🙞 𝒳𝐿𝒱𝐼 🙝

117 25 0
                                    

El cielo gris combinaba con el ambiente y las ligeras gotas que caían la ponían melancólica. Se apoyó en la ventana y miro por esta, cada vez más cerca de su destino. Había tratado de comunicarse con Reino Unido sin éxito, todas las palomas que enviaba regresan. No pudo hacer nada al respecto. Tendría que buscarlo ella misma, necesitaba encontrarse con él. Solo que no sabía donde se encontraba. Suspiro cansada, ¿Cuanto tiempo le quedaba? Dos meses a lo mucho, Berlín había sugerido viajar a fines de ese año o inicios del siguiente y ella había aceptado.  

El auto se detuvo, finalmente había llegado. Tomo aire para relajarse antes de salir del vehículo, la puerta de su costado se abrió poco después y alguien le extendió la mano. Ella levantó la mirada y un par de ojos rojos la recibieron. Había ido personalmente, ha recogerla, tomo su mano. La dulce melodía de la lluvia los inundaba, su intensa mirada la hacía temblar. Le había extrañado, aunque quisiera negarlo. Él se inclinó y deposito un casto beso en sus labios, la cogió de cintura y la apego a su cuerpo - Ich habe dich vermisst / Te extrañé - le susurro en el oído. Él parecía estar de buen humor, tal vez por el fracaso de la Operación Market Garden por parte de los aliados. 

- Ich bin zurück / Estoy de regreso - le respondió mientras le sonreía. Su corazón latía con fuerza, él acarició su mejilla con delicadeza, en ese instante solo existían ellos dos. En ese instante él no era un monstruo a quien buscaban derrotar. 

- Lass uns gehen / Vamos - menciono mientras la tomaba de la mano - Deutschland freut sich auf dich zu Hause, Liebling / Alemania te espera con ansias en casa, cariño - ella asintió, aunque su corazón dolió. Un hogar, eso se había vuelto los últimos años, la tierra del germano. Su hogar, donde estaban las personas que quería. Ella se mordió los labios al pensar aquello, era momento de borrar todo aquello. Principalmente, los sentimientos que tenia por el pelirrojo, sentimientos que en primer lugar no tuvo que sentir. 

- Das ist gut / Está bien - respondió. Este le señalo el camino, y recién se percató de que él llevaba un paraguas. Caminaron juntos hasta dentro del recinto, un ambiente hogareño la recibió. El sonido de unos pasos apresurados, como si alguien corriera, le llamo la atención. Su mirada se dirigió hacia lo alto de la escalera, donde puedo ver una figura acercarse. Este se detuvo cuando sus orbes negros chocaron con los avellanas de ella - Deutschland / Alemania - susurro. El nombrado bajo apresuradamente los escalones y se abalanzó sobre ella. La castaña se inclinó para recibirlo en un abrazo.

- Ilaya - menciono el pequeño. Se aferró a su falda - Ilaya - la llamo. En sus ojos se podía ver la añoranza de tenerla con él. 

- kleine Maus / Bebe - dijo - Ich freue mich auch, dich zu sehen / También estoy feliz de verte - hablo con la mayor tranquilidad posible. Lo cogió en brazos y lo alzo - Wie ist es dir gegangen?/ ¿Como has estado? - pegunto para distraerlo - Ich hoffe, du hast mich ein wenig vermisst / Espero que me hayas extrañado aunque sea un poco - bromeo.

El pequeño la abrazó por el cuello - Ich habe dich sehr vermisst / Te extrañé mucho - expreso - Geh nicht wieder weg / No te vuelvas a ir - formulo con dolor - verlass mich nicht wieder / No me dejes de nuevo- suplico. Ella apretó su agarre, una punzada le atravesó el corazón. Ella no respondió, no quería mentirle. Y no quería decirle que se iría, no ahora. 

- du bist kein Kind mehr / Ya no eres un niño - se escuchó una voz profunda desde atrás - du musst dich benehmen / Debes comportar - regañaron al infante. Ella agradeció la intervención, y con eso pudo tragarse las complejas emociones que empezaban a formarse dentro de ella.

El mencionado se escondió en el cuello de ella - Reich - llamo al germano mayor, al ver la reacción del pequeño - sei nicht so streng /No seas tan duro - pidió. 

Él se acercó a ella y deposito un beso en su frente - Das ist gut / Está bien - Ilaya sonrió ante su gesto. Estar cerca de los germanos, hizo que sintiera calidez. Solo quería un poco más de tiempo, olvidar de quienes realmente eran, vivir como si fueran humanos comunes. Una familia normal, al menos por un momento. Pidió a los cielos, ser una familia normal por ese par de meses que le quedaba antes de volver a la realidad. Porque todo lo que ellos vivían, únicamente es una ilusión. Porque no puedes deshacer lo hecho, ni las consecuencias de esto. Lo único que quedaba seria, sufrimiento, y dolor que esperaba que el tiempo lo curara - Lass uns essen, du musst hungrig sein / Vamos a comer, debes de estar hambrienta - Reich hablo sacándola de sus pensamientos.

- Jawohl / Si - contesto. Solamente un tiempo quería antes de que todo eso acabara - Soll ich dir danach eine Geschichte vorlesen? / ¿Te gustaría que te leyera un cuento después? - le pregunto a Alemania, y este asintió gustoso. 

- Kann ich dich begleiten? / ¿Puedo acompañarlos? - solicito el mayor. 

- Natürlich / Por supuesto - Ella respondió - Es wäre gut für den Jungen, wenn du bei ihm wärst und für einen Moment aufhörst, so streng zu sein. / Sería bueno para el niño que estuvieras con él y dejaras de ser tan estricto por un momento - pronuncio más para ella que para el contrario.

- Wenn es das ist was du willst / Si eso quieres - Acepto - Wenn Sie wollen, dass wir eine normale Familie sind, werde ich das akzeptieren / Si quieres que seamos una familia normal, lo aceptaré - le susurro al oído para luego besarla. 

Cada momento, cada instante, se volverá un recuerdo del ayer. Por lo que vivir el presente es lo más preciado que tiene. El tiempo pasará y con él, el dolor que pueda ocasionar, eso esperaba. 

El amor es un sentimiento hermoso, aunque duele.

El amor es un sentimiento hermoso, aunque duele

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora