Las cosas se habían complicado, frunció el ceño en señal de molestia. Mientras más lo pensaba, más se arrepentía y más le dolía la cabeza. ¿Qué podía hacer ahora? ¿Qué es lo que le depara el futuro? Suspiro frustrado, tenía que idear un plan para poder acercarse, algo creíble que no afecte su cuello y menos su territorio con su gente. Cerro los ojos, aún podía escuchar las palabras de Reino Unido.
- Tienes que ser como el viento - menciono en un susurro - Algo pasajero que nadie vea venir ni pasar - su voz profunda y sería solo confirmaba lo que quería decir. Un secreto que nadie puede saber, que nadie se podía enterar ni ahora ni en el futuro, eso era lo que habían pactado.
Fue complicado volver, pues la vigilancia marítima era más estricta, cada barco era simplemente hundido por tratar de llegar a tierras Francés. Por eso tuvo que llegar a las tierras de su padre, España. ¿Qué puedo hacer? Me preguntaba mientras mordía mi pulgar. Esperaba no encontrarse con alguien conocido o al menos no con Madrid. Los hijos de su padre, es decir, sus provincias, eran demasiado meticulosas cuando veían algo que llamara su atención. Además, Madrid era de los pocos que sabían de su apariencia humana, ya que una vez la había atrapado cambiando cuando aún vivía con su padre y su abuelo. En ese tiempo, se colaba en la cocina vestida de sirvienta para poder llevar algo de comer a sus hermanos. En algún punto logró salir de aquella mansión que era más una cárcel, ahora solo eran recuerdos del pasado.
Chasqueo la lengua - Es un fatídico - dijo de mala gana. Finalmente, cogió su chaqueta y salió a la calle. Aunque en esta ocasión se veía como un chico de cabellos negros. Las calles estaban concurridas, pero pacificas. Quien diría que en este lado de la frontera sería así, pasar a Francia iba a ser un problema. Aunque con su apariencia femenina sería más fácil. Lo complicado sería poder encontrarse con cierto country. Sus pensamientos empezaron a bagar mientras recorría las calles. Después de un rato se metió a una cafetería y pidió un expreso, en ocasiones el olor del café despejaba su mente y podía concentrarse mejor o eso quería creer. Una tarde tranquila pensaba para un futuro tormentoso.
Cierto par de ojos azules y una cabellera rubia vio parado en la entrada de aquel lugar, realmente el destino era cruel. Su cuerpo se paralizó cuando lo vio acercarse, pero paso de largo y se sentó en una mesa del fondo. Una oportunidad, una jugada que no esperaba tener, pero que tampoco desperdiciaría. Cierta capital acababa de ingresar en aquel sitio, aunque tenía una apariencia casi humana en su rostro aún se reflejaba su bandera. Tan inconfundible, pensó.
Levanto su mano - Señorita, podría traerme otro café - pidió amablemente mientras recibía una respuesta afirmativa. El secreto para poder cambiar apropiadamente a una apariencia humana es concentrarse en cada parte por separado, es decir, o bien empiezas con el color de cabello, luego el de los ojos y finalmente el de la piel. Cuando reflexionas en general, siempre falla algo, dejando así vestigios de quien en realidad eres. Este truco lo aprendió de Francia, quien regularmente renovaba su color de cabello en los ostentosos bailes en los que participaba.
"- Disculpe - dije con timidez.
- Dios-moi, mi-petite fille / Dime, mi pequeña - respondió.
- ¿Cómo puede cambiar de color su cabello? - pregunto con cautela. La mujer alta le sonrió con cariño mientras dejaba de lado lo que estaba haciendo.
- Oh bébé ! C'est un secret / ¡Oh, nena! Eso es un secreto - pareció pensar un momento - Mais je vais te dire / pero te lo diré. - Extendió su mano indicandole que se acercara donde ella. - Nous sommes des représentations de la société de notre territoire, c'est pourquoi nous pouvons prendre n'importe quelle forme et couleur qu'elles aient / Nosotros somos representaciones de la sociedad de nuestro territorio, por eso es que podemos tomar cualquiera forma y color que ellos tengan. - Me hizo sentar en su regazo y cogió un mechón de mi cabello - Concentrez-vous un peu sur ce que vous voulez changer / Solo concéntrate un poco en que quieres cambiar - murmuró con delicadeza"
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Secretos de un pasado tormentoso
Historical FictionUn alma pura se puede destruir de mil maneras. ¿Cuántas veces más tiene que pasar? - Podrías, por favor - con una mirada maternal en su rostro, ella pidió. - Claro - Desde hace cuanto que hacíamos esto, se preguntó mientras cambiaba su apariencia a...