Capítulo veintiuno.
Narra Ninette.
Enero...
La escarcha de nieve era lo único que lograba ver a lo largo del día. Nadie podía salir de las casas, solo yo Payton y el ingenioso de Laurie.
Las hojas secas me dan una sensación la cual no sé definir cual, pero es la misma cuando hay un cielo nublado, canciones tristes. La noche, en las noches es cuando no dejo de pensar en lo último que Payton me había dicho: "deja que todo fluya", pero cada que dejaba que algo fluyera, o salía terriblemente mal o simplemente no salía. Y lo peor era ver los hermosos verdes de Laurie mirándome sólo a mi.
Luego, estaba la soledad que sentía por todos lados.
Mi cumpleaños está por llegar, el día de los enamorados y mi primer mes estando con Laurie.
"No pienses más, no pienses más". Me repetía a mi misma día, tarde y noche.
Me levanté de la cama con un horrible y tremendo dolor de cabeza, caminé al baño arrastrando los pies y me miré al espejo. Las tonalidades opacas por toda mi piel y la palidez en ella.
Corrí a mi cama para tomar mi celular, lo desbloqueé y marqué al número de Halley.
— Hellouu —dijo graciosa.
— Creo que tengo anemia
— ¿Por qué lo dices? —dijo masticando algo crujiente.
— Tengo unas manchas grisáceas debajo de mis ojos
— ¿Te sientes cansada?
— Si...
— ¿Sientes que podrías dormir todo el día?
— Ajá —asentí.
— ¡Ja! Ninette, no tienes anemia —burló— tienes mucho sueño, se ve que Payton no te deja descansar con tanto sexo
— No tengo tanto sexo con Payton
— Claro —dijo en un tono incrédulo— ¿Cuantas veces lo has echo con él después de lo del hotel? —masticando otra fritura.
Me quedé pensando, la verdad no llevaba la cuenta pero mi cuerpo dice que han sido demasiadas. Si nos ponemos a contar, aproximadamente son...
— Unas 15 —algo no tan segura.
Escupió lo que tenía dentro de la boca.
— ¡¿15 veces!? —gritó sorprendida— carajo Ninette, ¿por lo menos descansas?
— Pues ahora que se vino la nevada he descansado más
— Nette, sé que el sexo es espectacular pero debes descansar hasta tu cumpleaños —dijo evitando una carcajada— después podrás tener todo el sexo que quieras con él, sin respirar
Estuve pensando en una respuesta y, antes de que pudiera decirla escuché mi nombre en el patio. Sonreí sintiendo mariposas en el estómago.
— Te llamo luego, mi novio está aquí
— ¿Novio? —preguntó casi en un grito.
— Adiós...
— ¡Ninette!, ¿qué novio? —preguntó apresuradamente.
Colgué. Corrí a la ventana y la abrí dejando entrar el frío aire. Sonreí aún más al verlo.
— Oh mi Julieta Capulet, estos días te he extrañado de noche y de día —citó— tus ojos se me revelan a la hora de dormir y a la hora de amanecer —dijo de manera dramática— Oh Julieta, permíteme llevarte tan lejos que nadie nos vea
— Oh, querido Romeo, qué cosas decís —cité— en el momento en que vosotros crucemos la puerta, mi padre os llevará a la hoguera —intenté no reír ante las expresiones de Laurie— Oh mi Romeo, ¿estáis seguro de lo que queréis hacer?
— Julieta, estoy seguro de querer pasar la vida entera con vosotros —puso sus manos sobre su pecho— no me dejéis aquí, solo y prisionero de mis deseos, que mi corazón solo pertenece a ti... os ruego que me acompañéis, estarás aquí antes de las diez
Miré mi muñeca fingiendo ver un reloj y esperé unos segundos, Laurie casparreó la garganta y corrí escaleras abajo en dirección a la puerta de la cocina. Al salir, corrí a é y me cargó entre sus brazos.
Solté una risa al escuchar la suya.
— Hola, princesa —me saludó dejando un beso sobre mi cabeza.
Busqué su rostro y dejé un beso en su mejilla.
— Hola, mi amor
Sonrió de oreja a oreja y claramente pude ver un brillo en sus ojos. Besó mis labios con ternura y me bajó para que pudiéramos ir a su auto.
Lo que me encantaba de Laurie era que a pesar de la notable diferencia de edad, no le importaba manifestar nuestro noviazgo, siempre me tomaba de la mano y cada que podía robaba besos de mis labios. Si no fuera por el reglamento de la escuela, juraría que podría hacer lo mismo en clase, frente a los maestros, directores y demás.
Me había tomado dos semanas saber que no lo quería, si no que lo amaba.
— ¿En qué piensas? —preguntó suavemente al darse cuenta de mi mirada perdida.
— En que no sé qué haré en la escuela cuando no pueda besarte, ni tomarte de la mano —sonreí del lado cabizbaja.
Jaló de mi mano entrelazada con la suya deteniendo nuestro paso y volteándome, haciendo que lo mirara. Sus bellos ojos verdes con detalles azules, amarillos y cafes.
— No pienses en eso... en clase te mandaré miradas coquetas, notitas escondidas, de repente le pediré a algún compañero que se siente detrás tuyo a que se levante a leer para yo sentarme ahí, jugar con tu cabello —sonriente— todo a escondidas, pero no vas a poder deshacerte de mi, al menos de que me lo pidas
Sonreí con ternura y me puse de puntitas para dejar un beso en sus labios. Pegó su frente con la mía haciendo caras chistosas y me eché a reír. Rodeó sus brazos en mi cintura y comenzó a dejar besos por toda mi cara.
— ¿Nos vamos? —preguntó entre risas.
— ¿A donde me llevarás?
— Es... sorpresa —ladeó la cabeza.
— Bien, pero quítame una duda —di un paso atrás— ¿Voy arreglada para la ocasión?
Sonrió.
— Claro que si, te ves preciosa —estiró su mano a mi— todos envidiarán a la mujer que llevo en compañía —dijo con entusiasmo mirándome con cariño.
Reí ante su acción de niño pequeño y tomé su mano.
— Solo iremos a una reunión —dijo— con unos compañeros de la universidad
— Uhh...
¿Estaba asustada? Si, ¿por qué? porque ahí todos ya tienen carreras, trabajos, tal vez familia propia. Y yo, a penas en unas semanas cumpliré dieciocho. Que genial.
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Damas y caballeros, lo que se viene...
Monica ):) 🌂
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Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |
Fanfiction"La primera clase es gratis" Decía el anuncio que la protagonista encontró para conocer al empresario con doble vida, del cual se enamoraría y en el camino (sin querer) de su mejor amigo. Payton. Moormeier. ☠️ Adaptación de la novela de @SandyRam...