Mando

385 48 1
                                    

Yo tomo el mando de la situación, así que la hago caminar hacia atrás y la pego contra el árbol que se encuentra detrás de ella, ella solo suspira profundo, se separa y me mira sin decir ninguna palabra, me mira a los ojos y luego mira mis labios, me besa con tanta pasión, es tan hermoso tenerla cerca de nuevo, en mis brazos, con su demandante aroma inundando mi nariz, mi mano se pasea por todo su cuerpo, ella solo se deja son refutar, mi mano llega hasta el botón de su pantalón, me quedo allí quieta, ella me mira y corre su pelvis más hacia mi cuerpo, es una señal, ya no son besos ahora queremos hacerlo aquí, de pie, al aire libre.

Mi mano se va entre su ropa interior y su pantalón, hago presión un poco sobre su intimidad y ella sonríe con malicia.

L: creo que has aprendido y madurado en mi ausencia.

-- no creerás todo lo que he aprendido.

Hago su panti de lado y acaricio con suavidad su piel delgada y húmeda de esa zona.

Ella está jadeando y su reparación está muy agitada.

Beso su cuello y dejo con disimulo algo que sé que no le agradará a Olivia cuando lo vea, por qué lo hago? no lo sé, mis dedos estimulan ese botón de placer llamado clitoris, lo acarició con suavidad y lentamente introduzco mis dedos, está muy húmeda, ella sigue recostada al árbol, nunca la había visto tan sumisa, meto mis dedos y empiezo a jugar con ellos dentro, ella empieza a gemir muy suavemente, y luego de un rato siento sus paredes contraerse, y por fin siento que se viene, ella me besa con mucho desespero,

L: te extrañe mucho, extrañe tu cuerpo, tus besos, tus caricias, y tú inocencia que parece ya no queda mucho de ella.

-- de algo tenían que servir estos meses.

L: me encanta esta nueva versión de Madelen.

-- y a mi me gustó esta versión de hoy de Lilith, tan sumisa.( Susurro en su oído)
L: demostración de cuánto te extrañe.
-- debemos volver a nuestras realidades.
L: ahora estoy esperando a que tú conciencia te refute y te eches a llorar por a ver engañado a Viviana conmigo.
-- verás, no lo voy a hacer.
L: haz cambiado mucho.
-- de algo sirve haber tenido un corazón roto, en fin, sigamos en lo que estábamos.

Yo le doy la espalda y sigo mi camino siguiendo el lazo que me corresponde, el resto de camino fue incómodo, pero ya por fin llegamos.

O: casi que no llegan, por qué tardaron tanto?
L: por...
Lilith fue interrumpida por la mujer que se supone es nuestra guía de actividad.
X: la cuerda se enredo, y tuvimos que hacer una parada para desenredarlo, por eso fue la demora, disculpe el pequeño problema.

La mujer se marcha sin más, Olivia parece satisfecha con la respuesta y Viviana también, seguimos con este día que se va volando, tenemos la tarde para descansar, así que Viviana y yo estamos en la cama para darnos cariño y dormir un poco, pero tocan en la puerta de nuestra cabaña y los golpes son fuertes y desesperados.

Viviana abre la puerta y yo voy detrás de ella.

O: ¿dónde está la zorra de tu novia?

Creo que ya vio el recado que deje en el cuello de Lilith...

Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora