Encuentro desagradable

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Narrador.

Desde ahora hasta cierto punto, se narrará de manera general la historia.

Madelen, se dirige a la a ir a los baños, no aguanta un minuto más reteniendo su llamado natural, al entrar a los baños, corre a un cubículo y al sentarse en el excusado siente que ha liberado su vejiga, se pone en pie, sale a los lavabos y lava sus manos, su rostro irradia sueño, así que lo mejor que puede hacer es echarse un poco de agua en su rostro, al enderezarse a mirar en el espejo un cuerpo quieto y recostado sobre la pared, asusta a madelen.

- profesora lilith, me ha asustado.
- parece que se ha vuelto mi especialidad asustarte.
Sonrie nerviosamente, estar en este espacio con ella, se torna algo incómodo.

La mayor se dirige con pasos finos y elegantes, derronchante de sensualidad.
Madelen está entre el lavabo y el cuerpo de lilith, la mirada de la mayor, es muy similar a la de una fiera con una hambre que no perdona nada.
La mayor aprisiona su cuerpo contra el de madelen que apenas y puede mantenerse de pie, la mayor con atrevimiento desmedido, se lanza a los labios de su presa, su mano se va directo al busto de madelen, la estruja con deseo desmedido.

La menor reacciona y la separa de golpe, le da una fuerte bofetada a la mayor, por ese momento a olvidado a quien tiene enfrente y se hace valer como mujer.
Sale de allí dejando a una fiera furiosa , y se dirige directo a su casa. Mientras que la mayor, se va a su coche negro elegante y se dirige a casa de su amiga, una rubia casi de su edad  con la que sabe que podrá calmar sus ansias de sentir el fuego que se puede sentir al rozar piel con piel.
Toca con desesperó el timbre del apartamento de su amiga.

- ¡ya voy! van a dañar el tim... Lilith, que pasa por qué estás tan alterada?

Lilith no dice nada, solo cierra la puerta y se lanza a desnudar el cuerpo de su amiga que entiende que este es uno de esos momentos en el que debe saciar el deseo de su amiga desesperada por un poco de placer, cosa que no se niega a darle.

En ningún momento se besan, solo se dejan llevar en el Vaivén de sus cuerpos y sus intimidades rozarse, las uñas de la rubia se clavan en la espalda de lilith, sabe que a su amiga le encanta sentir como el ardor recorre su espalda, que indica que lo hace muy bien. Lilith da un fuerte mordisco en la clavícula de su amiga, que ya se a acostumbrado a acabar con mordiscos, chupetones o incluso golpes por parte de su amiga lilith, le encanta todo muy rudo, ya su amiga se acostumbro e incluso lo disfruta.
Caen exhaustas, lilith se repone rápido, recorre la habitación desnuda buscando su ropa.

- ahora sí me vas a decir que pasó?
Qué te puso tan alterada?
- nada, dice mientras se viste y saca un cigarro y lo enciende.
- sabes que no me gusta que fumes aquí dentro.
- ya me voy.
- no te quedarás a tomar una copa de vino conmigo.
- no, no puedo conducir ebria. Dice con una pizca de molestia, odia cuando su amiga se pone en plan para molestarla.
- te quedas a dormir conmigo.
- Olivia no insistas, tengo cosas que hacer.

Olivia sabe que ya lilith está molesta, prefiere guardar silencio y dejarla ir, es normal que suceda después de que ellas tengan sexo, Olivia sabe perfectamente que su amiga no está bien y que algo o alguien le está vagando y quemando el pensamiento.
Y tratará de descubrirlo...

Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora