Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |

Mi amor

Capítulo treinta y uno.

Narra Ninette.

Corrí escaleras abajo, descalza. Estaba emocionada y no sabía por qué. Me acomodé el vestido casi antes de abrir hasta que Eunice apareció tras de mi.

- ¿Me veo mal? -pregunté nerviosa.

- Muy linda, señorita

- Eunice, puede terminar de limpiar y puede irse, me gustaría pasar el tiempo que tengo con mi prometido

- Como lo deseé -sonrió con amabilidad y subió de nuevo las escaleras.

Respiré hondo y abrí la puerta. Laurie estaba frente a micon un ramo de tulipanes blancos.

Me miró con asombro.

- Ninette...

- Laurie

Di un paso fuera y estiró el ramo y lo tomé y las olí por encima. Sin pensarlo dos veces me avalancé a su cuerpo abrazándolo, tan fuerte que estuve segura que dejaría de respirar en cualquier momento.

- Te extrañé -susurró en mi oído aún apretandome entre sus brazos.

- Y yo a ti...

Nos separamos de nuestro cálido abrazo, me mantuvo pegada a su cuerpo y se acercó tanto a mi rostro que pude sentir su respiración chocar contra la piel de mi mejilla. Admiré sus hermosos ojos verdes.

- ¿Sabes? mi padre me enseñó que a las mujeres no se les pude permiso para esto...

Y me besó. Después de estar separados, estábamos juntos de nuevo, eramos uno solo de nuevo.

- Lo siento... -dijo cuando se separó de mi- tenía que hacerlo, no aguantaba la tentación

- ¿No quieres hacerlo de nuevo?

- Lo haría por siempre...

Volvió a pegar sus labios con los míos, pero ahora con más pasión, con más entrega.

Mi mano viajó a su cabello, y mientras yo jugueteaba con él, tomó las flores de mi otra mano y comenzamos a caminar dentro de la casa, cerró la puerta con su pierna y dejó las flores en la mesita al lado de la puerta y me levantó en el aire sin despegar nuestros labios y empezó a subir las escaleras conmigo en brazos.

- Nos vamos a caer... -reí entre el beso.

- No, aún no -rió también.

Reí aún más separando el beso.

- ¿Sabes cuanto me gusta tu risa?

Negué con la cabeza.

- Me encanta, es la risa más hermosa que he escuchado jamás

Sonreí ampliamente y regresé mis recuerdos al momento exacto en el que Laurie me besó por primera vez.

- ¿Qué pasa? -preguntó mientras me depositaba en el piso.

Cerré los ojos e intenté no soltar lágrimas que se avecinaban en mis ojos. Tomé un suspiro y dejé un beso en la comisura de sus labios.

- No quería hacer esto, porque sé que me lastimó yo y a ti, pero no es correcto mentirle a la persona que me ha hecho feliz -abrí los ojos de nuevo y al ver sus bellos destellos verdes mi corazón se apretó- te amo... Laurie, te amo -sollocé.

Sus ojos brillaron de una manera espectacular, pero antes de que él pudiera decir algo, hablé yo.

- Pero siento cosas por otra persona... -solté- y no mereces sufrir, te... te invité esta tarde como parte de mi vida, porque lo que pudimos vivir no fue cosa de inventos -acaricié su mejilla- fui sincera contigo y tu también lo fuiste, pero hoy solo quiero disfrutar de tu amistad, tu compañía, tal vez de tus besos, de tus abrazos y de todo lo que no podré volver a tener nunca más...