Casualidades

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Lilith llega a su casa, lo primero que busca es su vino, ni siquiera se molesta en buscar una copa, la mujer delicada y fina desaparece por completo, se sienta sobre su alfombra y se dedica a tomar su vino que posiblemente a madelen le costaría un ojo de la cara comprarlo, pero a ella es como arrancarle un pelo a un gato.

Es viernes, no le preocupa dormirse ebria sobre su alfombra y al siguiente día quejarse porque le duele su huesudo cuerpo que los años se han encargado de hacerse notar pero ella se niega a perder esta batalla con la edad y muchas quisieran tener su trabajado cuerpo, aún que en realidad ella no se molesta en comer carbohidratos, solo manzanas, peras, uvas, o fresas, y de vez en cuando yogurt griego.
Esa es su dieta que la mantiene con un cuerpo envidiable, quizás comer una pera en la mañana y una manzana en la noche hace efecto.
Madelen no se molesta en medir lo que entra en su boca, es feliz comiendo, y quizás eso le ha dado unas caderas más grandes, sin perder su figura y su atractivo cuerpo curvilíneo, que sería denominado gordo, por parte de lilith, pero está chica tiene algo que la inquieta, que la mueve a conocerla, a desearla sobre todo, no es fácil de entender para la mayor que fue lo vió en ella, será su ingenuidad, y la mirada sumisa que sus ojos derrochan, aún no lo entiende, pero de lo que está segura es que sus pensamientos la queman y la invitan a perder el control sobre esa chiquilla, de la que su mirada indefensa y débil le llamaron la atención desde que la vió.

Mientras que madelen solo se dedicaba a vagar en su cabeza, a reprocharse y felicitarse por lo que le hizo está mañana a su maestra, al final de tanto pensar, llegó a la misma conclusión, el lunes le pediría disculpas mirándola a los ojos.
Fue casi una coincidencia tóxica pero ambas se quedaron dormidas a las mismas horas, una cansada de divagar sobre el propio eje de su cabeza y la otra fundida en los efectos del alcohol sobre su alfombra con piel de una víctima animal que le costó un tercio de su esfuerzo mensual.

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Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora