Capítulo cincuenta y seis.
Narra Ninette.
Payton cargó mis maletas y las suyas también llevándolas al auto con tanta facilidad que me hacía recordar a Edward Cullen.
- ¿Estás seguro que no sigues teniendo diecisiete años y has vivido por más de un siglo? -pregunté mientras me ponía sus lentes de sol y me recargaba en el auto.
- ¿Por qué lo preguntas? -carcajeó en corto.
- Belleza sobrehumana, fuerza sobrehumana, eres millonario... ¿qué más podrías ser que un vampiro?
- Es bueno que veas películas pero... no demasiado -rió- tengo veinticuatro, como tanto que por suerte no exploto, duermo y creo que has sido testigo de eso dulzura, ¿aún sigues creyendo en que chupo sangre y vuelvo a la gente inmortal?
Cerró la puerta de la cajuela y cuando me miró negué con la cabeza. Nos metimos al coche y nos pusimos el cinturón de seguridad.
- Bueno... -encendió el auto- vamos a casa -suspiró.
- Vamos a casa -le sonreí.
Durante el largo viaje de regreso, escuchamos música y cantábamos a todo pulmón en canciones que ambos conocíamos. Payton no soltó mi mano en todo el camino.
Cuando estábamos entrando en la ciudad, añoré el olor a sal y arena que se impregnaba en mis fosas nasales hasta inundar cada parte de mis pulmones con esa sensación de calidez tan grande y asombrosa. Me sentía algo vacía y creí que era normal porque siempre sucede cuando regresas de algún viaje.
- ¿Quieres dormir hoy conmigo? -preguntó dejando besos sobre mis nudillos.
- Claro, pero recuerda que tienes que llevarme a casa a las seis, mi madre termina su turno a esa hora
Me guiñó un ojo y me sonrió de oreja a oreja para después dejar un beso en mi frente.
Payton me llevó a su apartamento donde usualmente dormía antes de conocerme y acoger de nuevo su "pent-house" en medio del bosque. Subimos varios pisos hasta llegar al número quince y encontrarnos con el magnífico y alucinante departamento que Payton no había usado los últimos seis meses.
- Aquí tienes -dijo tras de mi.
Me di vuelta y lo vi ofreciéndome una playera de esas que él usa a cuando no quería arreglarse.
- Gracias -dije tomando la playera.
Guiñó un ojo y se dio la vuelta mientras se deshacía de su camisa.
Mis ojos se quedaron viéndolo. Es el hombre más sexy de todo el jodido universo.
Hoy es mi última noche con él y pienso disfrutar cada segundo a su lado.
Cuando salí del baño, caminé descalza hasta la habitación de Payton. La playera que me había dado me llegaba a la mitad de los glúteos. Me asomé por la puerta y lo vi recostado con un brazo tras su cabeza mientras cambiaba de canal en la televisión.
Corrí de puntitas hasta la cama y me recosté a su lado como si su cuerpo me resguardara.
— ¿Todo está bien? —rodeando su brazo sobre mi— tardaste un poco
Solté una risa por la nariz y asentí. Payton dejó el control de la televisión a un lado cuando encontró una película, a penas estaba empezando. Me jaló hacia su cuerpo rodeando sus brazos en mi cuerpo haciéndome quedar frente a frente.
— ¿No vamos a ver la película? —sonreí.
Negó lentamente con la cabeza.
— No tengo ganas de ver una película, te quiero ver a ti —murmuró— al parecer eres lo único que veo, pienso y sueño siempre —su dedo índice subió a mi cara e hizo mi cabello hacia atrás con delicadeza.
— Te amo, Jay
Hizo una mueca empujándome.
— Sabes que odio ese nombre
— Ohh cállate y bésame —jalando del cuello de su camisa hacia mi para juntar sus labios con los míos en un beso fugaz y estremecedor.
Aferró sus manos a mi espalda.
Movió todos mis sentidos haciéndome vulnerable de nuevo y a pesar de que no tenía nada de malo lo que estaba pasando dentro de mi, que tendría un hijo suyo. Quería escupir le la verdad mientras me seguía amado, pero de nuevo tuve que subir mis barreras de nuevo.
— Entonces... ¿eres mía? —preguntó en un tono seductor.
— Lo soy desde el día uno —admití.
Volvió a subir su dedo índice a mi cabello y tomó un mechón haciéndolo un cairel y lo acomodó tras mi oreja. Acarició mi mejilla y me miró con ternura.
— Bésame... —pedí— como si fuera la última vez que lo harías, tocarme como jamás lo has hecho —casi en un tono desesperado.
— Ninette...
— Por favor
No parpadeó, no se movió. Pero volvió a juntar sus labios con los míos para besarme, pero no sentía la pasión que sentía cada que hibamos a tener sexo.
— No puedo —soltó separándose de mi rostro— no quiero que digas eso Ninette, porque no quiero que haya una última vez y tampoco quiero que cada vez que te toque sea porque quita satisfacernos de placer... quiero aferrarme a tu cuerpo todas las noches y admirarte
No pude evitar sonreír. Verdaderamente me amaba y ahora sabía que estaba dispuesto a dejar de ser el hombre hambriento de sexo que conocí.
Asentí.
Se quedó un largo tiempo viendo mi cara y yo viendo la suya. De repente unas ganas de llorar inmensas me golpearon cuando noté ese brillo magnífico en sus ojos.
— ¿Podemos ver la película? —pedí— en serio me gusta mucho
Soltó una risa y se acomodó de una manera en la que veía la televisión, me jaló hacia su pecho y me recosté sobre él.
Cuando terminó Ghost, Payton apagó la televisión y comenzamos a platicar, una de esas pláticas que no tienen una cuerda de inicio centro y fin, era un tipo de mapa mal acomodado.
— Nadie me llevó al baile de graduación de la secundaria —recordé de repente cuando él terminó de contar la vez que comió palomitas durante todo un día entero.
— ¿En serio? —preguntó sorprendido expandiendo sus ojos.
— Si —asentí haciendo una mueca.
Se levantó de golpe sobre la cama sosteniendo su mentón caminando de un extremo hacia otro.
— Si yo hubiera sido alguien que te hubiera conocido en la secundaria, te hubiera llevado unos tulipanes blancos porque sé que no te gustan mucho las rosas, te hubiera buscado por todos lados hasta encontrarte y me habría acercado con las piernas hechas espagueti —se incó frente a mi— hubiera tomado tu mano discretamente —tomó mi mano— y te hubiera visto a los ojos... te hubiera dicho que eres la mujer más hermosa que haya pisado este planeta —dijo entrecerrando los ojos, coqueto— te hubiera dado un beso en la mejilla y te habría preguntado... —se levantó de golpe y con él, a mi también, puso sus manos en mi cintura y me pegó a él— ¿me harías el honor de acompañarme al baile de graduación?
No pude evitar carcajear acada movimiento que hacía.
— Yo hubiera dicho... —bajé la cabeza para entrar en papel y ya lista volví a verlo— sería todo un placer —con una ceja alzada y la mandíbula ligeramente hacia adelante.
Sonrió y dejó un beso fugaz en mis labios.
— Aún no puedo creer que no hayas ido a ti baile de secundaria —negó frunciendo los labios— nadie merece no ir a un evento tan importante y menos solo
Alcé los hombros con indiferencia y subí mis manos a su frente para hacer su cabello hacia atrás, él torció los ojos e hizo un sonido de zombie.
— ¡Payton! —regañé.
— Ce-re-brooo —balbuceó arrastrando las letras.
Hundió su cara en mi cuello mordiéndolo rápidamente haciéndome sentir cosquillas.
— ¡No Payton! —soltando carcajadas.
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Sex Intructor® | 𝐏.𝐌 |
Fanfiction"La primera clase es gratis" Decía el anuncio que la protagonista encontró para conocer al empresario con doble vida, del cual se enamoraría y en el camino (sin querer) de su mejor amigo. Payton. Moormeier. ☠️ Adaptación de la novela de @SandyRam...