Bousni💋

Capítulo 8💋

Jimin gruñó cuando el insistente golpeteo en la puerta de su habitación lo despertó de su pequeña siesta incómoda.

Él realmente no había tenido intención de escuchar la orden de su padre respecto a encerrarse en la minúscula habitación y no molestar a nadie, pero había despertado temprano y para evitar el molesto dolor en su cuerpo simplemente había cerrado sus ojos un momento, el cual se transformó en una siesta.

Pero no importaba, estar encerrado en su habitación sonaba mucho mejor que observar y escuchar a su molesta familia, quienes seguramente debían de estar desesperado porque cada detalle de la boda fuera perfecto.

Y debió de haber dormido una hora al menos, porque su estómago rugía por comida y su cuerpo se sentía algo entumecido, logrando que el simple hecho de sentarse le doliera como el infierno.

Joder, con tal magnitud de dolor tal vez habría sido una buena idea haberse quedado en el lugar de accidente y permitir que un profesional le revisara de forma correcta, pero había sido terco a la hora de negar a quedarse e irse para alcanzar el avión junto a su familia y así no darles el gusto de pensar que habían logrado que se quedara abajo.

Había sido terco, porque perfectamente podría haber permitido que lo revisara un profesional y luego haber buscado algún otro vuelo a la isla Jeju, incluso Yoongi podría haberle ayudado con ello considerando que es dueño de una aerolínea.

—Demonios, ya voy —se quejó cuando el golpeteo en la puerta fue más insistente, pero antes de que se pudiera levantarse, esta fue abierta.

—Gracias —pronunció Yoongi y entró en la habitación, arrugado automáticamente su nariz con ello mientras estudiaba el minúsculo lugar.

—Otra vez no —se quejó Jimin tentado a volverse a recostar en la incómoda cama.

—Me imagino que fue algún familiar tuyo quien se encargó de organizar las habitaciones —pronunció señalando la maleta aún armada de Jimin junto a su mochila—. Te colocaron en un piso inferior y en el otro extremo de ellos.

—Me lo imaginaba —asintió y observó como el empleado que le había abierto la puerta a Min tomaba sus cosas—. ¡Hey! ¿Por qué está tomando mis cosas?

—Llévalas a mi habitación —ordenó Yoongi y el empleado se retiró sin escuchar sus quejas.

—¿Por qué hiciste eso? Se supone que debemos fingir que no nos llevamos bien ni nos hablamos hasta el momento de la boda —se quejó acunando sus costillas con un brazo.

—Tengo el último piso del hotel, lo que vendría siendo el penthouse, espacio es lo que más me sobra a diferencia de ti —anuncio entregándole una botella de agua y unas cápsulas—. Namjoon las manda.

—Gracias, supongo —pronunció aceptando ambas cosas—. Aunque tu comentario de espacio estaba de sobra, estoy acostumbrado a esto, no es nada de otro mundo —aseguró.

—¿Ya te dije que eres lamentable?

Jimin bufó tomando el medicamento con la ayuda del agua.

—¿Te han dicho que no eres para nada agradable? No sé cómo puedes estar en tantas revistas y ser tan popular entre las personas —refunfuñó.

—Es mi encanto natural —aseguró con una sonrisa—. Vamos, subamos a mi habitación.

—Si alguien nos ve juntos... —insistió.

—Deja de preocuparte. Todos están preocupados por los detalles de la boda y los invitados aún no llegan, a nadie le importará si desaparezco un par de minutos y tú no les interesas lo suficiente como para asegurarse si estás realmente aquí o no —anunció.