Amor enfermo

Despertar

Lilith despierta con un peso en su pecho, es un despertar diferente, no es el típico vuelco que siente, es el peso de la cabeza de madelen, su hermosa chica, se quedó admirandola por mucho tiempo, perdió la nostalgia del tiempo mirándola.

L: despierta, tienes que irte.

Madelen despierta con ese pedido.

- buenos días, cómo estás?
L: bien, vístete, yo te llevo a tu casa.
- otro ratito más. Dice un poco somnolienta.
L: no. Levántate ya.
Madelen hace caso, y se pone de pie, la menor se acerca a darle un casto beso, lilith lo corresponde pero de la manera más distante, sabe que debe cortar con este juego, no puede seguir, no está lista para esto, y nunca lo estará.
Madelen se viste.
L: vamos.
Van en un silencio tenso en el coche lilith estaciona frente de un café restaurante.
L: vamos a desayunar, es tarde y anoche tomamos.

Ambas piden waffles con fresas y arándanos, le ponen miel encima y delicia a degustar. Madelen se come todo, lilith solo comió 5 bocados.
De nuevo van en el auto.

- por qué casi no comiste?
L: si comí.
- bien, déjame aquí.
L: déjame llevarte a tu casa.
- ya estoy muy cerca, puedo llegar caminando.
L: por qué no quieres que te lleve allá mismo.
- no quiero que me vean llegar en este carro, es muy llamativo.
L: bien.

Lilith arranca el coche, la distancia es lo mejor. La noche comenzó muy bien pero el día no.
Lilith se va muy pensativa, madelen se siente muy bien, al llegar a la casa se da una ducha, se siente muy bien.

El lunes llega con todo su esplendor cargado de odio, muchos odian los lunes, madelen no es la excepción.
Al llegar a la cede espera ver a lilith y así es, allí la ve tan diva, tan hermosa como siempre. 
Ambas se miran, madelen le sonríe, pero lilith solo la mira y se escabulle.
No quiere verla, sabe que es su talón de Aquiles, esa es su debilidad y ella siempre las a enfrentado.