『••2••』

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Mis vacaciones habían llegado y eso implicaba visitar la casa de playa que tenían mis padres.

Cada año era costumbre ir a excepción de el año pasado que mi papá tuvo que salir del país por cuestiones de trabajo.

Para mi fortuna no solo iríamos los tres, también vendría Jennie quien ya llevaba una semana con nosotros y parecía sentirse cómoda.

También comenzabamos a llevarnos de maravilla habíamos ido de compras para venir a la casa de playa con su ayuda pude comprar ropa más linda.

Incluso por las noches nos quedamos platicando juntas o viendo alguna película hasta quedarnos dormidas. Las únicas veces que nos separabamos era cuando yo iba al escuela o cuando ella salía a alguna biblioteca.

Comencé a enseñarle los mejores lugares de Nueva Zelanda para ser su estadía más amena. Era muy divertida pero podía notar que su buen humor se esfumaba cuando hablaba con su hermano.

Al parecer él le exigía demasiado a Jennie, mi mamá llegó a comentarme que ellos se llevaban bien hasta que falleció su papá claramente no quise indagar más en el tema porque creía que la persona que le correspondía contarme al respecto era Jennie.

—¡Baby come back!—íbamos cantando a todo pulmón Jennie y yo.

Mis padres iba riendo por nuestras voces tan desafinadas, las ventanillas del auto estaban completamente abiertas así que sentíamos el aire golpear nuestros rostros.

Mi cabello pegaba constantemente en mi rostro pero era tan divertido cantar a todo pulmón con una gran amiga.

Estas vacaciones serían divertidas estaba segura  El camino duro unos cuantos minutos más, tiempo suficiente para terminar la canción.

La casa de la playa era acogedora, no muy extravagante teniendo en cuenta que mi familia solo consistía en 3 miembros así que Jennie dormiría nuevamente conmigo en estos días.

—Cariño adelantate con Jennie—mencionó mi madre antes de bajar del auto.

Asenti de inmediato, junto a Jennie bajamos apresuradamente del auto y corrimos hacía la playa. El camino simplemente era cruzar la casa y el patio para visualizar el mar.

Estábamos tan cerca y aunque el calor estuviera intenso la brisa se sentía fresa, tomamos nuestras manos para correr más deprisa.

Cuando estuvimos a escasos metros del mar nos deshicimos de nuestro tenís para sentir en nuestros pies la arena que se adhería en cada dedo.

Había extrañado esta sensación, cuando toque el agua me estremeci por lo fría que estaba.

—¡Esto es increíble!—gritó Jennie eufórica mientras saltaba de felicidad.

No pude evitar reír ante aquella escena, era reconfortante verla así aunque no pude evitar unirme a ella, nos pusimos a salpicar el agua con nuestros pies.

Definitivamente se había convertido en una guerra, dábamos patadas cada vez más fuerte para mojarnos hasta la cabeza.

Nuestras carcajadas eran escandalosas, me dolía tanto el estómago que caí rendida en la arena, al poco tiempo Jennie se me unió.

—¿Como puede ser tan cansado reír?—cuestionó Jennie aún sonriente.

—No tengo idea pero fue muy divertido mojarte—respondí soltando una carcajada.

—Rosie trague agua y fue horrible—hizo muecas de asco un tanto graciosas.

—Por eso fue que reí más—confese divertida.

Secrets ~ TaeroséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora