Capítulo 55

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Hoy es el día. Krumm, Fleur, y Harry ya han hecho sus partes y Dumbles insistió en que mi trabajo sea por la noche, enmedio de la luna llena y movió mi prueba a el medio de una montaña, y no hubo problema con las personas porque los espejos estaban en todo funcionamiento desde el mes pasado. Podría apostar cualquier cosa a que ha hecho algún plan para matarme y quitarme del camino. Estoy caminando entre la nieve con mis botas altas hechas con piel de Uro, hasta que llegué a la punta. Me obligaron a ir sin mi maletín,pero no dijeron nada de invocarlo, así que Ursa se centraba en mantener mi calor corporal abrazándome el torso. Al llegar a la punta, mi prueba había comenzado, y el miedo recorrió mi cuerpo. La luna nueva se tragó toda la luz en la zona excepto por Ursa mostrando el camino, y mostrándose ante el mundo desde los espejos. En la poca luz que había, pude ver a una mujer con un aspecto conocido. Era la dama de hielo, o conocida por su nombre, Yuki-Onna. ¿El viejo bastardo se había atrevido a conseguir un fantasma de hielo y había usado alquimia para modificar su aspecto para hacerla parecer una versión albina de Cithonna? Y peor aún, un Boggart se arrastraba desde su espalda que al detectarme se deformó para volverse en la verdadera Cithonna, su armadura de guerra blanca mostrándose a todo su alcance mientras su largo pelo negro se hondeaba con el gélido viento de las montañas.

Yuki: Oh, un viajero. ¿Quisieras venir conmigo a un lugar seguro? Conozco el camino a mi cabaña donde puedes quedarte hasta la mañana.

James: Jódete, mujer del demonio. Te arrancaré lo que queda de tus piernas flotantes y lo empujaré por tu boca hasta que vea que sale.

Al escucharlo, la cara de la mujer cambió de cariño y amabilidad hasta odio y ganas de muerte. Detrás de ella la imagen moribunda de la mujer había sido cambiada por la imagen de la mujer completamente imponente mostrándose con una lanza sin brillo alguno en su filo.

Cithonna: La paz sólo se obtiene con la muerte de todos los bandos, querido. Has criado una línea de bárbaros dispuestos a crear sufrimiento absoluto. Y debo matarlos a todos, tu guerra es un simple juego que debo detener para hacer la limpieza.

James: ¿Un miedo? No, es imposible ser un miedo. ¿Un recuerdo?

Cithonna: Claro que soy un recuerdo, tu esposa te arrastra y recuerda tu dolor infinitamente cada vida, arrastro tu dolor contigo. ¿No lo recuerdas? Casi todos nuestros hijos muertos, todos nuestros compañeros, tus amigos. ¿Acaso no lo recuerdas? Permitiste que matara a tus amigos por amor a mí, permitiste que te hiriera de muerte y matara al 70% de nuestros hijos, y sólo cuando temías perder a tus juguetes fue cuando interveniste y me mataste, esta misma lanza atravesó mi estómago. Por mi muerte estás aquí, maldito. No puedes morir, no puedes vivir. Ahora es mi turno de recuperar el ciclo del castigo, reenviar tu alma hasta romperla por completo y recuperarla como un trofeo, bastardo hijo de puta.

De nuevo, mi aspecto había cambiado y con él el aspecto de la espada de Griffindor fue modificado a una espada de estilo espartano, y mientras su filo era plateado, enmedio del mango y el filo había un núcleo rojo con una pupila blanca que lloraba de color dorado, empapando la empuñadura de aquel color brillante.

Rao: ¿Cómo pudiste hacernos esto? ¡Esto es lo que queda de Flamebird, condenada a mantenerse a través de un arma destructible!

Cithonna: No te mantengas en recrear cosas del pasado, no te ayudará. Recuerda que soy tu mente juganto contigo, soy todo a lo que tienes miedo, gran rey rojo. ¿Porqué crees que ya no estoy herida? Tu mayor miedo era verme morir frente a tus ojos, por tus propias manos para proteger a tus hijos bárbaros. ¿Y ahora? Descífralo, talvez te sirva para salvar tu asquerosa alma.

Rao: Yo... Yo te amé por milenios, acepté morir para escapar del dolor. ¿Pero ahora? Mi miedo es que regreses y me arrebates lo que amo, aunque sólo queda el fantasma de mi miedo. ¿Puedo hacer algo? Claro que no, no puedo.

Cambiar el mundo una muerte a la vez (reescribiendo, mismo nombre en mi perfil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora