Recorrer Waikiki, no había estado precisamente entre los planes de Jimin cuando había llegado a la isla paradisíaca, ya que ¿para qué internarse en una ciudad cuando la idea de viajar a un lugar como Hawái era alejarse de los suburbios?
Sí, tal vez el paisaje era un poco diferente, pero los grandes edificios, el tránsito concurrido, las calles repletas, la multitud de personas acumulándose en cada tienda era algo que fácilmente podían encontrarlo en Seúl, por lo que obviamente había tenido deseos de hacer otra cosa.
¿Y por qué estaban ahí entonces?
Porque la princesita Su-ji había decidido que deseaba ir de compras en Hawái desde que aparentemente no era lo mismo, comprar en alguna tienda de alta gama en Seúl, que una en Hawái.
Obviamente la madre de esta le había apoyado en su idea de salir el primer día, y seguido del senador Park. SeonMi, la madre de Jimin, se había mantenido al margen, al igual que Hoseok, y Ye-eun, que había confesado su deseo de ir a otro lado menos concurrido, había sido completamente ignorada al igual que la opinión de los demás.
Ahora, sentado en un restaurante, Jimin no podía evitar sentirse un poco frustrado y con un ligero dolor de cabeza por haber estado de compras de tienda en tienda hasta hace poco con un calor infernal.
Sí, era verdad que él también disfrutaba de las compras, ¿quién no lo hacía realmente? Pero no como para centrarte todo un día en ellas y recorrer hasta que sus pies le dolieran.
—Es que en serio, ¿a quién se le ocurrió esta absurda idea de ir de compras? —se quejó Taehyung, tomando asiento a su lado en la mesa luego de volver del baño—. Todos saben que los regalos y recuerdos se compran el último día —gruñó agitando su mano frente su rostro mientras que la otra acariciaba su vientre abultado.
Y él simplemente diciendo lo que todos estaban pensando en ese momento, pero ninguno expresaba.
—Podrían haberse retirado antes si nuestro ritmo les molestó —espetó Park Seung-woo—. No nos habría molestado —dijo con una falsa sonrisa.
—Ser familia y amigos significa acompañarte en las buenas y en las malas —comentó Yoongi sin mirarle—. Así como ustedes cumplen cada capricho de Su-ji, ellos nos acompañan para hacer el tiempo mejor.
Jimin ocultó su sonrisa detrás de su bebida helada.
—La idea de Su-ji no fue mala, es mejor deshacerse de las cosas molestas como las compras desde el primer día para luego no tener que lidiar con ellas —defendió la madre de esta.
—Lo siento por tus amigos, no pensé que no pudieran llevarnos el ritmo, Oppa —expresó con una triste mueca observando a Yoongi—. Debí de haber pensado y considerado que no están acostumbrados a recorrer y disfrutar de las compras en los lugares que nosotros estamos acostumbrados a estar.
—Su expresión inocente es arruinada por el veneno que sale de su boca, son como células muertas —comentó Taehyung en el oído de Jimin, alejándose con una dulce sonrisa ante la carcajada que le sacó a su amigo.
—¿Qué ocurre? —preguntó su padre, observándole con cierta molestia.
—Oh, no es nada —negó sonriente—. Solo Taehyung compartiendo un chiste conmigo.
—Entonces deberías de compartirlo con nosotros, ¿no, Oppa? Digo, para que todos nos riamos —pronunció Su-ji, mirándole con una sonrisa.
—Es un chiste entre amigos, no lo entenderías —descartó y se inclinó sobre Taehyung, ignorándola.
Cualquier cosa que su prima hubiera querido decir, fue interrumpida por el personal del restaurante que les sirvió su comida.
Observando su plato, Jimin frunció profundamente el ceño y arrugó su nariz.
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Bousni💋
FanfictionUna traición. Un viaje a las Vegas. Un error. Un trato. Jimin nunca había sido alguien exigente, aceptando todo lo que cayera en su regazo con tal de que su padre le brindara algo de atención, pero cuando Su-ji vuelve a hacer una de las suyas co...