『••1••』

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Auckland, Nueva Zelanda.

Recién salía del escuela cuando buscaba el auto de mi papá, el calor era sofocante a pesar de estar acostumbrada a este clima no dejaba de ser incómodo.

Veía tantos coches pasar sin embargo ninguno era el de mi papá, abri mi botella de agua para tomar el último sorbo.

Era refrescante pero por el intenso calor sabía que pronto necesitaría tomar más agua. En cuanto ví el auto de mi padre tome mi mochila y me apresure a llegar a él, no sin antes despedirme de mi amiga quien se encontraba bastante entretenida con un chico.

—Adiós Miyeon, nos vemos mañana—me despedí con una sonrisa burlona mientras la veía sonrojarse.

—Hasta mañana Rosie—devolvió una sonrisa apenada.

Sin hacer esperar más a mi papá corri al auto abriendo la puerta del copiloto.

—Hola papá—saludé alegremente besando su mejilla.

—Hola mi niña, ¿como te fue?—cuestionó interesado mientras ponía el auto en marcha.

—Bien, la próxima semana saldré de vacaciones, ¿si podremos ir a la casa de playa?—indague emocionada.

—¡Por supuesto cariño!—confirmó alegre—Jennie llegará hoy, tu madre fue a recogerla al aeropuerto—me informó—Ella ansia conocerte.

—Eso es interesante—sonreí—Con ella serán más divertidas las vacaciones.

Kim Jennie era hija de una de las mejores amigas de mi mamá, al ser ella un año mayor que yo pronto entraría a la Universidad y la empezaría en Nueva Zelanda.

En cuanto la amiga de mi mamá la contacto para saber si podía recibirla aceptó entusiasmada.

Y ahora tanto mi madre como la de Jennie esperaban que nos llevaramos igual de bien que ellas.

Eso no sería difícil pues yo tenía toda la intención de conocerla, era una chica agradable y divertida.

En cuanto llegábamos a nuestra casa mi papá se estacionó en su lugar habitual. Ambos bajamos del auto y nos adentramos a la casa, deje mis pertenecías cerca de la entrada mientras corría a la cocina junto a mi padre entre risas.

Cada que llegábamos del escuela nos sentabamos en la isla de la cocina comiendo frituras mientras esperabamos a mi mamá.

Ella era una increíble maestra de preescolar, todos sus alumnos la amaban por ser tan alegre y divertida. La maestra Jichu era como la habían apodado con cariño.

Mientras que mi padre era un arquitecto muy importante, solicitado por sus trabajos bien diseñados. Park Jinyoung además de ser un buen hombre, responsable y dedicado era el mejor padre del mundo.

Ambos eran muy dedicados y atentos a pesar de que aveces no tenían tiempo por sus trabajos buscaban la forma de pasar tiempo conmigo, podría considerarlos como mis mejores amigos.

Siendo hija única toda su atención era para mí ahora con la llegada de Jennie sabía que ellos me darían más libertad, ellos querían que yo socializara más y estaban seguros que con Jennie así sería.

Secrets ~ TaeroséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora