Bousni💋

Capítulo 31💋

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"Oh Dios, oh Dios, oh Dios..." era en lo único que podía pensar Jimin mientras su cuerpo era apresado contra la puerta y grandes manos firmes recorrían su torso, acariciándolo, causándole un exquisito escalofrío.

No podía creer que finalmente estaba sucediendo, que realmente se iba a costar con Yoongi, a tener sexo otra vez con él.

Sí, se había prometido a sí mismo no hacer nada que pudiera arruinar su amistad, pero... ¿Y si Yoongi también lo deseaba quién era él para negarse?

Cómo podía rechazarle diciéndole que no a alguien como Min Yoongi en realidad.

Además, si era sincero, deseaba volver a revivir aquella apasionante noche en las Vegas, sus caricias, sus besos, la forma en que le tocaba y le embestía, haciéndole sentirse vivo y especial, tan... Suyo.

Min Yoongi le había arrebatado su primera vez aquella noche y había disfrutado cada maldito segundo de ello.

No había pensado más en su padre, Su-ji o el maldito de Kang, esa noche solo pudo pensar en Yoongi y nadie más.

Justo como en ese momento.

—Uh, parece que no estoy haciendo bien mi trabajo —murmuró Yoongi en su oído, presionando más su entrepierna en su trasero.

Joder, a Jimin realmente ya le estaba comenzando a molestar la ropa que ambos poseían, impidiendo el contacto directo entre sus pieles que ansiaba sentir.

—Sigues pensando en algo —reprochó Min, subiendo su mano que había estado acariciando su torso para tomar en cambio un pequeño pezón, el cual apretó con sus dedos.

—Aah, joderrr... —gimió Jimin, cerrando sus ojos y presionando su moflete contra la sólida puerta fría.

Y como si le encantara aquel sonido, Yoongi volvió a apretar mientras su otra mano trabajaba en abrirle el pantalón.

—Sí —exclamó, separando más sus piernas y arqueando su espalda—. Por favor —jadeó cuando su pantalón fue abierto.

Jimin se estremeció suavemente y otro gemido escapó de su boca cuando la mano de Yoongi se posicionó sobre su erecto pene por encima del bóxer, rodeándolo con su mano, acunándolo y volviéndolo loco con caricias tentativas.

—Oh, sí, mucho mejor —ronroneó Min, besando a lo largo de su cuello mientras sus manos seguían atacándolo.

Subiendo sus manos contra la puerta sin saber qué hacer con ellas, Jimin retorció sus dedos, rasguñando la madera, desesperado por el calor que estaba avivando Yoongi con sus caricias y burlas.

—Por favor —suplicó, empujando su trasero hacia atrás, sintiendo aquel duro miembro presionándose a través de la ropa.

Oh, Dios, eso se sentía tan bien, tan duro y largo como la última vez que había llenado todo su interior.

Jimin gimió con sus piernas hormigueando mientras se volvía a restregar, deseando más. Y Min no hizo nada más que admirar su sucio baile sobre su entrepierna, con sus manos seguiendo explorando y tocando.

—Por favor, ¿qué? —se burló el mayor, delineando el contorno de su erección con un dedo, concentrándose en la punta donde una mancha húmeda comenzaba a formarse a través de la delgada prenda oscura.

—Necesito sentirte —gimoteó contra la puerta, girando su rostro para recargar parte de su frente en esta para poder observarlo—. Te deseo, quiero sentir tu piel contra la mía, quiero estar desnudo mientras me follas hasta perder el sentido —exclamó estremeciéndose cuando la firme mano de Yoongi se cerró alrededor de su erección bajo el bóxer.