Cambiar el mundo una muerte a la vez (reescribiendo, mismo nombre en mi perfil)

Capítulo 45

James: ¿Y bien? ¿Cuándo piensas llevarme?

Elizabeth: No es como tus extrañas pociones, tardaré un poco en recuperarme. Es tarde, sal y consigue comida o duerme.

James: Bien.

Caminé alrededor un tiempo, y encontré unas raíces mágicas que no tengo, extrañamente son muy raras en el mundo mágico y no puedo dejarlas atrás. Las desenterré suavemente dejando una capa de tierra a su alrededor para que las raíces no se lastimen, y entré en mi maletín. Podríamos viajar en Ryuto, pero considerando al bastardo que me quiere lavar el cerebro no es una buena idea para nada. Bien, abrí espacio entre mis plantas de la zona de plantado, y pasé unas horas con Bruce y Ryuto, jugando con Raikou y Cerberus, y disfrutando del agua cálida. Después de salir, al parecer Elizabeth ya había recuperado gran parte de su fuerza, y llamé a Bruce que nos acompañó en todo momento desde que comenzamos el viaje. Los días pasaron, y mientras avanzábamos, los ataques de Veelas aumentaron drásticamente pero Elizabeth, Bruce, y yo pudimos resistirlos y conseguí bastantes cabellos de Veela que guardé para varitas, no enviaré a Ollivander porque parece no agradarle ese material. El camino fue horrible, y entre pelea y pelea conseguí una horrible cicatriz entre los dos ojos, pasando desde la zona derecha de la frente hasta la mejilla izquierda, quemadura que no pude curar con pociones por la mierda de fuego mágico que no funciona igual que el fuego normal. En el viaje aprendí que nos atacan porque Elizabeth robó la esencia de Veela, una aparente poción mágica que tarda unos 3000 años en hacerse y sólo las Veelas pueden hacer, por medio de extraer esencia de la reina de las Veelas. Aún no conozco sus usos, pero Elizabeth dijo que sería usado para un ritual que crearía una barrera enmedio de las Veelas y ellos para evitar ataques de intento de asesinato del rey, el tío de Elizabeth. Tan pronto llegamos a Umbra. Un bosque tan espeso que la luz era escasa y tuve que usar un Lumus para abrir mi camino.

Elizabeth: Bien, nos detenemos aquí. Debes caminar sólo por unas horas porque si otros vampiros me ven contigo te atacarán. Dame un pañuelo, arreglaremos esto rápido.

Le di un pequeño trapo de seda, y la mujer mordió su dedo para hacerlo sangrar, y dejó caer sangre en él hasta dejarlo empapado, un segundo después la herida se cerró.

Elizabeth: Toma esta brújula y camina al noroeste, allí está una antigua granja donde podría estar quien buscas, nos veremos allí.

James: Bien, nos veremos en el futuro.

Subí a espaldas de Bruce en su forma de dientes de sable, y levanté mi varita para eliminar el Lumus para no lastimar la vista felina de Bruce. Corrió y corrió, y en algún momento un vampiro de piel tan pálida que parecía azulada cayó de uno de los árboles, y se lanzó para morderme pero pude detenerlo con un Protego.

James: Tengo permiso de la princesa Elizabeth Slytherin de viajar por aquí en busca de un bastardo.

Levanté el pañuelo, y un solo viaje del olor único para los vampiros les hizo reconocerlo al instante y aunque me gruñeron y mostraron los colmillos, se fueron aún en pose de ataque. Bruce siguió corriendo, y finalmente llegamos a la zona, el silo estaba allí casi destrozado por completo y sobre las ruinas del establo estaba Elizabeth sentada y sonriendo ante mi mirada. No puedo creer que sea tan linda siendo una vampira. El resto de vampiros no son precisamente bellos, sus pieles tan blancas que tienen un toque azulado, sus ojos rojizos que parecen haberse desangrado, y sus labios de un muerto morado no daban tan buen aspecto, pero al parecer la sangre de Salazar ayudó bastante, su piel era de un color blanco pero no tenía ese toque azulado, sus ojos rojos tenían un toque verdoso que los volvía grisáceos y les hacía perder el toque ensangrentado, y sus labios rosados no rojos, rosados le daba un toque que sólo se perfeccionaba con su bello cabello negro... Mierda. Cuando su sonrisa creció me di cuenta que la había cagado al olvidar que los vampiros tienen una jodida habilidad mental y posiblemente leyó mi mente a pesar de mis escudos tan potentes.