Capítulo cincuenta y siete.
Narra Ninette.
Payton se quedó completamente dormido, yo no pude ni cerrar los ojos. Me dieron las cuatro de la mañana y seguía completamente despierta.
Estaba pensando en una manera de dejarlo sin dejar nada que pudiera recordarle a mi a la estúpida que le había puesto alas y de las cartará en menos tiempo de lo imaginado.
Mientras pensaba, Payton dejó de abrazarme para darse vuelta y fue entonces donde me levanté de la cama cautelosamente y me dirigí al estudio que había descubierto unos momentos antes, cuando estaba "cambiándome" en el baño.
Cuando llegué, tomé un papel y una pluma y me senté en la silla que se encontraba detrás de un escritorio de madera. Me tomé un minuto para pensar en lo que plasmaría en ese estúpido pedazo de papel lleno con lo que diría si lo tuviera frente a mi y fuera el adiós.
Tomé la pluma y la pegué al papel, fue como si se escribiera por sí sola porque una vez que comencé con las primeras letras, seguí y seguí hasta que todo mi brazo se entumeció. Las palabras inundaban mi mente y corazón.
Empecé a llorar, llorar y llorar y llorar, imploré que todo acabará pronto y que Payton me pudiera perdonar, que él nunca olvidara cuanto lo amaba pero que sí olvidara que él me amaba.
Cuando terminé de escribir todo mi cuerpo estaba temblando, mi vista estaba borrosa y apenas podía respirar.
Tomé las cinco hojas de papel que había logrado escribir y las doblé casi perfectamente para meterlas a un sobre, lo cerré y lo dejé sobre el escritorio sin despegar la mirada de él.
Escuchaba mi corazón palpitar en mis oídos.
- No me odies por favor... -imploré al aire.
Respiré profundo y encontré fuerza en lo más profundo de mi interior, las últimas que me quedaban y me levanté, tomé la carta y salí del estudio.
Tomé mi ropa y escondí la carta entre ella.
Me di vuelta encontrándome de frente a la habitación de Payton, me pellizqué la pierna con todas mis fuerzas y caminé de puntitas hasta allá.
Estaba aún completamente dormido. Su cabello estaba alborotado por todos lados, sus labios estaban entreabiertos y un pequeño rastro de baba hacía camino por las comisuras.
Mi corazón se rompió.
Mis pies se movieron involuntariamente hacia él, me arrastré hasta su lado y puse mi mano sobre la suya, al instante él cerró sus dedos sobre mi mano entrelazando nuestras manos.
Quería llorar, pero ya no salía nada.
No supe en qué momento cerré los ojos y me quedé completamente dormida.
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Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |
Fanfiction"La primera clase es gratis" Decía el anuncio que la protagonista encontró para conocer al empresario con doble vida, del cual se enamoraría y en el camino (sin querer) de su mejor amigo. Payton. Moormeier. ☠️ Adaptación de la novela de @SandyRam...