Capítulo cincuenta y dos.
Narra Ninette.
El último día en el puerto fue el más difícil, el más largo, el más reconfortante aunque igual el más triste.
Como siempre, empezamos con una ducha juntos, donde reíamos pero también nos besábamos y nos mirábamos con fascinación.
— Espero que tus padres estén de acuerdo en que pases algún tiempo conmigo, ya sabes, en las vacaciones puedo mostrarte algunos lugares que me parecen increíbles —dijo mientras me arropaba con una toalla para secarme.
Asentí con dolor. Hice una mueca des disgusto y salí del baño para cambiarme con la última muda de ropa que traje.
— ¿Pasa algo, preciosa? —preguntó Payton a mis espaldas.
— No —contesté casi inmediatamente— es que... no puedo creer que la semana se haya pasado tan rápido —el nudo en mi garganta me cortó la respiración— quiero más de esto
— Lo tendrás —dijo con cierta ternura mientras caminaba a mi.
Sus manos me tomaron por la cintura y pegó su cabeza a mi cuello, sus labios rozaban mi piel y su aliento provocaba un cosquilleo perfecto. Sus manos bajaron poco a poco hasta mi trasero, apretándolo y estrujándolo. Gocé tanto como pude.
— El desayuno puede esperar, ¿no lo crees? —murmuró en un tono seductor.
— Estoy en mi periodo
La mentira del año.
Payton se separó de mi y me miró de arriba a abajo, admirando mi semidesnudes.
— Señorita Wilde, debería ser un ilegal que ande con prendas tan provocativas —canturreó en ese tono majestuoso.
Jalé de su toalla hacia mi, jalándolo a él al mismo tiempo, sin quitársela. Mis manos subieron por su pecho desnudo hasta su nuca y lo besé con deseo sin detenerme en ningún momento. Payton mordió mi labio inferior y sentí su respiración aumentar frenéticamente. Me empezó a encaminar lentamente hacia un sillón que estaba justo detrás de él. Me cargó en sus brazos y se sentó haciendo que quedara sobre él.
Sentí su preciosa longitud chocar contra mi feminidad y su cuerpo deseando más por más. Sin evitarlo, mis caderas se movieron en circulos sobre su regazo hasta que sus manos llegaron a mis senos y empezó a sobarlos bruscamente encima de mi sostén. Se sentía tan bien, que no quería que se detuviera.
Sus besos bajaron por mi barbilla, mi cuello. Tomé una bocanada de aire y comencé a gemir levemente.
— Desnúdate —ordenó la voz rasposa y acelerada de Payton.
— No puedo —murmuré sobre sus labios.
— Ninette...
— No puedo —repetí separándome de sus labios.
— ¿Pero por qué no? —exclamó algo disgustado/molesto.
— Ya te lo dije, estoy en mi periodo
— ¿Qué tiene eso?
— Payton, no seas nefasto —bufé levantándome de su regazo y caminaba para tomar mi ropa de nuevo.
Me agaché para ponerme mis pantalones e inconscientemente, dejé una vista para Payton de mis bragas apretándose en mi trasero.
— Joder Ninette —exclamó caminando hacia el baño, echando fuego.
La puerta se azotó fuertemente en un estruendo y un par de cosas caerse al suelo.
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Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |
Fanfiction"La primera clase es gratis" Decía el anuncio que la protagonista encontró para conocer al empresario con doble vida, del cual se enamoraría y en el camino (sin querer) de su mejor amigo. Payton. Moormeier. ☠️ Adaptación de la novela de @SandyRam...