Capítulo 23💋

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Con un tiempo aproximadamente adecuado a su parecer para tan grande proyecto, Jimin se encontraba con su equipo, revisando y organizando cómo sería la sesión fotográfica de Taehyung, además de la grabación que le habían solicitado hacer con el mismo modelo.

—Entonces ya sabemos cómo serán las fotografías, ¿alguna idea sobre el comercial? —preguntó.

Los empleados se observaron entre sí un minuto.

—Intentamos pensar en ideas, señor Min, pero es algo difícil cuando lo único que nos dijeron es que grabáramos un comercial sin darnos una idea de lo que desean mostrar —expresó una mujer de su equipo.

—Señores, estamos trabajando en un proyecto destinado a apoyar a quienes la sociedad y la cultura han dominado como el mal, tratándolos como basura por el simple hecho de no ser igual a los demás —indicó—. Quiero ideas que ayuden a mostrar la fuerza de estas personas y —empujó las fotografías que le habían estado enseñando respecto a los vestuarios—, tal vez observando esto les podría salir alguna idea.

Un coro de "sí, señor" se expandió por la sala de reuniones y Jimin la dio por terminada. Esperando a que todos se retiraran con su parloteo, tomó sus cosas y se dirigió a su oficina.

—¿Alguna llamada? —preguntó a su ahora secretario, Baekhyun.

—El señor Taehyung le dejó un mensaje pidiendo que contestara sus mensajes y llamadas. Su esposo llamó avisando que pasaría por usted para cenar juntos —informó el joven chico.

—Gracias, Baekhyun —le sonrió dirigiéndose a su oficina.

Abriendo la puerta, se detuvo bajo el marco de esta y giró para observar a su secretario.

—¿Baekhyun? —preguntó, señalando el interior de su oficina.

—Oh, su esposo lo envió —le sonrió—. Su guardaespaldas se aseguró de revisarlo antes de que lo dejara en su oficina —aseguró.

—De acuerdo, muchas gracias —asintió odiando de todo corazón, las molestas burbujas en su estómago.

Cerrando la puerta detrás de él, se internó en su oficina yendo directamente al hermoso y completamente ostentoso arreglo de flores en su escritorio.

Dejando su carpeta sobre el escritorio, no pudo evitar acercar su rostro a las rosas e inspirar profundamente su fragante aroma, el cual era un poco demasiado fuerte para su gusto, pero seguían siendo hermosas.

Notando una tarjeta dorada escondida entre ellas, la emoción burbujeó hasta su pecho mientras la sacaba y abría.

La sonrisa y emoción que lo había estado abordando murió al instante tras leer las primeras letras. Gruñendo, arrugó la tarjeta y la tiró a la papelera al lado de su escritorio antes de rodearlo y tomar asiento.

No podía creer que Kang le había enviado un maldito arreglo de flores, era una suerte que su secretario había pensado que fueron por parte de Yoongi.

Yoongi...

Por supuesto que era imposible que él le regalara un hermoso arreglo de flores, no tenía por qué hacerlo a menos que se tratara para reforzar frente a las personas su amor incondicional, y entonces no tenía dudas de que lo haría en un lugar abierto donde todos lo pudieran apreciar.

—Agh, soy un estúpido —suspiro apretando el puente de su nariz.

Realmente, tenía que intentar hacer algo con esas estúpidas ilusiones que estaban comenzando a volverse más constantes.

Tomando su teléfono, le tomó una foto al arreglo de flores y se quejó con Yoongi respecto a las intenciones de Kang al enviarle dicho regalo, tal parecía que no había tomado muy bien las palabras de Min aquella vez en su departamento.

Bousni💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora