Capítulo 31

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Cuando llegaron al borde del pueblo, Ria se sentía mucho más tranquila. ¡Querubín le había hablado a esa cobra y salvó su vida y la vida de su bebé! Una lágrima se deslizó por su mejilla.

– ¿Estás bien? – Querubín preguntó, su voz llena de preocupación.

Ria se giró y se arrodilló frente al niño pequeño.

– Gracias – Dijo mirándolo a los ojos verdes. – Muchas gracias por salvarnos a mí y a mi bebé –

Querubín colocó su pequeña mano sobre su cálida mejilla morena.

– No llores, todo está bien. Me alegro de haber podido ayudar –

Ria estaba a punto de responder cuando vino otra contracción. Esta vez ella gimió cuando su estómago se apretó. Los ojos de Querubín se abrieron, sabía que esto era normal, Freja le había dicho lo que iba a pasar. Incluso tenía algunas fotos y un video para que él las viera. Sin embargo, tenía que haber un adulto aquí.

– Ria, ¿estás bien? ¿Necesito llamar a alguien?–

Después de unos segundos, la contracción pasó y Ria pudo responder la pregunta de Querubín.

– Estoy bien. Ayúdame a levantarme, ya casi estamos en casa – Querubín agarró el brazo de Ria mientras ella se ponía de pie y luego caminaron hacia el pueblo.

Naveen miró hacia arriba cuando vio a Ria y Querubín; rápidamente se puso de pie y se apresuró, algo andaba mal. Adonis, que había estado sentado con él, lo siguió rápidamente. Naveen envolvió sus brazos alrededor de su esposa tan pronto como llegó a ella.

– ¿Qué pasa, amor? ¿Estás bien? –

Ahora que estaba a salvo, el miedo la abrumó y comenzó a temblar y llorar mientras contaba la historia. Naveen se aferró a ella y trató de calmarla pasando su mano por su espalda. Realmente no podía entender lo que ella estaba diciendo ya que su rostro estaba enterrado en su pecho.

Adonis se quedó allí conmocionado. Ambos se veían bien. Solo pudo distinguir unas pocas palabras, pero una vez que Adonis escuchó "cobra" y "Querubín" se arrodilló frente al pequeño niño.

– ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te mordieron? – Preguntó mientras miraba frenéticamente a Querubín en busca de algún signo de herida. En ese momento, Shefali, Freja, Vincent y Mudiwa doblaron la esquina.

Shefali fue la primera en hablar.

– ¿Qué pasa, Naveen? –

– No lo sé, ella está realmente asustada – Respondió un poco frenético.

– Ria – Dijo Shefali con firmeza en inglés para que todos pudieran entenderla. – Regresa a la casa. Beberás un poco de jugo y te calmarás. Querubín, nos dirás lo que pasó – Todos asintieron y pronto estuvieron sentados en el suelo alrededor de la mesa baja. Shefali sirvió a todos un lassi de mango y se sentó. Volviéndose hacia Querubín, dijo: – Está bien, quiero que con calma nos cuentes lo que pasó –

Querubín tomó un sorbo de su lassi y comenzó. Contó cómo Ria estaba teniendo pequeñas contracciones y se sonrojó cuando dijo que le habían pedido que fuera el hermano mayor del bebé. Cuando habló de la cobra, todos se quedaron boquiabiertos, y luego parecieron desconcertados cuando Querubín dijo que había hablado con ella. Una vez que terminó la historia de Querubín, Ria se calmó y pudo hablar.

– Todo lo que dijo es verdad. Escuché a la serpiente sisear, y luego Querubín siseó de vuelta. Después de unos minutos, la serpiente dio media vuelta y regresó a la jungla –

– Gracias, Querubín – Dijo Naveen agradecido. – Es todo un regalo poder hablar con las serpientes –

– Sí, de hecho – Dijo Shefali. – Mi Naatii capaz de encantar a una serpiente así, verdaderamente ha sido bendecido por Kali. Tendremos que realizar una celebración en su honor. Sin embargo, veo que mi hija se está preparando para tener al bebé –

Caravana Corazón de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora