Cierta tarde, Carla y Talía fueron a comer al departamento de Mariana, luego, mientras las tres hablaban tonterías acostadas en la cama, la primera confesó de pronto:
—Me da miedo la universidad. Diego ya entró a sus cursos para el examen de ingreso y si eso nos quita tiempo juntos, imagínense cómo será ahora que vayamos a escuelas distintas.
Talía preguntó:
—¿Diego decidió irse a estudiar a la ciudad como querían sus papás?
Carla respondió:
—Él piensa presentar un examen para entrar a la facultad de medicina de la UNAM en la ciudad de México, pero también dice que presentará el examen para ingresar a la facultad de arquitectura de la Universidad de La Gloria, presentará otro en la misma universidad, pero para ingeniería mecatrónica y otro para medicina también, aunque dice que aún no se decide si meter el de administración.
Mariana exclamó:
—¡En pocas palabras, no sabe lo que quiere! Tanto así que prefiere cargar con exámenes estresantes para aplazar su desición que decidirse por algo ya. Debería estudiar medicina. Su familia está compuesta por doctores y él es muy inteligente.
—Pues Félix quiere entrar a estudiar gastronomía —presumió Talía orgullosa— y yo estudiaré pedagogía. ¿Qué piensan Pepe y tú, Marianita?
Mariana respondió con el plan B de Pepe para así no confesar sobre las cualidades de su novio en el piano:
—Pepe quiere aplicar también para estudiar ingeniería mecatrónica en la ULG junto a Diego. Yo aplicaré en esa misma universidad para la facultad de Medicina.
Carla suspiró y mirando su reloj, dijo muy animada:
—Bueno, chicas, tengo que irme al trabajo. Las veo mañana.
Desde que Diego había ingresado a su curso para su preparación al examen de la universidad, Carla había aprovechado el tiempo para trabajar medio tiempo en un café con el fin de juntar dinero para comprarle a su novio un husky siberiano como regalo por su primer aniversario de novios que sería en unos días, por esa razón ella siempre llegaba a su trabajo con mucha energía.
—Por cierto, Marianita —dijo Talía luego de que Carla se marchó—, el otro día que fui con Félix al parque de diversiones vi a Seb, iba con novia nueva. La chica es bastante agradable.
—Ah, sí. Va en segundo año, ¿no? Es muy bonita.
—Hablé un poco con él, me dijo que quiere estudiar Historia. Desde que lo abandonaste ha madurado bastante.
—¡¿Desde que lo abandoné?! Él fue quien me abandonó. Pero sí, tienes razón, se volvió muy centrado y sus notas mejoraron bastante, mejor prueba de que estamos mejor separados que juntos no puede haber. Oye, cambiando de tema, invité a José al concierto de la sinfónica de Bellas Artes la próxima semana, véndeme un conjunto sexy para después del concierto
—las dos rieron—. Pepe anda algo estresado y quiero animarlo.—¡No se diga más! ¡Ja! Carlita matándose en el trabajo para comprarle un cachorrito a Diego y tú muy lista te le regalas a tu novio.
—Talía… Oye... ¿Crees que sea tonto si Pepe y yo vivimos juntos durante la universidad? Porque lo estoy considerando seriamente, ya sabes, para pedirles permiso a mis papás.
Talía quedó con la boca abierta, profundamente emocionada comenzó a jalonear del brazo a Mariana diciéndole:
—¡No es ninguna tontería! ¡Qué emoción! Si yo tuviera la posibilidad, lo haría con Félix. ¿Por qué sería tonto?
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Piña II
Teen FictionEl viaje de crecimiento personal de un grupo de adolescentes que se enfrentan a las ilusiones y desilusiones ocasionadas por su primer amor.