Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |

¿Harry?

Capítulo once.

Narra Ninette.

Me puse una bata de satín negra, de esas que brillan de una manera espectacular cuando un destello de luz las ilumina.

Payton se pudo al lado mío, cerca de la mesita de centro, donde habían tres velas y pétalos de rosa.

- ¿Quieres qué sigamos con la clase? -preguntó en voz baja y tierna.

- Si...

Abrí mis labios para decir algo, pero Payton me besó casi comiéndose mi boca. Moví mis labios sobre los suyos lenta y suavemente.

De repente su mano viajó por mi busto bajando hasta mi abdomen. Me aguanté el gemido que casi se escapaba de mi garganta.

- Payton... -susurré.

- ¿Si...? - siguió besando la piel desnuda que se mostraba por la bata.

- Espera -puse una mano sobre su pecho y lo empujé.

- ¿Qué pasa? -preguntó en un tono comprensivo.

- Es... lo que pasa es -tartamudeé-... no estoy segura de poder seguir haciendo eso

- ¿Qué?

- Eso, no creo que sea bueno seguir con esto -dije volviendo a taparme con la bata.

- ¿Por qué lo dices?

No lo sabía, no sentía que fuera algo correcto tener sexo todo el tiempo, igual y era eso, o también podría ser que estaba cayendo en sus redes, así como... un salmón, sí, eso.

Dios mío, esos ojos avellana y esa sonrisa pícara que... ¡Ah no!

- Estamos pasando más tiempo del necesario

- ¿A qué te refieres con eso? digo, yo he seguido las reglas -mustió- solo que ahora hay una más

¿Otra regla? Como si no fuera suficiente con las que tengo que cumplir cada que me toca.

- Tienes que conseguirte un novio -soltó- fui tu primera vez t apuesto que eso crea una especie de vínculo o conexión conmigo y no quiero nada de eso -dijo sin preocupación, como si fuera algo de lo que quería deshacerse rápido- eres guapísima, una de mis alumnas más guapas y más jóvenes... de hecho la más joven, y no quiero que te hagas una ilusión errónea

Apreté mis labios sintiendo un revuelco en el estomago.

-...Bien

Caminé a mi ropa levantándola del piso tomé mi teléfono y busqué el número de mi amiga mientras caminaba a la ventana, lejos de él.

Un tono... dos tonos...

El tono de que había tomado la llamada sonó.

- Halley... -contesté entrecortada sintiendo un nudo en mi garganta impidiéndome respirar bien.

A parecer se dió cuenta porque habló con suavidad.

- ¿Nette? ¿Qué sucede, nena?

Tomé aire profundo.

- ¿Puedes venir por mi? -solté una que otra lágrima.

Sentí un pequeño jalón en mi brazo dándome la vuelta, encontrándome con esos estúpidos colores avellana.

Lo empujé y caminé al otro lado, estaba furiosa, y no sabía porqué.

- Ninette... -intentó hablar.

- No, ¡no! ¡Eres el idiota más patético que he conocido en mi estúpida vida! Solo me quieres para revolcarte conmigo y después ya no te importe nada como si yo fuera cualquier cosa

Su rostro sorprendido cambió, su entrecejo fruncido al igual que sus labios, en sus ojos había un destello de confusión y desagrado así como la de...

Harry.

- Bueno, no solo lo hago contigo, lo hago con todas mis clientas -explicó con la misma desfachatez- creí que teníamos en claro las reglas...

Mis cosas cayeron al suelo de mis manos y con la furia en mis venas, lo empujé del pecho y empecé a golpearlo. Tomó mis muñecas entre sus manos y me puse de espaldas a él.

Tomó mi celular del suelo y lo pegó a su oreja.

- ¿Halley?... si... piso catorce habitación 1450

Yo aún tratando de zafarme comencé a llorar.

Payton dejó de nuevo el teléfono en el piso e hizo que nos cayéramos poco a poco hasta sentarnos en el piso.

Me rodeó con sus brazos y acarició mi cabello mientras me apretaba en su pecho.

- Eres un estúpido, Harry -maldije entre sollozos.

- Ninette, soy Payton

- ¡Harry! -grité soltándome de sus brazos, me arrastré al otro lado.

Él se arrastró conmigo y volvió a abrazarme.

Al pasar de los minutos, Payton no me dejó sola ni un segundo, empezó a cambiarse como pudo sin soltarme.

Le aseguré que ya estaba bien y me dió su camisa, me la puse y me levanté para sentarme en el sillón. Payton entró al baño unos segundos y cuando salió se hincó frente a mi.

- ¿Ya estas mejor?

Rasqué mis ojos quitando los restos de lagrimas de mis pestañas y lo miré dedicándole una sonrisa sin fuerzas, asentí.

- Solo necesito a Halley -dije más tranquila.

Dejó un beso en mi frente y se levantó cuando unos toques incesantes en la puerta tocaron.

Abrió la puerta y mi amiga entró como rayo a mi presencia. Al verme corrió a mi y me levantó para que me acomodara en su regazo como niña pequeña. Nos sentamos en el sillón y mientras acariciaba mi cabello, dejaba besos tiernos en mi cabeza. Esta niña era como mi madre.

- ¿Qué pasó, nena? -murmuró son suavidad para mi.

- Harry.... -solté sin fuerzas.

- ¿De nuevo?

Asentí.

Ella chasqueó la lengua y me apretó a su cuerpo.

Payton nos acercó dos botellas de agua y mi amiga le agradeció, él encendió la lámpara y se sentó en la cama como buen empresario.

- ¿Puedo saber quién es Harry y por qué ella se pone tan mal? -preguntó en tono cansado.

Halley me miró de reojo pidiéndome permiso a lo cual yo solo asentí.

- Harry es... ya sabes, apuesto, con dinero... deportista -empezó a explicar- la clase de chico que todo chica querría en su adolescencia y mi preciosa Nett era una de ellas, solo que él también llegó a tener interés por ella, digo... ¿quién se resistiría a ese bello _____ único en sus ojos tan preciosos? -dijo con obviedad ganando una risa de Payton quien me miró de reojo- Harry empezó a cortejar a Ninette; la buscaba cuando salió del salón, le daba pequeños regalos, le llevaba una flor diferente todos los días... -suspiró- Ninette no resistió y cuando Harry le pidió ser su novia, ella aceptó

Una punzada en el estómago.

- Harry un día le pidió a Nette que le demostrara que si lo quería de verdad, tenía que tener sexo con él -soltó con desprecio- Ella no aceptó y con mucho dolor vino conmigo, se sentía fatal -me apretó un poco entre sus brazos- al día siguiente, Harry publicó en todos lados que Ninette era una zorra, dijo que había aceptado muchas veces hacer un trío con él y un amigo suyo... al pasar del tiempo los chicos la acorralaban para pedirle sexo grupal, orales, todo... las chicas le pedían consejos en burla, etc.

- Para... -pedí sin fuerzas evitando llorar de nuevo.

- Ese hijo de puta -gruñó Payton entre dientes y se levantó caminando de un extremo a otro rechinando los dientes y los puños apretados hasta que volteó a verme- tengo una tarea para ti, Ninette