Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |

Bote

Capítulo cincuenta y tres.

Narra Payton.

Me quedé helado en ese momento, no me movía. Mi cabeza daba vueltas y mi vista estaba nublada.

Sentí la mano de Ninette en mi pecho y dijo algo que no alcancé a escuchar, pero sostuvo mi cara entre sus manos obligándome a verla.

- Hey... -murmuró pegando su frente con la mía- está bien, todo está bien... aquí estoy, mi amor -dando una caricias a mi rostro.

Cerré los ojos y aspiré su aroma. Respiré de nuevo y me relajé.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté aún pegado a Ninette cuando sentí su presencia más cerca.

- Te pido que me mires y podamos hablar de una manera civilizada, Jay -soltó serio- ya no tienes cinco años, maldición

Respiré hondo y me separé un poco de Ninette para darle una pequeña sonrisa y después voltear a ver a mi padre.

- Aquí me tienes -solté con simpleza.

- Hijo, por favor, acepta mis disculpas y desayunemos en paz -pidió señalando la mesa.

Tomé la mano de Ninette, caminamos a la mesa y nos sentamos, empezamos a servirnos de la comida de las bandejas que se posicionaban al centro de la mesa en línea recta.

Quería mantenerme sereno, pero cuando él comenzó a hablar sobre su nueva vida, me daban ganas de gritar y romperle le cara. ¿Cómo se atreve a venir después de que dejé en claro que no quería nada que ver con él?.

- Y bueno Payton, ¿quien es esta bella dama que te acompaña? -preguntó con una sonrisa.

¡Maldito hijo de...

Al parecer Ninette se dio cuenta de que estaba por explotar porque me tomó fuertemente de la mano mientras entrelazaba sus dedos con los míos.

- Es mi novia -solté casparreando la garganta.

- No sé su nombre

Apreté mis manos con fuerza olvidando que Ninette me tomaba una, dio unas palmadas en mi mano y me relajé, la volteé a ver en disculpa.

- Ninette, Ninette Wilde -dijo ella con una sonrisa.

- Que lindo nombre -asintiendo con la cabeza en modo de aprobación- ¿y desde hace cuanto tiempo están juntos?

- Seis meses en una semana -solté.

Sonriente, me miró.

- Estoy feliz de que hayas encontrado a alguien que te ame, después de todo lo que pasó con...

- No tienes derecho a hablar de eso -interrumpí con una sonrisa de oreja a oreja, sarcástica.

Asintió bajando la cabeza a su plato y continuó hablando con los demás.

Miré a Ninette con preocupación, ella sonrió para mi y dió una caricia a mi mano para recargar su cabeza en mi hombro. Dejé un beso en su cabeza.

Cuando el desayuno acabó, Jeremy nos ofreció que fuéramos al algo y fuéramos a dar un paseo en bote. Me negué rotundamente, Jafar y Chaz estuvieron casi una hora intentando de convencerme, pero no lo lograron, hasta que Ninette se me acercó y me besó, de esa manera tan suya, de esa manera que me vuelve loco.

- Podría besarte así todo el camino en el bote -murmuró en mi oído.

Al separarse de mi sonrió mordiendo su labio. Alcé la mirada, todos estaban expectantes.

- ¿Qué estamos esperando? -pregunté con entusiasmo.

Mi madre aplaudió con emoción y Faith la tomó del brazo para subir al bote. Cargué ligeramente a Ninette para dejarla dentro del bote en la orilla hasta atrás, donde estaban las mejores vistas.