¿y si...?

1.1K 39 0
                                    

Capítulo treinta y nueve.

Narra Ninette.


Payton bajó a abrir la puerta, ya completamente vestido, y yo me senté en el último escalón de las escaleras en la parte de arriba para que no me viera, estaba enrollada en una bata morada. Payton abrió con una expresión neutra, escuché la voz chillona de una mujer y al reconocerla mi estomago comenzó a estrujarse.

Mi mente se distrajo unos segundos pensando en cómo nos había encontrado la secretaria de Payton y qué hacía aquí, hasta que:

— No puedes negar que yo te gusto y por eso huiste con esa mocosa para olvidar lo que te hice sentir esa noche —dijo ella con un tono de orgullo que me dieron ganas de arrancarle los pelos.

— ¿Puedes callarte? —dijo él con algo de desesperación— ella no puede saber nada de eso

Mi pecho se apretó.

— Ahg vamos... en cualquier momento vas a deshacerte de ella

— Escucha bien porque no voy a volver a repetirlo —escupió más molesto— tu eres esa chica de la cual me deshice rápido, no ella —sus pasos se escuchaban en dirección a la puerta— y si en algún momento vuelves a meterte con ella quien es una persona que de verdad quiero, no tendrás tiempo ni de asimilar las consecuencias

Mis lágrimas se desataron por mis mejillas, tapé mi boca con mi mano evitando soltar un sollozo que pudieran escuchar y me levanté corriendo a la primera puerta cercana para esconderme ahí, era el armario, no tan grande. Me tiré al suelo soltando todo. 

No entendía la razón por la que estaba llorando, me sentía muy feliz por escuchar a Payton decir que me quería a otra persona y no una persona cualquiera, si no, a una de sus conquistas pasadas.

— ¡Ninette! —llamó desde abajo.

No quise contestar.

— Nena, ¿dónde estás? —preguntó su voz aterciopelada y suave.

Apreté mis ojos dejando caer unas lagrimas pesadas.

— Nette... —escuché detrás de la puerta— ¿Qué haces allí dentro? —preguntó suavemente— ¿Puedo pasar?

Tomé aire u quité mi mano de mi boca, dejé salir el aire y sequé mi mano sobre mi pierna.

— No... —solté con la voz temblorosa.

— ¿Qué tienes, mi amor?

— Nada —limpié mis mejillas con el dorso de mis manos y las restregué sobre la bata.

— Vamos, abre —pidió dando suaves toques a la puerta.

Sorbí mi nariz y estiré mi mano a la manija para quitar el seguro, me arrastré hacia la esquina escondiéndome entre los abrigos que había. La puerta se abrió lentamente y escondí mi cara entre mis piernas, mis brazos abrazaron mis rodillas.

El calor de su cuerpo y su aroma se hacían cercanos, se sentó frente a mi, tan cerca que tapaba la luz de fuera del armario.

Alcé un poco la cabeza, asomando mis ojos sobre mis brazos. La expresión preocupada y tranquila de Payton era un dilema, se veía interesado en lo que me sucedía pero no quería alterarme. Inclinó la cabeza del lado y su mano se estiró a mi cabello y lo hizo hacia atrás, al contacto, sentí una holeada de tranquilidad.

Sin poder evitarlo me tiré sobre su cuerpo rodeando fuertemente mis brazos en su torso, él al momento me abrazó de vuelta escondiendo su cara en mi cabello. 

Como por arte de magia mis lágrimas desaparecieron, el "dolor" irracional en mi cuerpo también desapareció. Alejé mi cara de su cuerpo para poder quitarme bien los rastros de lágrimas, él me tomó del rostro y con sus pulgares acarició mis mejillas. Sus ojos avellana tenían un brillo sincero.

Acercó su labios a los míos y dejó un casto beso tas otro haciendome sonreír casi sin fuerzas.

— Nunca había podido decirte lo mucho que disfruto besarte —dijo él con los ojos cerrados.

Lo admiré así unos segundos hasta que volvió a abrir los ojos.

— Vamos, tenemos que seguir con nuestro pequeño viaje y tienes que desayunar —dijo tomándome de las manos— no quiero que ese culo espectacular se vaya por culpa mía —dijo de una manera  graciosa.

En otro momento pasado, me hubiera reído, pero eso solo me hizo pensar:

¿De verdad me quería por lo que soy o lo que le hacía sentir en la cama?




¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

He regresado.


Monica  ):) 🎑

Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora