Bousni💋

Capítulo 60💋

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Jimin observó su reflejo a través del espejo, debatiendo si aquellas calcetas blancas y largas hasta arriba de su rodilla con una gruesa cinta rosa pastel rodeando su muslo con algunos vuelitos eran demasiado o no.

Su ropa interior no era muy diferente, con una tela blanca de encaje con diseño de flores en ella, abierta a los costados con seis tiras delgadas cruzadas formando tres x, estas cubrían justo su trasero a la vez que abrazaba su piel como si estuviera pintado directamente sobre ella, realzando sus glúteos y marcando su muy obvia media erección.

¿Tal vez ni siquiera era eso lo demasiado?

Porque bien podría serlo el juego de lazos y moños de cumpleaños que le faltaba por colocarse.

Mordisqueando su labio inferior, Jimin se acercó al espejo con movimientos algo torpes y tomó su brillo labial, echándose un poco antes de volver a la bolsa donde cogió la cinta.

Tomando el círculo más pequeño, lo colocó alrededor de su cuello y lo cerró con un pequeño broche, entonces puso la otra cinta y con un poco de ingenio, pudo rodear sus muñecas varias veces en un firme agarre.

Comprobando que no se soltarían fácilmente, tomó el moño más pequeño para colocarlo al costado de su rostro en el cuello, y luego tomó el más grande con su boca, presionándolo en el frente, en sus muñecas envueltas.

Volviendo a observar su reflejo, comprobó que todo estuviera bien y se viera tan sexy como había imaginado.

—¿Jimin? Ya me estoy quedando dormido aquí, hermoso —anunció la voz de su pareja desde el otro lado.

Sonriendo, Jimin se dirigió hacia la puerta y la abrió lentamente con sus dos manos, observando a su pareja todavía sentado a la orilla de la cama, solo en ropa interior, con una botella de lubricante y una tira de condones descansando a su lado en el colchón.

—Parece que no era el único que se estaba preparando —comentó con una pequeña risita mientras finalmente abría la puerta, revelando todo su cuerpo—. Feliz cumpleaños, Hyung. ¿Te gusta tu regalo? —preguntó dando una vuelta en su sitio, mostrándole todo.

—Oh bebé, las cosas que haces... —gimió mordiendo su labio inferior antes de levantarse y alcanzarlo a mitad de camino—. ¿Todo esto es mío? —preguntó acariciando con su dedo índice su mandíbula, cuello y brazo, deteniéndose en el moño que cubría sus muñecas.

—Todo tuyo por toda esta noche y más —sonrió con un lindo sonrojo—. ¿Te gusta? —preguntó.

—¿Qué si me gusta? —preguntó, dejando que sus rodillas chocaran en el suelo frente a él—. Eres perfecto, bebé —pronunció elevando un poco sus manos para tener una perfecta vista de su entrepierna—. Me complementas tan bien, me entiendes como nadie ha hecho, puedes ser tan pervertido como yo, tan salvaje y a la vez tan dulce que me vuelves loco —gruñó, besando a través de la tela la punta de su pene, logrando que este solo se alzara más hasta sobresalir de la fina prenda.

—Hyung... —gimió, retorciendo sus dedos antes de colocar sus manos sobre la cabeza de su pareja.

—¿Qué sucede, hermoso? —preguntó con una sonrisa, sus labios acariciando el marcado miembro atrapado, delineándolo con su nariz e inspirando profundamente—. Hueles tan bien —ronroneó subiendo hasta esa sobresaliente punta que ya liberaba pre-semen.

Jimin volvió a gemir entrecerrando sus ojos, sus manos atraparon el cabello de su pareja y los dedos de sus pies se retorcieron en el suelo, desesperándose por el cálido aliento contra su piel sensible.