Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |

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Capítulo doce.

Narra Ninette.

- ¡Ninette, tenemos que irnos! -gritó Halley desde abajo.

- ¡Un momento!

Me miré de nuevo en el espejo. Tomé una bocanada de aire y tomé mi mochila. Corrí escaleras abajo y me encontré con Halley y Nicholas en el mustang.

- Te ves bien -entusiasmó ella- Jules te pellizcaría las nalgas -burló recordando a nuestra amiga.

Reímos y nos metimos en el auto, me acomodé en los asientos de atrás y saludé a Nick. Arrancó en dirección a la escuela y en todo el camino me repetí "voy a morir, voy a morir", cada que estábamos más cerca esa palabra no se volvió un deseo, si no una manifestación.

Al llegar, Halley bajó del auto y abrió mi puerta. Me tomó de la mano y caminó a un lado de mi. Nick se bajó del auto y corrió hacia nosotras para abrazar a Halley por la cintura y besarla en corto, al separarse dió unas palmadas en mi hombro en apoyo.

- Hazlos trizas, guapa -guiñó un ojo divertido.

Le sonreí en agradecimiento y después besó a mi amiga en los labios, se despidieron y ella ma tomó de la mano para caminar.

Mis manos temblaban y mis piernas flaqueaban mientras caminaba. Paso por paso, cada uno los conté. Halley sonrió a mi y susurró en mi oído que levantara la cara. Lo hice. Una chica a lo lejos me señaló y se llevó la mano a la boca, sus amigas siguieron a donde había señalado. Decidí ignorarlo y seguir caminando junto a Halley. Un chico casi choca contra un poste por mirarme y no quitarme la mirada de encima. Reí y sin darme cuenta ya estábamos frente a la puerta.

Al dar un paso adentro sentí varias miradas en mi, bajé la cabeza.

"Nada de subestimarte"

Recordé las palabras de Payton.

Alcé la cabeza de nuevo. Un chico se azotó contra su locker.

- ¡Wow! -exclamó con la boca abierta.

Mi cabello recogido en una media coleta, la parte suelta con mis chinos más definidos, mis pestañas enchinadas con rímel y mis labios con un rojo neutro. Nadie me había visto con maquillaje desde el primer semestre. Llevaba la misma ropa, pero al menos era un comienzo.

En clase de literatura no podía quitar la mirada de Nikki, quien no dejaba de hacerle ojitos al profesor.

- Ninette, ¿podrías leernos el siguiente capítulo? -pidió el maestro repentinamente.

- Ah, claro... -intenté asomarme al libro de la chica de enfrente mio para ver en qué página iban, pero no alcancé ver nada.

- De pie, señorita Wilde -cerró su libro e hizo una señal de que me acercara.

Sintiendo los nervios desgraciados en mi estómago caminé a él y me tomó de los hombros, me puso frente al escritorio viendo hacia todos. Alcé la cara de reojo en dirección donde Harry siempre se sienta junto a todos sus amigos, entre ellos comenzaron a aullar como lobos, Laurie los calló volteó a mi para darme un regaño o algo.

- ¿Por qué no te quitas esa sudadera y nos enseñas lo gorda que te pusiste, zorra? -gritó alguien atrás.

Miré mi sudadera.

- ¡Hey! Quien haya dicho eso...

- No está bien, profesor -interrumpí- debería hacerlo

Le di mi libro, viendo hacia ese grupo y me quité la sudadera. Mi playera azul marino salió a la luz, no se me veía ni la clavícula. Le di la sudadera también y comencé a quitarme la blusa hasta quedar solo en sostén.