Capítulo 12

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Salimos de la maleta. A pesar del frío de la noche, no pasamos ni una poca de frío gracias a la fogata gigante de color azul. Al salir de la maleta, fue la hora del banquete. Nos sentamos para comenzar la comida, pero me di cuenta que había una silla de más entre los lugares de los profesores. El desayuno fue como debía, y finalmente antes de terminar, el viejo hombre se levantó.

Dumbledore: Tengo un anuncio por dar, como saben la alquimia poco a poco se convierte en un arte olvidado, entre los muchos que han pasado por esto, y quisimos cambiar eso. Estoy seguro que muchos se habrán dado cuenta de el lugar vacío donde los profesores. He conseguido un profesor de alquimia con los conocimientos suficientes, un prodigio que se dice que podría sobrepasar al alquímico Nicholas Flamell, aunque no pudo estar aquí para la bienvenida por el cansancio del viaje desde Alemania. Lo verán si es que eligen tomar la alquimia como clase suplementaria. En otras noticias, se han cambiado las reglas solo por este año, y ahora los estudiantes de segundo año también deberán tomar clases suplementarias, por petición de dos jefes de casa.

Las clases fueron como cualquier lunes, hasta la hora designada para las clases suplementarias, tomé runas de las que sabía todo lo que enseñarían, así que no me preocupaba. También tomé Alquimia, quería conocer al viejo profesor que Dumbles habrá contratado. Entré en la clase, y me llevé una grata sorpresa, talvez sirva como un excelente aliado. ¿Porqué? Si Dumbles lo contrató debe ser por su confianza... ¿O no? El viejo hombre no era un viejo hombre. Tenía aproximadamente 17 años, con un pelo rubio claro, y un poco falto de color. Sus ojos eran de color ámbar, y visiblemente por los ojos tan rojos y la boca tan seca se podían ver visiblemente sus problemas de alcohol y tabaco. En cuanto a ropa, lleva una camisa blanca formal , pantalones negros formales , zapatos de cuero de caballero , punta cuadrada , se sujeta los pantalones con una faja de cuero negro y una hebilla que parece ser de hierro , también usa dos tirantes negros que sujetan en su lugar a su pantalón, guantes de tela blancos que le llegan hasta un sexto del antebrazo y cubren su casi nada visible prótesis, talvez perdió el brazo en una pelea. También lleva una gabardina larga casi abrigo , negra con un símbolo de la corona de flamel en toda su espalda de color blanco. Poco después de que entrar el último estudiante , la puerta finalmente se cerró. La clase estaba por comenzar, llena de estúpidos com ganas de perder clases y pasar tranquilamente. El profesor que estaba de espaldas y completamente inmóvil al fin pareció comenzar a moverse hacia la pizarra, pensé que usaría magia para cosas como estas. ¿Será su estilo confiar solamente en alquimia?

John:Bien , parece que ya todos los Grüschnabel están aquí, eso es bueno supongo.

El tipo comenzó a escribir su nombre de forma manual, con la tiza en su mano, lo sentí un poco anticuado aunque muchas personas esconden su potencial con el fín de dar un estigma y no ser contabilizados numéricamente.

John: Mi nombre es , John , John Elric , soy un alquimista maestro , certificado y probado por el ministerio de magia alemán y ahora... Ahh, soy su profesor de alquimia por lo que les resta de estar en este castillo.

Ese suspiro me dejó ver que no le agradaba la idea de ser profesor, posiblemente vino por el dinero. Luego sus fríos ojos ambar miraron a todos uno a uno, muchos temblaron por esto. Snape, cuidado que encontré a tu competidor en cuanto a popularidad.

John: Bueno , el silencio siempre se aprecia , pero no tanto , así que....¿Preguntas?

POV John:

-Ministerio de magia alemán-

Estaba caminando por los pasillos del ministerio en el piso de mi departamento, aunque tener el puesto como director alquimista parecía algo bueno, en este siglo no tanto porque la mayoría de los alquimistas son simples idiotas, su mayor habilidad es un maldito circulo de transmutación de cuatro punta, y no solo hablo de alquimistas alemanes. Por el amor de Flamell, estoy seguro que hasta un maldito niño que esté comenzando con simples círculos de transmutación para tontos puede hacer eso... Ahhh, a veces creo que nací en el siglo equivocado, aunque para ser sincero hay muchas cosas en que tal vez haya nacido en el lugar y hora equivocados. Dejen que los deje en contexto. Nací en Alemania. Mi familia, bueno más bien, las personas con las que comparto genes son todos magos, y algunos muy buenos. Tal vez no pura sangre como dicen los ingleses, pero muy buenos. Bueno, casi todos, almenos hasta que llegue yo. Desde pequeño estuvieron esperando cosas de mi, cosas demasiado pesadas para un simple niño, era lo que se esperaba de la prestigiosa familia Peero, aunque solo pude dar una a sus ojos, desepcionante pregunta. No puedo hacer magia, ni tansolo el más simple hechizo que puedas pensar,era imposible. Maldita sea nisiquiera tengo una varita a la cual alguna vez pude unirme. Y si, ya las he probado todas, de eso se encargó mi padre. Distintos materiales, núcleos, tamaños, pesos, curvaturas, cualquier factor que tenga una varita para la compatibilidad ya la he probado. Desde entonces mi familia excepto por mis padres han cortado cualquier tipo de lazo conmigo, más que todo a mi verdadera familia, todo por tener a un "Squib". O bueno, eso fue lo que ellos creían, hasta mis 7 años.Como no tenia ningún talento mágico, solo podría concentrarme en la base teórica y cosas que no tuvieran que ver con lanzamiento de magia, ya saben. Zoología, Pociones, construcción de artículos mágicos, herbologia, cosas desprestigiadas por la magia actual, esas cosas que parecen poco mágicas. Dediqué mi vida a la biblioteca nacional mágica de Berlín, debo de admitirlo, la lectura es algo bueno, es tranquilizante, e informativa. Aún más con lo que conseguí de ahí, aún lo recuerdo. Era el tercer día que iba a la biblioteca, estaba empezando a leer pociones aunque la mayoria eran cosas que necesitaba sacar del mundo mágico crudo era interesante por lo menos, fue entonces que una bendición me callo del cielo. Bueno, más precisamente un libro me callo en cabeza. Bueno, ya saben. Muchos dicen que pase lo que pase, el destino siempre llega a tí, y siempre llegarás a las cosas en las que eres mejor. Aunque tenia un maldito dolor en mi cabeza, tomé el libro "Principios principales de la alquimia" por Theophrastus Bombast von Hohenheim - 1532. Sí era un autor viejo, pero el libro era nuevo, ya saben. Cosas del mundo mágico, libros de hace cientos de años que se mantienen en imprentas para mantener el conocimiento. Bueno, me estoy saliendo del tema. Ese día fue el primer contacto que tuve con el mundo de la alquimia. Nunca podría haber imaginado que la alquimia me sacaría del profundo agujero social en que mi título de Squib me mantuvo en manos de los que eran considerados mi familia. Comencé a estudiar cualquier cosa que pudiera conseguir sobre alquimia, aparentemente encontré mi especialidad. La alquimia era algo que empecé a entender muy bien, como si esto fuera mi destino. ¿O lo será? Pero bueno, aunque primero iba por las ramas, poco a poco tansolo con teoría aprendí de símbolos, y sus distintas formas de ejecución, pero lo aprendía más rápido que las personas comunes si es que una persona común se interesaba en el arte de la transmutación. Casi nadie, y los que parecían interesados terminaban siendo mediocres por la falta de fuerza de voluntad. Parece que tener 0 talento en hechizos contrarrestó mis talentos en otra cosa. Pronto, un año habia pasado , empezaba a hacerme ver. La hermosa pero olvidada alquimia me fue muy útil, incluso a llegar al punto en que logré llamae la atención de quienes muchos llamarían familia, pero tansolo son personas con mi sangre en sus venas. Poco a poco, el hecho de que era inútil para la invocación de magia importaba un Arschloch, era bastante bueno, me iba bien en la vida y logré salir del agujero en que mi familia me abandonó. Un día, mi padre se divorció de mi madre a mis 9 años. Lo admito, me dolió, bastante, no soportaba ver sufrir a mi madre por esto. Pero bueno, seguí con mis estudios en la alquimia, y cada vez era mejor. Parecía que todo empezaba a mejorar, todo miraba un buen futuro. Pero a los diez años una tarde volviendo de estudiar alquimia, encontré a mi madre... Estaba en el suelo enmedio de la cocina, murió. Una maldita enfermedad que no se le pudo detectar me arrebató al sol de mi vida, una enfermedad que la mato lentamente y no nos dimos cuenta. Eso si me dolió aun más que cualquier otra cosa, lo admito. Pero tal vez habia una solución, la alquimia. La alquimia podía transformar cosas inútiles en cosas de increíble valor , podia hacer que las plantas crecieran, podía curar a la gente , hacer que incluso el aire fuera un combustible inflamable y explosivo. Entonces... ¿Porque no podría revivir a la gente? Poco sabia yo que estaba por cometer el más atroz de los errores de la alquimia. Cuando tenía 11 años, 5 meses después de la muerte de mi madre, el ministerio vio mi talento y habilidad, así que decidieron no desperdiciar tan excelente oportunidad, ofrecierme acceso a toda la información de estudio de la alquimia que tenían. Dijeron que la última vez que vieron un talento así fue cuando los franceses se ganaron a Flamel, este era su turno de conseguir tan alto produgio en un arte casi muerto. Mis supuestos parientes me apoyaban, aunque tal vez fue por conveniencia. Ahora con recursos del ministerio y con un poco de apoyo humano de mis faimiliares, estaba más decidido aún, iba a revivir a la única persona que estuvo siempre a mi lado, mi madre volvería y no podía esperar más tiempo ahora que lo tenía todo. A mis 13 años , ya estaba incluido en la lista de alquimistas en el casi inexistente departamento alquímico del ministerio alemán, aunque no tenia el rango que ahora tengo, no me quejaba. Ese mismo año, una tragedia pasó y cambió el rumbo de todo. A mis 13 años, hice algo que jamás tuve que hacer, y de lo que aún me arrepiento. Crucé el peor tabú de la alquimia, cometí el mayor crimen de este arte. Jugué a ser dios, creía que podía revivir a mi madre, y como consecuencia de mi transmutación prohibida, perdí un brazo, mi brazo izquierdo, aunque por suerte soy diestro. Mi estupidez me valió tres cosas. Primero, perdí la confianza de el ministerio, y aunque no perdí mi puesto como alquimista estatal aunque mayormente era por mi habilidad, el ministerio no confiaba en mi. No del todo, pero no confiaban en mí como antes. Luego, mis parientes me abandonaron a mi suerte. Claro, personas como ellos ni en sueños querrían ser familiares de un alquimista que rompió las reglas de la naturaleza y fue castigado, quedó discapacitado. Esto mismo me lleva a otro punto, perdí mi brazo izquierdo aunque gracias a una ligera unión con la alquimia en sí gracias a la alquimia humana, logré obtener una comprensión inimaginable del mundo que me rodea y de la misma alquimia. No significa que esté cómodo con eso, la verdad fue algo horrible que no repetiría, no señor. Pero bueno , tres años han pasado desde eso. Despues de estudiar acerca de anatomía y un poco de mecánica y metalurgia aunque este último ya lo conocía gracias a mi estudio alquímico, logré crearme una prótesis a la medida, no estaba mal. La sensación fantasma sigue ahí, aunque almenos se aligeraba con la sensación de este nuevo brazo, eso es almenos bueno. Por otro lado, me convertí en director del departamento de alquimia muy a pesar de bastantes miembros del ministerio que no confiaban en mí para nada. Sí , el ministro no quería darme el puesto por mi... Pequeño error de hace unos años, pero era yo o un inútil cualquiera que haría mal el trabajo. Aunque se que no le gusta admitirlo, sabe que yo soy el unico con talento en todo este departamento. Aunque ese aumento no me ayudó, muy para mi suerte, mi sueldo era horrible y seguramente pueda acusar esto por fraude monetario, pero no me quejo la verdad , no estoy tan mal de dinero gracias a mi trabajo. En fin, actualmente estoy llegando otra vez a la oficina. Llevo el uniforme estándar del ministerio, un abrigo y unos pantalones azules con ornamentos, hombreras amarillas, guantes blancos, mi reloj de plata en el bolsillo de mi pantalón, que nunca dejaré atrás, zapatos de cuero negro, una cinta amarilla que rodea mi hombro derecho. Sí, aunque parezca militar, no esta tan mal. La verdad me gusta, aunque creo que deberíamos modernizar este uniforme, se ve bastante anticuado. Según lo que oí, este uniforme es así desde casi más que la primera guerra mundial ¡Primera guerra!, por favor, aunque sea hubiera sido aceptable de la guerra fría. Es demasiado tiempo, y no solo viene de mí, viene de otros miembros del ministerio, unos casi 50 años msyores que yo. Aunque bueno, no tengo nada para hacer, ahora solo queda seguir trabajando. Al abrir la puerta del departamento de oficinas de alquimistas, solo habían unas cuantas personas con el mismo uniforme que yo, pero sin las hombreras y la cinta, parece que esto es lo que me diferencia como jefe. ¿O estoy equivocado?

Extra 1: Ya era hora que apareciera el jefe. ¿No creen?

Extra 2: Ya déjalo, seguro el mocoso tuvo mala noche , no vez esas ojeras ? Talvez tuvo pesadillas sin su pequeño peluche de lechuza.

Extra 3: ¿No deberías de estar en la escuela o algo? ¿Y porqué te vistes así? Aún no es noche de brujas y ya te ves como un zombie.

¿Otra vez? ¿Porqué siempre están estos tres idiotas para molestar con algo? Si estoy como el jefe será por algo, idiotas ¡Soy su jefe maldita sea! Bueno, olvidemos esto antes que cometa otro error y quieran hacer algo en mi contra, así que solo me dirijo a mi oficina, almenos es una oficina separada de la zona común.

John: Muy gracioso Albert , no había escuchado ese Bertram. Eres bastante original, y pudrete Strauss, idiota.

Y sin más entre a mi oficina. Sí, así es mi rutina diaria, un poco. Incluso puedo escuchar sus risas mal camufladas desde la puerta, mierda. Necesito verdadero personal que me respete y pueda hacer un buen trabajo, pero difícilmente tenemos personal suficiente para cubrir los horarios de trabajo. La alquimia es un arte que está muriendo, con un demonio, el departamento de pociones me está quitando incluso a estos inútles. ¿Acaso el universo no puede ayudarme un poco?... Espera un momento ¿que es eso en mi escritorio? ¿Es una carta? No tengo a quién mandar cartas ni quién me mande cartas, debe ser por trabajo. Bueno hace un tiempo que no me llegaban cartas, espero que sea algo bueno. Solo la tomé, y la inspeccioné, aprendí que no todo lo que parece inocente lo es. Era una carta blanca, con un sello de cera color esmeralda. No llevaba magia impregnada, ningún hechizo que explote en tu cara así que era segura. Era segura, así que me animé a abrirla.

Estimado alquimista estatal John Elric, me complace informar que la academia Howards de magia y hechicería en Reino Unido tiene un puesto libre en una clase suplementaria de Alquimia, y queremos darle la oferta de trabajar con nosotros como un profesor a tiempo completo. Este puesto le da los privilegios de vivir en el castillo, comer en el banquete junto al resto de profesores, un sueldo considerable, y puede pedir dos cosas, como una especie de pago por aceptar. Esperamos su pronta respuesta, Minerva Mcgonagall, semidirectora de la academia de Howards.

Bueno, al menos el pago es mejor que el del ministerio almenos. Los ingleses no me agradan demasiado, pero podemos dar una oportunidad, veamos que tiene para decirnos. Espera... ¡¿Escocia?! Eso esta ridículamente lejos de donde estoy, más les valía darme un medio de transporte, creo que ese será el pago que pediré como entrada a Howards, y estoy seguro de cuál quiero.

Si está de acuerdo con estos términos, simplemente firme la carta y enviéla a Howards, en caso de aceptar, la lechuza que la trajo la llevará camino a aquí.

No entiendo porqué no pudo escribirlo todo en el mismo lado de la hoja, y tuvo que escribir en la parte trasera de la carta. Pero bueno, supongo que a pesar de la distancia, es una excelente idea, y me será de bastante auoda a futuro. También necesito un nuevo ambiente laboral almenos, este tipo de interacciones no son cómodas, y me volveré loco si sigo más tiempo aquí. Además el sueldo era mejor.

John: bueno una cosa menos........me pregunto cuando me responderán en lo del medio de transporte y etc.

No tardaron más de dos meses en que una maldita motocicleta alemana de la segunda guerra mundial llegue volando al maldito patio de mi casa. Renuncié al ministerio, conseguí un permiso para viajar con la moto entre países, y tomé vuelo. Todo eso me llevó hasta aquí, y aquí estoy, frente a mocosos estúpidos de aproximadamente 12 años.

Y AQUÍ TERMINA EL CAPÍTULO. AGRADECERÍA QUE ME DIERAS UN LIKE PARA QUE LLEGUE A MÁS GENTE, ESO MOTIVA BASTANTE. NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAP, HASTA LA OTRA. ¡ADIÓS!

Cambiar el mundo una muerte a la vez (reescribiendo, mismo nombre en mi perfil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora