Capítulo 30💋

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Acercándose a la barra del bar, Yoongi se dio media vuelta y apoyó parcialmente su espalda baja en esta. Mientras esperaba su turno, su mirada viajó inevitablemente hacia Jimin, quien jugaba a la mesa de pool con sus amigos. Admirándolo, una sonrisa surcó en su rostro al contemplar al joven rubio divirtiéndose como si nada en el mundo importaba en ese momento.

Ni siquiera dolía que Jimin parecía ser un jugador experto que había engañados a todos fingiendo no saber jugar, a él por lo menos no le molestó, ¿por qué hacerlo cuando gracias a ello pudo presionar su cuerpo nuevamente con el del rubio mientras le "enseñaba" A jugar?

Dios, de solo recordar su cuerpo, su calor y su aroma, volvía a ponerse duro, todo en Jimin le excitaba y atraía hasta un punto que no podía ser sano.

Cuando sus miradas se encontraron, Min no pudo evitar sentirse satisfecho al observar que Jimin se sonrojaba adorablemente antes de señalar el exterior de la gran habitación, hacia la pista de baile.

Era demasiado dulce la forma en que reaccionaba, a pesar de que estaba vistiendo tan sexymente, viéndose tan libre y confiado.

Cuando Yoongi finalmente asintió, Jimin y sus amigos se retiraron para bailar un poco más.

Siendo su turno, Min se dio vuelta y pidió dos tragos sin alcohol. Dejando algo de dinero en la barra, Yoongi tomó sus dos vasos y salió, siguiéndolos.

Tomando una mesa libre, buscó a su alrededor hasta que encontró a sus amigos bailando y divirtiéndose con los divertidos pasos de baile de Taehyung con su dulce vientre.

Tomando un sorbo de su trago, se concentró en Jimin, observándole bailar felizmente despreocupado, luciendo tan libre y sensual mientras se reía de las tonterías de Taehyung junto a la pareja de este.

Un recuerdo de su viaje a las Vegas apareció en su mente y sonrió al comparar ambos momentos. En los dos, Jimin había estado vistiendo sexy y bailando sensual, atrayendo de todas las personas a su alrededor que quedaban atrapados en su encanto natural.

Lo mejor de todo, era que Jimin ni siquiera parecía ser consciente del encanto que le rodeaba, de su propia belleza etérea, por lo cual solo lo volvía más hermoso ante los ojos de los demás que codiciaban ponerle sus manos encima.

Cuando Taehyung dejó de bailar, intercambió un par de palabras con sus amigos y luego se alejó.

—¿Qué pediste? —preguntó una vez llegó a su lado, tomando asiento frente a él, ambos admirando la pista.

—Sin alcohol —respondió—. Ya hemos bebido lo suficiente, no necesitamos más.

—Si, porque cosas ocurren cuando ambos están borrachos, ¿no? —movió sus cejas, robándole uno de los vasos para beber y aliviar su sed.

Yoongi sonrió y sus ojos volvieron a viajar hacia el sexy rubio en la pista, sin negar ni aceptar nada.

—Ustedes realmente han estado muy apegaditos esta noche, ¿no? —comentó, observándolo fijamente.

—Sabes por qué —contestó con desinterés.

—Oh, no lo sé —sonrió divertido—. Estoy bastante seguro de que para su acto no necesariamente tenían que llegar tan lejos como lo han estado haciendo hasta ahora —comentó.

—¿Estás seguro? —le observó—. Te recuerdo que somos una feliz pareja casada.

Taehyung resopló.

—Por favor, una simple sonrisita entre ustedes es suficiente para demostrar que son felices con el otro —argumentó—. Pero los dos se han estado comiendo con la mirada durante toda la noche, se han besado y bailado tan caliente que hasta a mí me ponen cachondo —exclamó—. ¿Qué? —preguntó ante la mirada que le brindó Min—. Soy un chico embarazado, ya sabes cómo funcionan mis hormonas y ustedes son muy calientes —se excusó.

Bousni💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora