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En momentos como esos, no podía evitar pensar que si alguien del exterior los viera ellos parecerían una hermosa familia feliz. Ella con un bello vestido blanco que hacía destacar su cabellera rojiza, él con su típico uniforme militar y el pequeño parecido a su padre que dormía en su regazo. Tan alejados de la realidad, solo una pareja normal. En todo el tiempo que había estado con él no la trató mal, y en ocasiones se ponía a pesar de que Reich tenía un lado humano. El corazón es débil, y ella lo sabía, ¿Como poder evitar que lata por alguien a quien no puede amar? ¿Como amar a alguien que hace tanto daño a otros, pero con ella es diferente? El amor es un arma de doble filo, y te puede llegar a cortar. 

- Pronto llegaremos - le dijo mientras acaricia su rostro - No hay muchas habitaciones decentes y las que hay están ocupadas por Imperio Japones e Italia fascista, así que te quedaras en la mía. 

- Puedo quedarme en cualquier cuarto, no me importa realmente las condiciones - refuté.

- ¿Un country con unos simples humanos? - dijo incrédulo - Eso no pasará, así que ni lo pienses.

- Me quedaré con Alemania, en todo caso - le respondí cortante, no pensaba pasar más tiempo del necesario con él. Tenía una misión y tenía que concentrarme, una sola frase me repetía en la cabeza, él es el enemigo y yo solo un confidente para los Aliados, pero ¿quién manda en el corazón?

- No quiero que llegue a verte - mencionó sacándome de mis pensamientos. Si bien la dejaba ir a donde quisiera, pocas eran las veces que la dejaba estar con los colores de su bandera y esto solo lo permitía cuando él estaba presenté y nadie más veía - Temo que si té ve se obsesione contigo tanto como yo. 

Cuando decía esas cosas no podía evitar preguntarse ¿Qué es lo que la hace especial ante sus ojos? ¿Qué tenía de bueno un pequeño country como ella? - Es un niño, Reich - hable mientras acariciaba la cabellera del menor - No tiene esos pensamientos.

- Créeme - sonrió mientras cogía uno de mis mechones y lo besaba con sus labios - Eres muy bella y tu aroma es embriagador, cuando él crezca no querrá dejarte ir. 

- Con el tiempo se olvidará de mi existencia, no creo que verme una sola vez pueda hacer daño.

Él se rio de lo que decía - Cuando yo te conocí, no te quise dejar - dijo mientras hacia una pausa, parecía que empezaba a recordar cosas del pasado - Cuando te fugaste de mi lado, había ocasiones en las que no dejaba de soñarte durante mucho tiempo - mencionó - Solo quería que fueras mía - suspiro frustrado - A pesar del tiempo, no pude olvidarte y  no sabes cuanto me alegre al verte como un hombre cuando nos reencontramos - Había jalado mi rostro más cerca del de él - Eso decía que solo yo te había visto así, en tu forma más bella.

- Sabes bien que en asuntos políticos es mejor esa apariencia, los protocolos son estrictos y los políticos demasiado fastidiosos. 

- Entonces, es mejor para mí - había besado mi mejilla - Tu hermosura solo será vista por mis ojos. 

- Dices ... - no logro terminar la frase porque él le había robado un beso que empezaba a profundizarse - Reich - dijo su nombre cuando la soltó para respirar - Alemania está aquí - le regaño. 

- Eres buena madre - menciono mientras rodeaba su cuerpo con jalándola más hacia él y descansaba sobre su hombro - Me hubiera gustado tener una como tú, Alemania crecerá bien.

- No planeo ser una madre para él - le respondí de una manera fría. 

Él volvió a reír - Oh, Mariposa roja. Tú te has convertido en su madre sin darte cuenta - hablo de una manera firme, mientras besaba su cuello y mordía en este - Ahora, eres parte de esta familia - había dejado una marca notoria que tardaría en sanar. El sonido del auto lleno el ambiente después de eso, ella no se atrevió a decir nada más.

¿Quién puede amar alguien solo para destruirlo? ¿Cómo se puede endurecer un corazón? ¿Como hacer para dejar de sentir? Ella tenía una misión, ella tenía una labor, no había cabida para nada más y menos para el amor. Entonces porque sentía sus ojos llorar, porque el destino era cruel con ella. No podía enamorarse de aquel que tanto dolor causa a la gente. 

Una madre protege, una madre cuida, una madre consuela y ella no podía hacer ninguna de esas cosas. Ella no podría ser su madre, porque tarde o temprano acabaría destruyendo esta familia. 

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En un calabozo húmedo se encontraba un hombre de cabellos azules sentado en lo profundo de una celda. Aun con la ropa manchada de sangre y el olor a pólvora en el aire, atrás quedaron los días en los que él vestía ropas pulcras. A pesar del frío, él no temblaba ni se movía, parecía estar en un trance, tal vez inmerso en memorias de su pasado. Los recuerdo de batallas constantemente inundaban su mente, a pesar de que ya había vivido cosas así, a él le gustaría saber que ese solo sería su único tormento. Rojo, de un rojo brillante, era la piel de cierto country que lo había tomado prisionero, quien lo había metido en aquel lugar y quien lo buscaba para torturarlo. Heridas en su espalda, tanto antiguas como algunas un tanto recientes, y en sus muñecas grilletes tan gruesos como sus brazos se rebelaron cuando la luna ilumino la oscura estancia. Las horas de tormento estaban impregnadas en su mente, los golpes y humillaciones no serian fácil de borrar. 

Él levantó la vista dejando ver unos hermosos ojos color cielo, tan azules como el firmamento, en ellos se reflejaba una persona inmóvil tirada al otro extremo del cuarto.  Alguien que luchaba por mantenerse con vida, a pesar de tener su cuerpo destrozado. Quien aún no se permitía dar un último suspiro, quien seguía a pesar de que sus tierras estuvieran divididas. Manteniéndose solo por y para su gente - Polonia - el peli azul lo llamo, en u tono tan bajo como un susurro, pero como muchas veces antes no obtuvo respuesta - Resiste - le dijo - Solo un poco más - Solo unas palabras de aliento para un socio que se niega estar en un lecho de muerte. 

El chasqueo su legua irritado, con el ardor de sus llagas. A pesar de sus heridas no se iba a dejar de luchar, no mientras su gente peleaba para ser libre. Él no se dejaría vencer, aunque eso le tome su último aliento. Pelearía para ser libre y cuando lo fuera arremetería contra aquel country que se atrevió a dañar a su gente. Solo necesita una oportunidad, solo un fallo, solo un empujé. Quien diría que eso que tanto necesita llegaría como el viento, de cabellos castaños y mirada ámbar, alguien a quien conoce desde hace mucho tiempo, pero no logrará reconocer. Alguien con la gota de esperanza que ansia desde hace mucho tiempo, esa que solo desea para saber que pronto estará con su familia de nuevo. Alguien que se va rompiendo con cada día de pasa.

Nota: Francia está en su forma masculina por motivo de la guerra, ya que en esa forma siente que es mejor para la batalla por la fuerza de su cuerpo

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Nota: Francia está en su forma masculina por motivo de la guerra, ya que en esa forma siente que es mejor para la batalla por la fuerza de su cuerpo. Además de que permanece así por temor a que la poseyeran en su forma de mujer. 

Secretos de un pasado tormentosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora