Cascada

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La tarde oscura llega nosotras caminamos a unos cuantos metros de la cabaña, vamos tomadas de la mano, empiezo a escuchar agua caer, es una cascada, no es muy grande pero es hermosa, lilith se quita el vestido y se quita su ropa interior, ella se mete al agua y apenas le cubre lo necesario, el agua le llega a un poquito más abajito de sus clavículas, pero casi le cubre todo el cuerpo, no es tan profunda pero es perfecta para las dos.

L: anda que esperas no te quedes mirando, hace frío necesito tu calor.

Me avergüenza un poco quitarme la ropa ante su mirada espectante, pero vamos que me e acostado con ella varias veces, me ánimo y me quito todo, ella sonríe al verme de pie a cabeza, yo empiezo a entrar al agua y esta fría, pero me hace recordar a la vez que fuimos de excursión y ella se metió según ella a hacerme "compañía" me quería comer, eso se le notaba, y ahora que ya no soy tan ingenua pues bueno ya no veo las cosas de la misma manera, es increíble lo que se puede madurar en unos meses.

Al llegar donde ella está, me toma y me abraza, el calor de nuestros cuerpos es perfecto con el agua, empezamos a entrelazar nuestras piernas y más calor hace allí abajo, nuestros labios empiezan a encender la hoguera, los besos son dulces pero a la vez tan apasionados, su rodilla está invadiendo cada vez más, me toma tan fuerte de la cadera que me está gustando, su mano nada como un pez directo a mi centro, y empieza a masajear mi clítoris, ella separa su rostro de mi y me mira mientras trato de controlar mi respiración que  cada vez es más imposible hacerlo, y menos cuando se mete con toda su fuerza dentro de mi, ya no jadeo, ahora gimo, enrollo mis piernas alrededor de su cadera mientras ella me da placer, hacerlo en el agua es delicioso y realmente placentero, ella sonríe al ver mi cara cuando llegó al orgasmo, ahora es su turno.
Le doy vuelta hago que su espalda pegue en mi pecho, empiezo a masajear sus pechos y luego bajo con mi mano por su abdomen, ya su respiración está agitada, voy a su centro y hago lo mismo que ella conmigo, la diferencia es que no la dejo ahogar sus gemidos en mis labios si no que me complazco en escucharla dejarlos salir libremente.

Ella también llega a su orgasmo, ahora estamos abrazadas, aún en el agua, todo es perfecto hasta que alguien habla desde la parte donde dejamos nuestra ropa, y lo peor es que reconocemos esa voz en la oscuridad de la noche que acaba de llegar.

Hola mis amores, espero estén bien, por cierto vayan a ver mi nueva historia, se llama la maldición de la Locura, si les gusta lo turbio y romance vayan a verla, trata sobre una chica que tiene ciertos transtornos mentales que deben ser tratados y resulta que llega a un centro psiquiátrico en el que se enamora de su psiquiatra la que se verá envuelta en las locas fantasías de su paciente.

Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora