Escondidas®

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Capítulo dieciseis.

Narra Ninette.



- Payton, ¡muévete! -gruñí intentando empujarlo y salir del auto.

- ¿Qué? ¿qué pasó? -confundido.

- Mi papá está ahí -dije entre dientes.

- ¿Y...?

- ¿Estas loco?

Me removí debajo de su cuerpo y salí como pude.

- Quédate aquí, solo viene a recoger su ropa para irse de nuevo

Dije y él asintió, cerré la puerta y corrí en dirección al patio de atrás.

- ¡Ninette! -gritó mi papá dentro de la casa.

Entré tarareando una canción con las manos en la espalda sin preocupación. Mi papá escuchó mis pasos y fue a mi encuentro.

Sus ojos _____ igual a los míos tenían un aspecto fatal, su cabello despeinado pero siempre siempre tan guapo.

- ¿Qué hacías afuera?, podrías resfriarte

Rodeé los ojos y le sonreí. Me abalancé a su cuerpo y planté un beso tierno en su frente, él me estrujó entre sus brazos.

- Te extrañaba -murmuré.

- Yo también mi vida -dejó un beso en mi cabeza para después soltarme- vine a despedirme, este será mi último viaje de negocios antes de tu cumpleaños, no te desharás de mi

Asentí y él guiñó un ojo divertido para luego subir las escaleras. Me quedé unos segundos en silencio y cuando escuché que comenzaba a hacer su desastre corrí a la puerta. Busqué el auto de Payton por todos lados pero no pude verlo.

- Te ves realmente sexy con ese vestido

Me di vuelta para encontrarme con Moormeier. Una sonrisa maliciosa se asomaba por sus labios creando una imagen aun más perfecta. Se acercó lentamente y me tomó de la cintura jalándome a su cuerpo, besándome ferozmente, acarició mi cuerpo por encima de la tela delgada, mordió mi labio inferior. Inhalé su fresco y delicioso aliento mientras buscaba su lengua para juguetear con ella.

- Ven... -lo tomé de la mano y lo jalé conmigo dentro de la casa.

Cerré la puerta tras de nosotros y lo llevé a la sala, lo empujé al sillón individual que daba la espalda a las escaleras. De una manera tentadora me puse encima de él y besé su cuello dejando una mordida para volver a sus labios.

- Ninette... tu padre -recordó evitando jadear- puede vernos

- Pensé que eso no te importaba -dije con malicia.

En ese instante me tomó del trasero restregando su sexo con el mío llenándonos de placer, tomó mi cabello en un puño y jaló hacia atrás, atacó mi cuello con besos, lamidas y succiones mientras yo seguía moviendo mis caderas.

- ¡Ninette! ¿Has visto mi saco gris con rojo? - gritó papás desde arriba.

Me separé de la boca de Payton quien apretó mi cuerpo contra el suyo y comenzó a mover las caderas arriba y abajo, como si estuviera embistiéndome con ropa. Cerré los ojos concentrándome en no gemir.

- No... ¡No! -dije manteniendo la respiración- búscalo en el armario de mamá

- ¡Bien!

Enterré mis uñas en los hombros de Payton. Cerró sus ojos. Bajé mis besos a su cuello y alcé su camisa dejando su abdomen al visto. Bajando mis besos en una línea hasta la orilla de su pantalón.

- Dios, Ninette -gruñó.

Antes de seguir bajando, dejé un casto beso sobre sus labios.

- Te veo en la piscina

Me vio algo confundido, pero a los pocos segundos entendió. Me levantó de sus muslos para depositarme delicadamente donde él estaba, se inclinó a mi recargando sus manos en los antebrazos del sofá.

- Te veo allá -dejó un beso fugaz en mis labios y se dio vuelta.

Al desaparecer por la puerta que daba al jardín corrí escaleras arriba y me metí como rayo a mi habitación buscando entre mi armario el bañador.

- ¿Qué buscas? -rió mi papá tras de mi.

- Ehhh... mi camisón

- Creo que tu madre lo llevó a la lavandería

- Ahh -intenté sonar disgustada- ni modo

Sonrió del lado y caminó a mi, dejó un beso sobre mi frente.

- Te veo en unos días, ¿si?

Asentí como niña pequeña, dio una suave caricia a mi cabeza y salió de mi habitación. Bajó las escaleras y unos momentos después escuché la puerta cerrarse, en ese momento empecé a quitarme la ropa. Tomé el bikini negro y me lo puse, amarré los cordoncitos de ambas piezas y bajé las escaleras.

Me asomé por el umbral que daba a la piscina y vi a Payton metido, esperándome. Sus brazos estaban recargados en la parte exterior de la pileta haciendo que sus bíceps tomaran un aspecto más grande. Sonreí. Al dar un paso dentro, como si Payton pudiera oler mi presencia volteó. Sus ojos se expandieron, sentí sus ojos curiosos quemando y explorando todo mi cuerpo.

Tragó saliva y estiró su mano a mi, la tomé y metí mi pie al primer escalón sintiendo el agua fría darme una corriente de escalofríos.

Como si él ya no pudiera esperar más, me tomó de la cintura y me cargó hasta que mi cuerpo quedara cubierto, bajo el agua.

- ¿Estás lista para no poder caminar por un largo día? Hoy te ves más deseable que nunca y no retendré el deseo de hacerte mía de la manera más ruda que te puedas imaginar



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¿Otro capítulo o no? Ustedes mandan.



Monica ):) 🥱

Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora