Capítulo 11

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Estos meses los he tenido cargados de trabajo. Clases, deberes, dar mi clase, mi entrenamiento en sellos, y la introducción a la alquimia. Aparentemente Lockhart me evitaba, sé que planea algo y por eso reuno pruebas de sus pésimas clases, gracias a un Ravenclaw que se quedó en clase de Lockhart. Cuando el fín de semana llegó, y comenzó de la mejor manera nada más y nada menos que con Halloween el sábado. Decidí tomarme este día para pasarlo con Daphne, ella quiso que la pasara con el resto de mis amigos porque no he tenido ni una poca de tiempo desde el primer mes por mi pelea con Lockhart, así que acompañamos a Hermione y Harry a la fiesta de su fantasma de casa.

Nicholas: Oh, no sabía que James y Daphne vendrían, me hace sentir importante.

James: Aquí estaremos, Sir Nicholas.

Daphne: Esto es demasiado sombrío, incluso para tí, James.

James: Oh, la hermosa Daphne Greengrass me halaga, me han dado ganas de besar esos hermosos labios.

Daphne: ¿Y porqué no lo has hecho? ¿Tienes miedo?

A veces Daphne me encanta, es como yo. Al igual que a mí, le encanta jugar con la psicología humana, manipular la forma de funcionar de la mente y también le encanta burlarse. Me acerqué a su rostro lentamente a sus labios, y cuando estaba por besar sus labios simplemente me moví y mordí una de sus mejillas, obviamente la hizo enojar y simplemente me burlé.

James: Jajaja, es tan divertido molestarte. ¿Quieres mirar el alrededor?

Daphne: Claro, podemos encontrar a Peeves y convencerlo de ayudarnos a molestar a Fitch.

James: Ya veremos. También podemos encontrar al sanguinario fantasma de nuestra casa.

Íbamos a comenzar a caminar, pero horribles sonidos golpearon mis oídos, como cuando Mcgonagall está molesta y razguña la pizarra para hacernos mirar.

Daphne: ¿Quién ha hecho ese sonido? Voy a arrancarle el alma.

James: Son fantasmas, sus almas están arrancados.

Daphne: Entonces los voy a destrozar.

James: Suena mejor. Pero recuerda que son fantasmas, tienen otros gustos que espero que no me pase.

Los fantasmas se arrastraban por allí. Su horripilante música, la habitación llena de fantasmas, la comida en un avanzado estado de putrefacción, y un conflicto entre el anfitrión de la cabeza colgante y un tipo en un caballo fantasma con su cabeza entre el brazo.

James: No debí hacerte casó, esto no es divertido para nada.

Daphne: ¿Y crees que sería divertido estar en el gran salón? Odias la calabaza, casi golpeas a Draco porque te lanzó un pay de calabaza y tu camisa olía a calabaza, también recuerdo que preferiste tirarla a la basura y comprar una nueva, también que casi vomitas cuando mordiste una manzana con sabor a calabaza.

James: Habría preferido visitar la estatua de los fundadores mirando las estrellas mientras hablamos.

Daphne: Me suena demasiado romántico, me siento halagada viniendo del principe oscuro de Slytherin.

James: Ni que lo digas, princesa esmeralda de la serpiente.

Daphne: Deja de jugar, tus amigos se van. ¿Nos vamos igual?

James: Vinimos por ellos, no pienso mantenernos por mucho tiempo.

Tomé a Daphne por la mano, y la arrastré esquivando fantasmas. Uno, otro, otro hasta llegar a la puerta.

James: Ya nos vamos. ¿Peeves?

Peeves: ¿Sí? Estoy aquí jugando por allí, este lugar es taaaaan sombrío.

Cambiar el mundo una muerte a la vez (reescribiendo, mismo nombre en mi perfil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora