En mi memoria®

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Capítulo cuarenta y seis.

Narra Ninette.


Abandoné lo que más quería esta noche. Le dije a Payton que me dejara pensar las cosas, él solo asintió y se fue.

Regresé a la fiesta y disfruté de mis amigos. Harry y yo bailamos un rato.

Nos tomamos miles de fotos y videos, obligamos a algunos maestros a bailar, pedimos un par de canciones al DJ, Halley y yo bailamos una coreografía que aprendimos en secundaria, mis amigas y yo nos tiramos en el piso mientras sonaba Fine Line de Harry Styles y nuestro Harry subió a una mesa a cantar esa canción como si fuera Harry.

Al dar las 11, la fiesta había acabado. Me encontré a Laurie y me invitó por un café, le dije a Halley y me deseó suerte.

Subí al auto de Laurie y condujo hacia una cafetería al parecer abierta las 24 horas del día.

Pedimos cosas distintas y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.

Disfruté toda la noche, pero aún tenía un inmenso hueco en el alma por Payton.

- ¿Pasa algo? -preguntó suavemente.

Lo miré y sonreí del daño dolorosamente.

- ¿Recuerdas por qué nos separamos?

Asintió y tomó un sorbo de su café.

- Me engañaste, con una rubia -hice una mueca al recordar esa escena.

- ¿Crees que lo hice por querer? -escupió recargandose totalmente en el respaldo- era la secretaria del director, amenazó con enseñarle unas fotos de nosotros si no me acostaba con ella... te iban a expulsar y no tendrías el colegio terminado -rió entre dientes con los ojos aguados- yo también hubiera tenido fuertes consecuencias, pero lo hice por ti... -negó con la cabeza mordiendl sus mejillas por dentro- joder, ni siquiera te importó escucharme cuando salí a buscarte, solo te enrollaste con mi mejor amigo de la universidad... Nunca has querido escuchar, tu solo oyes, no escuchas y aveces solo necesitas hacerlo para entender todo

Ahora todo será más difícil de lo que creí.

- Laurie... -me levanté de donde estaba sentada y caminé a él para sentarme a su lado.

- No tienes ni la más remota idea de cuanto te necesité, tu risa, tus besos, tus caricias... -subió su mano a mi cara y acunar mi rostro entre su mano- cuando un hombre llora por una mujer es muy difícil que vuelva a amar a otra persona como la amó a ella

No llores, no llores, no llores, no llores.

Sin pensarlo dos veces, acerqué mi labios a los suyos. Sus brazos me rodearon y me acercaron a su cuerpo.

Subí mis manos a su cabello y exploré cada rulo con mis dedos, bajé mis manos a su cara y tracé una línea en su mandíbula y su cuello.

Saboreé el sabor de sus labios y aspiré su aroma.

Nos separamos de nuestro beso para poder respirar, pegué mi frente con la suya. Abrí mis ojos y él los suyos.

Admiré y tatué el color de sus ojos en mi memoria.

Me separé un poco y acuné su cara entre mis manos para detallar su rostro lo más posible.

Sonreí y dejé un beso casto sobre sus labios.

Miré afuera y ahí estaba el auto de Nick, el novio de Halley. Mi corazón se rompió.

Volví a ver a Laurie, en sus ojos estaba el mismo destello con el que me veía cuando estábamos juntos.

Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora