Capítulo 18

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Vincent caminó tranquilamente hacia la playa. El almuerzo era pronto, y antes de que comieran había que armar un círculo más fuerte. Anoche, mientras Vincent estaba acostando a Querubín, los demás habían colocado un círculo simple alrededor de su campamento, sin embargo, después de hablar sobre la pesadilla de Querubín, se decidió que podría ser necesario un círculo más fuerte. Sin saber si una fuerza externa había influido en el sueño de Querubín, sintieron que era mejor evitar esa posibilidad. Al llegar a la cima de la colina, Vincent ahora podía ver el mar azul chispeante. Sonriendo caminó hacia su familia. Soto, Naveen y Querubín estaban acostados en sus cobijas calentándose al sol. Vincent podía escuchar la risa de Querubín mientras se acercaba.

Querubín extendió su pequeña mano y suavemente tomó uno de los rizos de Naveen entre sus dedos. Lentamente, estiró el rizo para que quedara recto y luego soltó una risita mientras rebotaba en un suave tirabuzón de color marrón oscuro. Naveen sonrió con indulgencia, con los ojos cerrados, disfrutando del calor del sol en su espalda. Cuando Vincent se acercó, Soto abrió un ojo morado para ver quién se acercaba.

– ¿Es hora de almorzar? – Preguntó Soto alertando a los demás de la presencia de Vincent.

– Pronto – Respondió. – Pero primero tenemos que formar un círculo más fuerte. Querubín, ¿cómo estuvo tu primera lección de natación? –

Soto y Naveen se miraron, era obvio que Vincent no quería hablar sobre por qué se necesitaba un círculo más fuerte. En silencio recogieron sus cosas, mientras Querubín hablaba animadamente de cómo habían pasado la mañana.

Una vez que los tres nadadores estuvieron vestidos, todos tomaron sus posiciones y Freja comenzó a lanzar el círculo. Querubín nuevamente se sentó en el regazo de Vincent, esta vez con instrucciones de pensar en cómo quería sentirse comenzando con el grupo, y no tocar la energía con su cuerpo, sino imaginar enviar sus pensamientos y sentimientos felices al pentáculo. Querubín había accedido ansiosamente y ahora respiraba tranquilamente imitando la respiración de Vincent. Querubín pensó en toda la diversión que había tenido y en lo seguro y feliz que estaba. Cuando sintió que el círculo se completaba y los demás llamaban en su dirección y elemento, Querubín comenzó a enviar sus pensamientos y energía al pentáculo.

"Estamos seguros y felices. Hay comida deliciosa, libros divertidos y una cama suave y cálida", pensó Querubín y envió la energía creada por los demás. "Soy querido. Pertenezco aquí. Estoy a salvo. Yo tengo una familia". El pensamiento de Querubín tartamudeó en esta parte. Todavía le preocupaba que pudieran enviarlo lejos si hacía algo incorrecto. Pero Vincent le había dicho que pensara en pensamientos felices y en lo que quisiera. Así que Querubín continuó enviando esos pensamientos y sentimientos. Una vez que se invocaron todas las direcciones y elementos, y se completaron la estrella y el círculo, la energía de Querubín comenzó a cambiarlo una vez más. A diferencia del viernes, el cambio fue gradual y suave. Lentamente, las diferentes energías comenzaron a fusionarse y convertirse en una brillante luz blanca. Todos los participantes fueron infundidos con esta maravillosa luz.

Una vez que Vincent sintió que su hechizo se completaba y tomaba control, suavemente comenzó a frotar el brazo de Querubín para sacarlo de la meditación. A medida que la conciencia de Querubín volvió a lo físico, la intensidad del hechizo disminuyó y la protección y la magia que crearon se silenciaron y pasaron desapercibidas para los demás. Todo el mundo empezó a ser consciente de su entorno. Llenos de energía y amor parpadearon y sonrieron. Pensativos, todos regresaron al círculo de almohadas y se sentaron, bebiendo en silencio el té de hierbas que Ria había pensado dejar afuera y listo.

Querubín sonrió felizmente acurrucado al costado de Vincent. Le gustaba hacer círculos, era divertido y le hacía sentir un cosquilleo. Mirando a través del círculo, Querubín captó los ojos de Freja y sonrió cegadoramente. Freja le devolvió la sonrisa y comenzó a reír; la energía que los llenaba a todos era casi demasiada y todos se desbordaron de risa dejando ir la energía desbordante. Unos minutos después, la risa se apagó y todos se enderezaron y se secaron las lágrimas de los ojos.

Caravana Corazón de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora