real en la sociedad aparte de Perú. Entonces Miranda apareció en Manila en representación de él ante Filipinas y el negocio continuo. O bueno hasta que les dejaron volver a comerciar entre ellos, ella nunca supo quien era en realidad. - Igual a aquella mujer, Miranda - dijo mientras soltaba una risita - Perú siempre me sorprende, mandar a una humana idéntica fue un buen movimiento - menciono un poco más alegre pero aún con lágrimas en los ojos. Tomo una de sus manos y la miro detenidamente, ¿Cuando fue la última vez que la vio? Seguro antes de irse de la casa de España tal vez un poco antes de que viajara para su independencia. ¿Que se dijeron la ultimas vez? No estaba seguro, pero recordaba su sonrisa y el brillo en sus ojos que tanto le gustaba. Esa luz que ya no veía en ella, ¿Cuanto había pasado desde aquella vez? No estaba seguro en ese momento, pero lo descubrió años después. Su abuelo había librado una guerra con USA, la cual perdió, y andes de morir, el muy desgraciado se la había vendido por veinte millones de dólares junto a Guam y Puerto Rico en el dichoso Tratado de París de 1898. Él tenia que seguir desgraciando su vida hasta el último momento de su vida, nunca los dejo en paz. Después de descubrirlo, México y él protestaron contra su padre, España, pero él dijo que no podía hacer nada y que Filipinas estaría mejor con USA. Ellos quisieron creerle, a pesar de que no pudieron volver a comunicarse con ella. Entonces la vida continua hasta el punto donde se encontraban, la segunda guerra mundial estallo, hasta que ella fue capturada por Imperio Japones. Acaricio sus nudillos, quería saber como había estado, si USA la había tratado bien y si el nipón no le había hecho daño, pero temía a su reacción si no escuchaba nada bueno. Solo importaba sacarla de ahí, felizmente estaba al tanto de los movimientos de los Aliados. Uno de ellos era la liberación de Filipinas, una acción que se llevaría dentro de poco. Ella tenia que volver a sus tierras lo antes posible.

- Señorita tengo un mensaje del señor México - dijo con la mayor tranquilidad que podía. 

- Sí, debe ser importante - respondió mientras se incorporaba y secaba sus lágrimas - Continúa por favor.

Ilaya sonrió mientras se levantaba - Pronto las tropas ingresaran en su territorio tratando de encontrarla y poder liberarla - manifestó.

Ella se quedó en silencio un momento tratando de procesar la información - ¿Quienes comanda? - fue lo primero que pregunto.

- El señor México junto con el señor América - menciono esto último como un susurro.

- ¿y Perú? - expreso un poco preocupada.

- Está en una posición neutral por razones políticas, pero quiso colaborar con su búsqueda - Odia mentir, y más a ella - Así que opto por el anonimato, y fui enviada como espía británica para encontrarla. 

- Tan propio de él - susurro para sí misma. Entonces sus orbes se abrieron en sorpresa - Ellos irán por mí, pero yo estoy aquí - Empezó a moverse por toda la habitación - Tengo que huir - empezó a balbucear mientras sacaba las pocas pertenencias que tenia. La emoción en su rostro era evidente, parecía que había recuperado algo de su brillo. Opto por observarla.

El destino era cruel, no solo con él, sino con la mayoría de ellos. Tal vez esa era la razón por la cual se había acercado a los niños countrys, tal vez esa era la razón por la que Filipinas había decidido entablar una relación con Japón. Porque claro que no paso por alto la cercanía que ellos tenían cuando se reencontraron. Quisa no querían que sufrieran tanto como ellos una vez lo hicieron, esperaba que el futuro sea uno más pacífico.

Nota 1: Durante el período colonial de dominio español, hubo un comercio significativo entre la Capitanía General de Filipinas y el Virreinato del Perú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota 1: Durante el período colonial de dominio español, hubo un comercio significativo entre la Capitanía General de Filipinas y el Virreinato del Perú. Después de la conquista española de Filipinas en 1560, las islas se convirtieron en un punto focal del comercio transpacífico entre Perú y China. Se exportaron grandes cantidades de plata del Perú, mientras que los productos de lujo como la seda se importaron de China a través de Filipinas. Sin embargo, en 1581 la corona española concedió el monopolio al puerto de Acapulco para el comercio sobre el Pacífico. A pesar de esto, los comerciantes del Perú continuaron comerciando con Filipinas, en violación del Real Decreto.​ Gonzalo Ronquillo de Peñalosa, el gobernador general de Filipinas, envió galeones al Perú en 1581 y 1582 con el mensaje de que el comercio con Manila era ilegal.​ Aunque ilegal, el comercio continuó en secreto. Beneficiarse de productos asiáticos más baratos; Se formó una alianza comercial entre México, Manila y Lima contra Madrid que impuso importaciones más caras desde la capital española debido a su monopolio forzoso. El contrabando de bienes Chinos a Perú involucró a comerciantes y políticos Peruanos. En 1793, la Compañía Filipinas obtuvo permiso para reanudar las exportaciones a Perú.

Nota 2: La capitanía general de Guatemala cumplió un papel clave en las rutas mercantes transoceánicas que conectaron las diversas regiones del mundo durante la época colonial. Especialmente fueron importantes los puertos de Acajutla y El Realejo en la ruta Callao-Acapulco-Manila. En este contexto, las prohibiciones reales a los peruanos fomentaron un incipiente contrabando, encabezado por la plata y la seda. La investigación original presentada aquí revela la participación centroamericana en el proceso que encausó parte de la plata destinada en principio a Sevilla hacia China, donde alcanzó un valor superior al oro, haciendo peligrar la economía atlántica. Más? Busca:Contrabandistas de seda y plata: puertos centroamericanos en las rutas transpacíficas (1585-1605)

Nota 3: El Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898, dio por finalizada la guerra hispano-estadounidense y por él España abandonó sus demandas sobre Cuba, que declaró su independencia. Filipinas fue oficialmente entregada a los Estados Unidos por veinte millones de dólares, y Guam junto con Puerto Rico se convirtieron también en propiedades estadounidenses.

Nota 4: La Campaña japonesa de Filipinas se desarrolló entre el 8 de diciembre de 1941 y el 9 de junio de 1942, y culminó con la ocupación japonesa de Filipinas, estado libre asociado de los Estados Unidos. Por el número de bajas muchos historiadores la consideran la mayor derrota de las fuerzas armadas de EE. UU. 

Nota 5: Tras la liberación Filipinas quedaría con algunos traumas por lo que decidiría no involucrase mucho con los demás países. 

Responderé preguntas si me las dejan .... :)


Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora